Gesto amistoso de Reagan hacia la dictadura y el cobre chilenos

El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ha decidido rechazar una solicitud de los productores de cobre norteamericanos para restringir las importaciones del metal, en una decísión que beneficia a los países productores subdesarrollados; especialmente a Chile, principal proveedor del metal a Norteamerica.La decisión fue calificada por el presidente chileno, Augusto Pinochet, como "un gesto de comprensión, amistoso y de buena voluntad". La recomendación, hecha en julio por una comisión especial para el comercio internacional norteamericano, de establecer cuotas de importación o una sobretasa al cobre importado había provocado una fuerte batalla diplomática encabezada por Chile.

Chile consiguió apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Consejo de Países Exportadores de Cobre (CIPEC) en contra de la eventual restricción del mercado estadounidense para el principal producto de exportación chileno.

EE UU compró a Codelco, la empresa estatal del cobre chileno, unas 264.000 toneladas de cobre el año pasado, cantidad que los productores locales querían reducir a una cuota no superior a las 125.000 toneladas, lo que habría significado pérdidas de unos 250 millones de dólares anuales para Codelco.

Al mismo tiempo, la decisión de Reagan permitirá revitalizar el deprimido precio del cobre, cuyos niveles actuales son los más bajos del siglo, en términos reales.

La resolución de Reagan, que arriesga contrariar a los votantes de tres Estados norteamericanos productores de cobre en vísperas de las elecciones, fue adoptada para evitar nuevas penurias a países que "se encuentran en deudados y dependientes de las exportaciones de cobre", según dijo en la declaración oficial.

Expertos en el mercado de cobre de Chile recordaron el contraste entre esta actitud y la conducta de las compañías cupríferas norteamericanas, apoyadas por su Gobierno, cuando embargaron embarques de cobre chileno y vendieron reservas estratégicas del metal, a raíz de que el ex presidente chileno Salvador Allende nacionalizara las minas.