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CIENCIA

Halladas semejanzas entre órganos del delfín y del hombre

Los exámenes médicos a que ha sido sometido uno de los tres delfines rosas capturados en el río Amazonas permite afirmar que es un animal con órganos muy parecidos al ser humano y, además, que no es ciego como se creyó en un principio. Los tres cetáceos fueron pescados en aguas del río Amazonas, al sur de Colombia, tras cinco días de busca en los que los mamíferos "se escaparon de las trampas cuantas veces quisieron", señaló un miembro de la expedición que los trajo a Bogotá.Un equipo de siete personas, en el que había biólogos y neurocirujanos, sacrificó en una clínica de la capital colombiana a uno de los delfines para realizar diversas pruebas, entre ellas escanografía cerebral y cardiaca, ecocardiograrna, análisis de sangre y azúcar, electroencefalograma y rayos X.

El cetáceo de agua dulce analizado tenía dos metros y pesaba 100 kilogramos. El cerebro del animal dio en la báscula 560 gramos, "semejante al de un niño de 18 meses", manifestó el biólogo Jorge Reynolds, y el corazón, 460 gramos.

Los científicos se mostraron sorprendidos al descubrir que "el corazón no sólo es semejante en peso al humano, sino que su forma, su sistema coronario, la división en cuatro ventrículos, son exactamente iguales al del corazón del hombre", indicó Reynolds. Las muestras sanguíneas observadas revelaron que tiene cuatro millones de glóbulos rojos, un poco más grandes que los humanos, pero son iguales las plaquetas y glóbulos blancos, manifiesta el informe médico. La sangre pertenece al tipo B, aunque no tiene RH, no hace reacción, y se desconoce si es positiva o negativa, reveló la autopsia.

El cerebro del delfín rosado tiene hemisferios y cavidades, tallo cerebral, cerebelo, tálamo e hipotálamo. "A primera vista hay una sorprendente semejanza con el del hombre" comentó Reynolds. El biólogo matizó que si bien hay animales con un cerebro mayor, el del delfín fluvial "tiene la corteza más elaborada, con más surcos, lo que implica que posee más capacidad intelectiva".

El descubrimiento que más llamó la atención fue comprobar que no es un animal ciego. Tiene nervios ópticos que reaccionaron a los estímulos luminosos. De esta manera sé desvanece la idea de la ceguera. "Poco, pero ven", manifestaron los científicos. No obstante, el delfin rosa ha alcanzado un gran desarrollo de los nervios auditivos, con lo que suple las deficiencias visuales.

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