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La «justicia» de ETA

El Correo Catalán. Una vez más, ETA ha administrado justicia a su modo. El ingeniero Ryan fue condena lo a muerte, le llevaron a una zona poco transitada, le vendaron los «ojos, le llenaron la boca de algodón para ahogar cualquier grito y le dispararon a la cabeza. Esta es la justicia de ETA.Ryan estaba condenado a muerte desde el momento en que fracasó el espectáculo de protesta de los parlamentarios de Herri Batasuna. ETA debía recuperar su «prestigio» sin pérdida de tiempo. Y lo pagó Ryan, es decir el pueblo vasco, como siempre. Coreados por el silencio ahora de aquellos parlamentarios y por las voces de los «colectivos pro amnistía», los jóvenes de ETA han matado de nuevo. Hace falta, se dice, un rearme moral del pueblo vasco. Cierto, pero también un rearme material para acabar con tantos asesinatos cometidos en la más absoluta impunidad. Pero, hasta que se consiga, ¿cuántos hombres honrados, como Ryan, habrán de engrosar la lista de víctimas de la «justicia» sanguinaria de ETA? Esta sola pregunta plantea la urgencia con que deben tomarse medidas eficaces para extirpar el cáncer del terrorismo antes de que sea demasiado tarde.

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, 8 de febrero

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