El presidente de la RFA viaja a Israel, mientras en Bonn se constituye un equipo de crisis
El Gobierno de la República Federal de Alemania ordenó, nada más saberse la existencia de ciudadanos de este país en el barco secuestrado, la constitución de un equipo de crisis en el Ministerio de Asuntos Exteriores. El secuestro coincide con el viaje de cuatro días que el presidente de la RFA, Richard von Weizsaecker, inició ayer a Israel. Se trata de la primera visita oficial de un jefe de Estado alemán a este país.Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la RFA manifestó ayer que había gran dificultad en establecer exactamente cuántos alemanes occidentales se encuentran en el barco. Tan sólo cinco han sido identificados plenamente, si bien se estima que pudieran ser unos 30. El equipo de crisis, compuesto por 10 expertos, está en continuo contacto con los Gobiernos de los demás países afectados por este acto de piratería y con el ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, que acompaña a Von Weizsaecker a Israel.
El portavoz ministerial reconoció que se han establecido también contactos con la OLP y con el régimen sino para intentar identificar al grupo responsable de la acción.
Armamento para Arabia Saudí
Tanto en Bonn como en Jerusalén se otorga gran importancia al viaje de Von Weizsaecker por las especiales -y, de algún modo, dramáticas- relaciones entre el pueblo alemán y el israelí. No obstante, los sucesos de los últimos días han ensombrecido la situación. El ataque israelí a la sede de la OLP en Túnez era para algunos sectores políticos de la RFA motivo suficiente para aplazar el viaje, y la visita se vio súbitamente ensombrecida por el anuncio de una gran operación de venta de armamento alemán occidental a Arabia Saudí.
Un consorcio alemán, dirigido por la compañía Thyssen, construirá una fábrica de munición para artillería y carros de combate de los calibres 105 y 120 milímetros. Este último calibre es utilizable por los carros de combate Mia¡, norteamericano, y AMX, francés, ambos equipados con el cañón del tanque alemán Leopard 2. Riad lleva años intentando sin éxito la compra de este carro de combate en la RFA. El contrato ahora anunciado supera los 9.000 millones de marcos.
Israel ha considerado siempre la venta de armamento a los países árabes, incluidos los moderados, como un atentado a su seguridad. Sin embargo, un portavoz del Gobierno de Bonn manifestó que Arabia Saudí es un país prooccidental y "amigo", al que la RFA sé siente autorizada a vender armas. Señaló que Israel, como uno de los grandes vendedores de armas del mundo, no puede quejarse de que otros países practiquen una política similar de acuerdo con sus intereses.
La venta de armamento a Arabia Saudí se ha convertido también en un conflicto de política interior en la RFA: el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) ha criticado al Gobierno democristiano-liberal por participar en el rearme de países de un foco tan conflictivo como es Oriente Medio.
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