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Los miembros de la Real Academia dejaron desierto el sillón 'Z mayúscula'

Los académicos proponen a Cela para el Premio Cervantes

El sillón Z mayúscula de la Real Academia Española quedó vacante debido a que ninguno de los tres candidatos, los escritores Juan Benet, Jesús Fernández Santos y José Luis Castillo Puche, alcanzó los votos necesarios -la mayoría absoluta en la tercera votación- para ser elegido. En opinión de algunos académicos de entre los 29 que asistieron ayer a la sesión electoral el hecho de que se presentaran tres candidatos produjo una división de preferencias y dificultó la elección hasta el punto de resultar nula. Los académicos sin embargo se pusieron de acuerdo en proponer para el próximo Cervantes de Literatura al escritor y académico Camilo José Cela.

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Los orígenes profundos del candidato

El fracaso de la elección de ayer denota un clima de enfrentamiento claro entre las actitudes de los académicos, aunque ninguno de ellos quiso hablar de esa situación que, sin embargo, queda reflejada en la distribución de los votos. Hubo más unanimidad en cuanto a la candidatura de Cela para el premio Cervantes de Literatura. La designación, en cuyos detalles no entraron los portavoces de la Academia, tuvo efecto en la sesión previa. Tampoco hubo datos sobre los prolegómenos de aquella designación, a la que ahora se unirán las que realicen las academias de la Lengua de los distintos países del área de lengua castellana. Por otra parte, ayer los grupos Socia lista, Comunista y Andalucista del Parlamento andaluz presentaron una proposición no de ley en la que solicitaron el apoyo a la candidatura de Rafael Alberti para el mismo premio Cervantes. Por lo que se refiere a la fallida elección del ocupante del sillón Z de la Academia, fueron necesarias tres votaciones para llegar a un resultado nulo. En la primera votación ninguno de los candidatos obtuvo los dos tercios necesarios para salir elegido. En las dos votaciones siguientes, en las que tan sólo era necesaria la mayoría absoluta de los votos de los 29 académicos presentes tampoco hubo resultados positivos. Los candidatos Juan Benet y José Luis C astillo Puche quedaron igualados con 10 votos, mientras que el otro candidato, Jesús Fernández Santos, obtenía 9 votos.

Tanto el secretario perpetuo de la Real Academia, Alonso Zamora Vicente, como el director de la misma, Pedro Laín Entralgo y otros académicos interpretaron como normal y dentro de la mecánica de lo posible el que no se pusieran de acuerdo para cubrir la vacante que había dejado tras su muerte Salvador Fernández Ramírez.

El secretario de la Real Academia anunció que la siguiente votación para cubrir la plaza para la que había ayer elecciones, se celebrará en octubre. A esta convocatoria podrán presentarse los mismos candidatos, propuestos por los mismos o distintos académicos o candidatos nuevos. En el caso de Juan Benet, si éste fuera propuesto de nuevo sería la tercera y definitiva vez que sería presentado.

La próxima sesión electoral se celebrará el día 23 de este mismo mes con el objeto de cubrir la vacante que dejó Eugenio Montes. En principio esta elección se presenta más fácil debido a que. sólo existe un aspirante a ocupar el sillón L mayúscula: Juan Rof Carballo.

Juan Benet había sido presentado por los académicos Carlos

Bousoño, Luis Rosales y Antonio Tovar. Jesús Fernández Santos había sido propuesto por Manuel Halcón, Manuel Díez Alegría y Miguel Delibes y José Luis Castillo Puche fue presentado por Carmen Conde, Gonzalo Torrente Ballester y Pedro Sainz Rodríguez.

El fracaso de la elección de ayer no cogió desprevenidos a los candidatos propuestos para ocupar el sillón vacante de la Real Academia Española. Aunque ninguno expresara directamente esta opinión, en círculos literarios pudo detectarse la impresión de que la elección fallida había sido provocada por la prolija existencia de candidatos, que hacía difícil la existencia de una mayoría para alguno de los propuestos, a pesar de que en los mismos círculos se apreciaba claramente que algunos de los candidatos aparecen como símbolos indudables de la calidad moderna de la literatura española.

El clima existente entre los candidatos quedó claro, en principio, en su propia actitud. Jesús Fernández Santos, que permanecía en su casa mientras estaban reunidos los académicos, había expresado el día anterior su escepticismo sobre el resultado final de la votación. Después de que ésta fuera hecha pública, y una vez comprobada su nulidad, el autor de Jaque a la dama, en un gesto que habita muchas veces su actitud humana, comentó con humor: "Nos han dejado para septiembre. Es, como ven, un match nulo".

Fernández Santos no cree que la decisión pueda tomarse don la solemnidad con que se asiste a un fracaso. "Es un problema que prefiero olvidar hasta septiembre".

José Luis Castillo Puche fue siempre prudente antes de las votaciones. En cualquier caso, no quiso olvidar su contacto con los libros, su pasión de siempre, y ayer hizo coincidir su asistencia a la Feria del Libro de Madrid para firmar ejemplares de sus obras con la reunión en la Academia.

Juan Benet prefirió la lejanía. Se fue ayer fuera de Madrid. Cuando comenzaba la reunión de la Academia tomaba un avión en Barajas. En esta ocasión, el ingeniero que soprendió a la literatura española con Volverás a Región no iba cumplir compromiso alguno de su profesión diurna, la de ingeniero, sino que acudía a cumplir con lo que había anunciado: "Ese día yo desaparezco". Desapareció. Horas antes había declarado que quizá esta sería la última vez en que su nombre aparece entre los candidatos.

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