Regresar a Argentina
La dictadura militar instaurada en Argentina trajo numerosas calamidades a aquel pueblo suramericano: una represión sin límites contabilizada en decenas de miles de detenidos-desaparecidos, millares de muertos y varios centenares de prisioneros políticos y sindicales, muchos de los cuales permanecen aún en las cárceles argentinas. Esa persecución indiscriminada que llenó cárceles y campos de concentración, también creó un fenómeno masivo de caractensticas desconocidas en el país: el exilio.El exilio es una consecuencia más de la dictadura militar. Sin embargo, un exiliado lo es en tanto y en, cuanto mantiene el cordón umbilical con su patria y hace de ésta el referente principal de sus sueños y aspiraciones. Por eso, para el exiliado argentino, regresar a su tierra y volver a compartir junto a su pueblo sus sueños, sus luchas y su trabajo fue siempre un objetivo central.
Los cambios políticos que se han venido operando en los últimos meses han hecho que sea cada vez mayor el número de los exiliados que preparan el regreso a su patria.
Entre los numerosos problemas que bloquean el regreso de los exiliados a su país, figuran ciertas actitudes discriminatorias de algunos consulados a la hora de otorgar la correspondiente documentación, la de los hijos nacidos en el exilio que viajarán con sus padres con un simple visado turístico válido por tres meses, o el de los hijos que cumplieron los 18 años en el destierro y al no haber realizado el servicio militar son considerados desertores o infractores por las autoridades mililares. Pero además de los problemas de índole legal está el desamparo que puede significar para una familia de repatriados el volver sin trabajo, sin vivienda y sin los mínimos recursos que hagan posible su subsistencia durante los primeros meses de reinserción. El problema económico puede resultar mucho más agobiante que las trabas legales o políticas.
En la resolución de todos estos problemas tiene muchos que decir el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y el propio Gobierno español. Un esfuerzo concertado de todos ellos puede derribar las barreras que hoy cierran el camino del regreso de los exiliados. Es indispensable que el Instituto, de Cooperación Iberoamericana y el propio Gobierno español asuman como algo propio este problema y que hagan efectivo el compromiso del último congreso de la Internacional Socíalista celebrado en Portugal de .contribuir activamente para que los exiliados latinoamericanos puedan retornar a sus países de origen en libertad y con dignidad". / Miembro de la junta directiva de la Asociación Pro Derechos Humanos.
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