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13 AÑOS DE DICTADURA

La Prensa, la izquierda y los barrios obreros, principales afectados por la represión en Chile

La Prensa, los partidos de izquierda y las barriadas obreras han sido hasta ahora los más afectados por la represión del Gobierno militar chileno tras el atentado del domingo contra el presidente Augusto Pinochet. Al cierre de esta edición, el resultado desde la instauración del estado de sitio arroja tres muertos -el periodista José Carrasco, el profesor Fernando Vidaurrázaga y el electricista Felipe Rivera, acribillados por grupos armados-, una veintena de detenidos, media docena de allanamientos y tres sacerdotes expulsados del país.

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El ministro del Interior, Ricardo García, informó ayer al arzobispado de Santiago que serán expulsados del país los sacerdotes franceses Pierre Dubois, Jaime Lancelot y Dartiel Caruette. Los tres párrocos fueron detenidos el pasado lunes durante el allanamiento que el Ejército realizó en la barriada obrera de La Victoria y fueron acusados de oponerse a la acción militar.El cardenal arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno, protestó con anergía y pidió públicarnente al Gobierno que reconsidere la medida. Una veintena de dirigentes políticos de izquierda permanecen, desde el lunes detenidos en el cuartel central de la policía.

La Prensa ha sido afectada con igual o mayor rigor. A la clausura de las revistas opositoras; Análisis, Apsi, Cauce, Fortín Mapocho, Hoy y La Bicicleta, se agregó el cierre de las agencias internacionales de noticias ANSA y Reuter.

Servicios de seguridad fueron a buscar a su domicilio a los periodistas Marcele Contreras, director de Apsi, y Felipe Pozo, director de Fortín Mapolcho. Ambos se habían refugiado en casas seguras y no fueron encontrados. El enviado especial del periódico español Diario 16, Carlos Bradac, fue expulsado de Chile hacia Perú. Otros corresponsales extranjeros, entre ellos el de EL PAÍS, han recibido amenzantes llamadas telefónicas anónimas.

Fuentes de organismos de defensa de los derechos humanos estiman en más de 200 las personas que en estos momentos están siendo buscadas por la policía y servicios secretos.

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Los funerales por el periodista José Carrasco, asesinado el lunes, fueron reprimidos ayer con violencia por la policía. Media docena de personas, entre ellas el periodista Alejandro Buillier, de la clausurada revista Hoy, fueron detenidos durante el furíeral. Cuando el ataúd era trasladado a la carroza mortuoria, frente a la sede del Colegio de Periodistas, la policía arremetió con un carro cisterna y arrojó bombas lacrimógenas al oír consignas antigubernamentales.

En el cementerio, 1.500 personas acompañaron el cortejo, entre ellas unos 500 periodistas. Ondeaban banderas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y los manifestantes gritaron durante el funeral consignas como "el pueblo armado jamás será aplastado".

El presidente del Colegio de Periodistas, Ignacio González, dijo que ahora "todos los periodistas chilenos se encuentran amenazados, y más aún aquellos que discrepan del régimen". Raúl Carrasco, hermano del asesinado, dijo que la familia sólo pedía "justicia, nada más". Mientras el ataúd era introducido en el mausoleo sobre los hombros de los periodistas, los manifestantes cantaron la Internacional.

[El Instituto Internacional de Prensa (IPI), la Unión de Periodistas, el Colegio de Periodistas de Cataluña y la Federación de Asociaciones de la Prensa expresaron ayer su condena por el asesinato de José Carrasco, editor internacional de la revista Análisis. El IPI séñala, en un mensaje enviado al general Pinochet, su repulsa por, "la violenta detención y el brutal asesinato de José Carrasco, perpetrados el día 8 de septiembre por miembros de sus cuerpos de policía. Este acto horrible es un crimen contra la humanidad y una brutal violación de los derechos humanos. Asimismo, protestamos enérgicamente por la prohibición de la revista Análisis y otras publicaciones de su país", finaliza.]

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