El arzobispo de Santiago acepto oficiar una misa a la que asistirá el general Augusto Pinochet
El cardenal arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno, realizará hoy la tradicional misa tedéum de Fiestas Patrias -una misa de acción de gracias por conmemorarse hoy el aniversario de la independencia de Chile-, a pesar de que los habitantes del barrio obrero de La Victoria y numerosos sacerdotes le pidieron que no la efectuara en protesta por la expulsión, la semana pasada, de tres sacerdotes franceses.
Al oficio religioso asistirán el general Augusto Pinochet, los integrantes de la Junta Militar y varias autoridades del régimen. Por petición del Gobierno, Fresno no invitó a políticos de la oposición a la misa en la catedral. En otras dos ciudades, Concepción e Iquique, los obispos regionales anunciaron, en cambio, que no celebrarán el tedéum, manifestando así el malestar de algunos sectores de la Iglesia católica con el Gobierno.En una reunión a puerta cerrada que Fresno tuvo el martes con 2.000 sacerdotes y religiosas de Santiago, en el colegio San Ignacio, el cardenal dijo que realizará esta misa de Fiestas Patrias porque es una celebración que trasciende a los gobiernos y que tiene una tradición de más de 150 años. Fresno le dijo a los eclesiásticos que la Iglesia católica "es blanco de acusaciones e incomprensiones". "Entiendo la impaciencia y el dolor, pero no quiero la guerra ni la guerrilla, sino el diálogo", dijo.
Fresno visitó también la Vicaría de la Solidaridad para darle apoyo a los funcionarios, después de que uno de los abogados de la institución, Luis Toro, fue víctima de un intento de secuestro. "No devolvamos mal por mal ni injuria por injuría", les dijo, recordando las palabras de san Pedro.
La estrategia de la jerarquía eclesiástica es presionar al Gobierno con la anunciada visita del papa Juan Pablo II, prevista para abril próximo, para conseguir que los sacerdotes expulsados puedan volver al país. El obispo Francisco José Cox, organizador de la visita del Papa, advirtió que "en estado de sitio no se podría realizar la visita porque la gente no se podría reunir con el Santo Padre".
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, Bernardino Piñera, lamentó la expulsión de los' tres sacerdotes franceses y de dos norteamericanos, quienes tienen un plazo de 15 días para abandonar el país. Piñera consideró "desproporcionada y ofensiva" la reacción del Gobierno contra la Iglesia después del atentado perpetrado contra Pinochet.
Medios políticos reaccionaron con desagrado ante la decisión de Fresno de no invitar a opositores al tedéum. El presidente de la Democracia Cristiana, Gabriel Valdés, dijo que "el que invita sabe a quién invita. Él [Fresno] es dueño (de casa y sabe a quién se le extiende la invitación".
Entre tanto, continúa la persecución policial contra militantes del partido comunista. Un dirigente estudiantil de la universidad Católica, Enrique Paris, fue detenido por la policía civil de investigaciones. Alrededor de 50 personas permanecen detenidas bajo el estado de sitio, aunque ayer 21 que estaban retenidas por desórdenes callejeros fueron liberadas. El Gobierno, mediante el 157ando número seis, también volvió a autorizar las transmisiones de la agencia de noticias inglesa Reuter, pero aún mantiene la suspensión para la italiana Ansa y cinco revistas.
