Los restos líticos de Castellón evidencian la presencia del 'homo habilis' en Europa
El yacimiento es uno de los más antiguos del mundo
El descubrimiento en el yacimiento Casa Blanca I de Almenara (Castellón) de restos de industria humana con una antigüedad cercana a los dos millones de años supone, para el director del Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación de Castellón, Francese Gusi, una clara evidencia de la presencia en Europa del denominado homo habilis, "primer hombre en el escalafón filogenético humano y del que, hasta ahora, solamente se habían hallado restos en África". El yacimiento es, según han indicado los especialistas que están trabajando en el mismo, "el lugar de ocupación humana más antiguo de Eurasia y, juntamente con los yacimientos del este de Africa, uno de los más antiguos del mundo con industrias líticas".
Hace unos dos millones de años, la Península Ibérica era ya la puerta europea de África por donde, al parecer, se inició el flujo de hominización euroasiática, a tenor de los hallazgos de unas 200 piezas microlíticas de sílex, así como miles de muestras de fauna. La abundante muestra de depósitos fosilíferos de microfauna encontrada en el yacimiento permite datar con bastante exactitud la antigüedad de los hombres que tallaron las piezas encontradas, antigüedad que oscila entre el 1.600.000 y los 2.100.000 años.Para el director del Instituto de Paleontología de Sabadell, Josep Gibert, aunque de momento no se han hallado restos humanos, "el hombre de Orce y el de Almenara, en principio, no tienen mucho que ver. Hay una notable diferencia de edad entre ellos en torno al medio millón de años más viejo el de Almenara. El hombre de Orce, manifestó, ya era un homo erectus, aunque primitivo, y aquí es posible que se trate de un homo habilis".
La importancia de este hallazgo de industria humana en Almenara estriba asimismo en que posibilita un giro en la investigación prehistórica al contradecir alguna de las hipótesis mantenida por ciertos especialistas. En este sentido, el investigador del Instituto de Prehistoria y Arqueología de la Diputación de Barcelona, Eduald Carbonell, considera que estos restos "suponen el poder demostrar que hace aproximadamente 1.700.000 años aquí en Europa existían industrias sobre bloques y plaquetas muy pequeñas, de tipo microlítico; es decir, de medidas que oscilan entre 1,5 y 3 centímetros, las cuales requerían ya un trabajo de elaboración muy perfecto, lo cual está en contradicción con hipótesis anteriores en el sentido de que el homo, en el inicio de su existencia, sólo sabía tallar piedras de forma muy basta y que por tanto, no tenía una capacidad de trabajo psicomotor importante".
Hasta el momento, en Casa Blanca I han aparecido alrededor de 200 piezas la mayoría de las cuales se refieren a utensilios destinados a la producción de bienes de uso y alimentación. Su estudio ha podido comprobar que se trataba de seres carnívoros, dedicados especialmente a la caza de caballo y otros mamíferos. Las 200 piezas de sílex tienen tamaños que oscilan entre medio y cuatro centímetros. Según manifestó Josep Gibert a , se descubrieron durante el verano de 1983, en una superficie de unos 15 metros cuadrados, en una antigua cantera de origen calcáreo, "donde se encontró un sistema kárstico, conjunto de cuevas colmatadas, llenas de sedimentos y en un avanzado estado de degradación". Las piezas de sílex "están trabajadas por presión, con unas muescas producidas con otra piedra. No sabemos con certeza para qué las utilizaban aquellos homínidos, aunque es prácticamente seguro que con las piezas se proveían de alimentos", arrancaban y cortaban raíces, carnes y tendones, trabajaban el hueso y la madera..."
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