Ronald Reagan considera "ridículo" el secuestro

Ronald Reagan calificó ayer de "ridículo" el secuestro del barco italiano Achille Lauro, en el que permanecen como rehenes "unos 12" ciudadanos norteamericanos. En Washington, fuentes independientes no pudieron confirmar la muerte de dos norteamericanos a manos del comando secuestrador, "un grupo radical cuya relación con la OLP no está clara", según el Departamento de Estado.

Esta nueva crisis terrorista, que recuerda mucho al largo secuestro, el pasado junio, de un avión de la TWA en Beirut, se vive de momento en Estados Unidos con una intensidad y preocupación menores, quizá porque el transatlántico es italiano y la responsabilidad más directa no recae sobre Washington. Sin embargo, el presidente afirmó ayer que "todos los países que tienen rehenes en el Achille Lauro tienen intereses vitales en asegurar su seguridad".Estados Unidos se limita oficialmente, por el momento, a mantener "estrechos contactos diplomáticos" con Italia, Egipto, Siria y Líbano, y a adoptar coordinadamente una serie de medidas no especificadas. Fuentes del Pentágono dijeron que dos buques de guerra estadounidenses, uno de ellos un destructor, se encuentran en la zona por donde navega, a 12 nudos de velocidad, el barco secuestrado. Los navíos no han recibido orden de variar su ruta pero, si el Achille Lauro continúa su actual rumbo, puede pasar cerca del destructor.

Maniobras militares

El Pentágono informó también que el portaviones norteamericano Saratoga, al frente de una flotilla de siete, buques, se encuentra realizando maniobras en un ejercicio de la OTAN en el Mediterráneo central, en las que también participan barcos italianos. Esta fuerza naval norteamericana cuenta con barcos anfibios y con marines. La posición de estos buques no está relacionada en absoluto con la crisis del Achille Lauro. Las maniobras comenzaron el pasado 5 de septiembre, con un ejercicio calificado de importante, y concluirán el 23 de este mes.El Departamento de Estado deploró ayer "este ataque terrorista y el ciclo de violencia que continúa en la región". Washington reiteró su conocida doctrina de no negociar con los terroristas y no pedir a terceras partes que lo hagan. El incidente se produce sólo una semana después de que Estados Unidos justificara como legítimo el bombardeo por la aviación israelí del cuartel general de la OLP en Túnez. El apoyo abierto a Israel ha provocado tensiones en las relaciones de Washington con sus aliados árabes moderados, y el intento posterior de matizarlo -absteniéndose en la condena de Israel en el Consejo de Segur¡dad- ha irritado a Tel Aviv. El secretario de Estado, George Shultz, tuvo que telefonear el lunes a su colega israelí, Isaac Shamir, para asegurarle que el apoyo de EE UU era total, así como que la Administración Reagan acepta que el ataque fue en "legítima autodefensa".

La impresión es que Estados Unidos no está dirigiendo la crisis, cuya responsabilidad recae sobre todo en manos del Gobierno italiano. Un centro de crisis está funcionando permanentemente en el Departamento de Estado, y los responsables de la seguridad nacional celebraron una reunión en la noche del lunes en la Casa Blanca, donde la noticia fue conocida a las seis de la tarde (medianoche hora peninsular española). El presidente fue informado ayer del desarrollo del secuestro por el consejero de Seguridad Nacional, Robert McFarlane.

Política prudente

Lo incierto de la situación y la falta de noticias fidedignas obligan al Gobierno a mantener una política de gran prudencia, apoyada en un silencio informativo casi total sobre el incidente. Curiosamente, gran parte de la información disponible ayer, y utilizada con todas las cautelas por la Prensa de EE UU, era la ofrecida por el programa de radio español Onda Pesquera.La posición del Achille Lauro no pudo ser confirmada -sólo se sabe que se encuentra en aguas internacionales- ni tampoco si navega hacia un puerto sirio.

Tampoco fue posible obtener confirmación sobre supuestas gestiones del embajador norteamericano,en Damasco.

Durante la madrugada del martes, Washington estuvo en contacto con sus embajadas en Roma, El Caito, Damasco y Tel Aviv, y "con los Gobiernos apropiados en la región, en un esfuerzo para acabar con este acto terrorista, dijo el portavoz presidencial, Larry Speakes.