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La conservación de la naturaleza, una forma de supervivencia

Russel W. Peterson: "La defensa no tiene ningún sentido en caso de guerra nuclear"

"La construcción de refugios nucleares no tiene ningún sentido. Cuando se habla a los ciudadanos de defensa civil en caso de guerra nuclear sólo se consigue desviar su atención del mayor problema que tiene planteado actualmente la humanidad y el medio ambiente". Para el científico norteamericano Russell W. Peterson, consejero regional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, está muy claro que las acciones en favor de la conservación sólo tienen interés cuando se ha superado, al menos psicológicamente, ese "oscuro horizonte" del invierno nuclear, tema que constituye precisamente el objeto de un informe que presentará hoy a la asamblea de la UICN."Quien decida utilizar las armas nucleares será o un loco o un tonto, alguien que no piensa en los riesgos. Su acción no sólo conduciría al suicidio a su propio país, sino que provocaría la aniquilación total de la humanidad. Y en el caso de que quedaran en pie algunos pequeños grupos humanos ais lados, no sabemos qué sería mejor, porque quedarían condenados a comenzar de nuevo la vida de las cavernas, sólo que en peores condiciones de adaptación".

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Russell W. Peterson, de 68 años, está considerado como uno de los grandes expertos internacionales en el estudio de los efectos ambientales que se derivarían de una contienda nuclear, cualquiera que fuera su escala. Doctor en química, ha trabajado durante 26 años como científico en la compañía Dupont. Ha sido gobernador del Estado de Delaware y más tarde presidente del Consejo Presidencial para la Calidad del Medio Ambiente.

Antes de que los científicos de todo el mundo comenzaran a ocuparse del tema del invierno nuclear, Peterson investigó para el Congreso de su país el impacto que tendría en el medio ambiente una guerra nuclear. Fue también uno de los principales promotores de la Conferencia dé Washington, el año pasado, en la que se anuncié el análisis científico del invierno nuclear. Dentro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ocupa el cargo de consejero regional para la zona de Norteamérica y el Caribe. Es también miembro destacado de la Sociedad Nacional Audubon.

Informar a la población

Para Peterson, es imprescindible realizar una tarea de información entre toda la población. "Esto se está haciendo a través de libros, de vídeos, de películas, conferencias y mediante otras acciones más institucionalizadas que se canalizan a través de organismos internacionales. También se ha presentado informes a los departamentos de Defensa de diversos países sobre cuál sería el impacto de la utilización de las armas nucleares".En este sentido, Peterson se alegra de que en estos días se haya celebrado en Londres una conferencia internacional de la Asociación de Científicos contra las Armas Nucleare (SANA) sobre el tema El Reino Unido, después de la guerra nuclear. Al término de la reunión, celebrada en el Royal Festival Hall, un equipo de científicos -tres norteamericanos y un soviético- recorrerán las siete mayores ciudades británicas explicando en qué consiste el invierno nuclear.

El experto norteamericano se muestra absolutamente seguro de los efectos descritos en el informe de Washington, "porque no es una invención de nadie, sino una realidad científica avalada por más de 300 especialistas norteamericanos, europeos y soviéticos. Todos coinciden en señalar que es el problema global más importante que amenaza a la humanidad, muy por delante incluso del crecimiento de la población humana".

Aunque todavía prosiguen las investigaciones, casi todos los expertos se han puesto de acuerdo en suscribir el hecho de que no nos

Declaraciones de Russel W. Peterson sobre la "guerra nuclear"

encontramos ante una ficción, sino ante una amenaza real. "Se hacen cada vez mayores esfuerzos no sólo por estudiar este fenómeno, sino también por encontrar una solución al problema. Este mismo mes aparecerá un nuevo informe sobre el invierno nuclear, auspiciado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. También se han interesado por este tema otros muchos organismos científicos y ciudadanos de mi país".La solución más radical para esta amenaza pasaría por el desarme nuclear total, aunque Peterson manifiesta escepticismo ante la probabilidad de que esto suceda. "Cada vez son más los países que están en disposición de ser protagonistas y primeros promotores de este desastre, y cada vez, por tanto, aumentan las posibilidades de que por algún error comience el ataque. Entonces de nada servirían las preocupaciones por los problemas de la humanidad. Los efectos del invierno nuclear serían devastadores para los hombres y para los ecosistemas".

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