El incremento del poderío militar nicaragüense es "exclusivamente defensivo"
Nicaragua protestó ayer por la violación de su espacio aéreo por aviones espías norteamericanos, y un miembro de la Junta nicaragüense declaró que las compras de armamento hechas por su país tienen un carácter "exclusivamente defensivo" y que las acusaciones de lo contrario, procedentes de Estados Unidos, tratan de justificar una posible intervención.Sergio Ramírez Mercado admitió, en una entrevista concedida a The New York Times, que Nicaragua ha incrementado el volumen de sus fuerzas armadas y que las guarniciones son ahora más numerosas que en la época de Anastasio Somoza. Pero el líder sandinista negó las acusaciones de Washington sobre la presencia de 2.000 soldados cubanos en el país. "No hay un solo soldado extranjero en Nicaragua", aseguró.
"Cuando el señor Haig está diciendo todos los días que nos va a atacar, a bombardear, a bloquear, ¿cómo pretende pedirnos que no nos defendamos a nosotros mismos?", dijo Sergio Ramírez. "Nicaragua no sólo no supone una amenaza para los países de la región centroamericana, como pretende Estados Unidos, sino que está intentado firmar pactos de no agresión con sus vecinos", añadió el dirigente sandinista.
Ramírez calificó de "puras mentiras" las acusaciones de armamentismo hechas contra Nicaragua por Estados Unidos. "Lo que nos preocupa realmente es que esto pueda ser un simple pretexto para algún nuevo proyecto que tengan en la cabeza".
El líder sandinista, uno de los dos miembros que quedan de la Junta original que tomó el poder tras la caída de Somoza en julio de 1979, reconoció que el número de guarniciones militares es superior al existente antes de la revolución, pero lo atribuyó a que la Guardia Nacional somocista no estaba destinada a la defensa nacional, sino a la represión interna. "Somoza no quería tener guarniciones militares muy alejadas de Managua, porque tenía miedo de que se sublevaran", dijo Sergio Ramírez. "Por el contrario, nosotros tratamos de defendernos y no tenemos una rebelión de nuestras tropas".
Ramírez declaró que los sandi nistas nunca discuten sobre el volumen exacto de sus fuerzas armadas, pero que la estimación hecha por la Administración Reagan de 70.000 hombres "es demasiado". La acusación de los 2.000 solda dos cubanos en Nicaragua, prosiguió, es "absolutamente absurda". "¿Cómo podríamos ocultar a dos millares de cubanos en un país con estas dimensiones y sin que nadie los vea?".
El miembro de la Junta nicaragüense dijo que todavía quedan en Nicaragua 2.000 maestros y 400 médicos cubanos. Hasta hace poco, ingenieros y técnicos cubanos estaban ayudando en la construcción de una carretera desde Matágalpa a unas áreas mineras cercanas a la costa del Caribe, pero ahora "la obra está ya terminada".
Ramírez señaló que la preocupación de los sandinistas ante una posible invasión o desestabilización de Nicaragua con patrocinio norteamericano se ha incrementado desde que hay indicios de que las guerrillas de El Salvador pueden poner en peligro la celebración de las elecciones previstas para el próximo día 28. "Un fracaso de esas elecciones sería una derrota política para Estados Un¡dos, y nos tememos que nos quieran pasar la factura por ello".
Para el dirigente sandinista, una intervención directa norteamericana es "improbable", pero Washington puede ayudar en la organización de un ejército formado por exiliados cubanos y por 6.000 guardias nacionales somocistas que se estima abandonaron el país al triunfar los sandinistas.
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