Leopoldo Calvo Sotelo, probable candidato de UCD como presidente del Gobierno
El presidente Suárez no explicó ayer en su intervención radiotelevisada los motivos políticos que le han llevado a dimitir, como cabeza del Ejecutivo y de su partido. En círculos de UCD se señala que Leopoldo Calvo Sotelo será propuesto probablemente al Rey por el primer partido parlamentario para formar un nuevo Gabinete. Don Juan Carlos, se informa en la Zarzuela, comenzará de inmediato a evacuar consultas con los líderes parlamentarios sobre la solución de la crisis originada por la dimisión de Adolfo Suárez. En círculos políticos y oficiales se niega cualquier tipo de presión militar relacionada con esta decisión. La situación de todos los sectores militares contactados por EL PAIS era de absoluta normalidad, y el propio Ministerio de Defensa desmintió los rumores al respecto. La dimisión del presidente Suárez, que él mismo calificó de irrevocable, ha venido siendo propiciada desde el llamado sector crítico de su partido y desde círculos de la derecha tradicional española durante los últimos meses. Personas allegadas al presidente dimisionario se esfuerzan en señalar que la decisión se debe exclusivamente al desgaste psicológico y político de Adolfo Suárez, quien parece no estar dispuesto, sin embargo, a abandonar la arena política.
MINIMIZAR LA importancia de la dimisión del presidente del Gobierno en un momento de grave ruptura interna en su partido y cuando paradójicamente parecían hacerse esfuerzos cotidianos por resolver la construcción del Estado de las autonomías y enderezar -con la colaboración de las fuerzas sindicales- la situación económica no conduce a nada. Este es el hecho político más grave de los sucedidos después de la muerte de Franco, y lo es, sobre todo, porque no ha sido explicado suficientemente, porque aumenta las sospechas sobre las, presiones involucionistas y porque rompe el proceso de normalización política español. La debilidad del presidente, dimitiendo antes del congreso de su partido -aun si la dimisión le ha sido solicitada, cosa que se desmiente por repetidas fuentes oficiales-, revela además la flaqueza del liderazgo político de UCEi y hace suponer la entidad de las presiones recibidas.¿Cuáles son las verdaderas razones de la dimisión? Esta es la pregunta inicial, y la más comprometida, de cuantas puedan hacerse. Si es cierto, como algunos rumores que corrieron el miércoles por Madrid insinuaban, que se habían registrado tensiones militares, habría que añadir que la situación adquiriría perfiles preocupantes. En cualquier caso, aunque estas tensiones no sean ciertas -y se han desmentido profusamente-, la sola posibilidad de los rumores indica que la sociedad española no ha sabido despojarse de viejos fantasmas. Si el Rey hubira tenido que intervenir -y para nadie es un secreto que el nombramiento inicial de Suárez se debe en realidad de manera casi exclusiva al Monarca-, la gravedad apuntada sería aún mayor.