Adolfo Suárez presentó su nuevo Gabinete ante el Parlamento

Adolfo Suárez subió ayer a la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados sin papeles, sin discursos que leer, para presentar a su nuevo Gobierno.Sólo el socialista Gregorio Peces-Barba se atrevió a poner en duda las palabras del presidente sobre la pertenencia a UCD de los hombres del Gobierno. El señor Peces-Barba preguntó al señor Suárez si también los tenientes generales Gutiérrez Mellado e Ibáñez Freire entraban dentro de esa catalogación. «No sabíamos que se hubieran afiliado a UCD», dijo. La respuesta del presidente del Gobierno no pasó de una leve sonrisa, desde su escaño.

Por lo demás, la intervención del señor Suárez estuvo llena de generalidades y no suscitó mayores discrepancias en los bancos de la oposición, ni entusiasmo en las filas centristas, cuyos diputados no premiaron con el aplauso de rigor a su dos veces presidente.

Adolfo Suárez se limitó a decir que el nuevo Gobierno, integrado por hombres de UCD, respondía a criterios de eficacia y de adaptación a la realidad, así como que cuenta con el firme propósito de cumplir el programa del partido gubernamental.

Manifestó su creencia en la legalidad de la reforma administrativa realizada. Entre otros objetivos citó los de evitar que la Administración territorial confluya en el mismo Ministerio que tiene la competencia sobre el orden público, y explicó que la atribución a un militar de la cartera del Interior no debía interpretarse como un propósito de implicar a las Fuerzas Armadas en las cuestiones de seguridad ciudadana. Asimismo, justificó que un ministro civil asuma la cartera de Defensa, en razón de su formación empresarial, de la dotación de recursos que necesitan los Ejércitos y por necesidades de coordinación.

Por último, motivó el desdoblamiento de Educación y Ciencia en dos departamentos en la excesiva acumulación de competencias del Ministerio, que ya había hecho preciso crear una secretaría de Estado para las Universidades e Investigación, a la que ahora se había elevado de rango. Justificó el nombramiento de un ministro adjunto para la presidencia como conveniente para descargar de trabajo al presidente.

Las palabras finales de Adolfo Suárez fueron para agradecer la colaboración de los ministros salientes. A la intervención presidencial siguió la del ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, que fue contestado por los dos únicos diputados que participaron en el debate, el comunista Jordí Solé Tura y el socialista Gregorio Peces-Barba.

Al final del Pleno se produjo una relativa sorpresa, ante el acuerdo, por asentimiento de toda la Cámara, de que las comisiones Constitucional, de Reglamento y de Presupuestos se formen según el criterio provisional utilizado para la constitución provisional del Congreso, en lugar de esperarse a que estén constituidos los grupos parlamentarios.

Este sistema, que puede suponer la aceleración de la tramitación de los estatutos de autonomía, beneficia en conjunto a la Oposición, puesto que los nacionalistas, unidos a la izquierda, pueden derrotar a UCD, mientras por el sistema normal el partido del Gobierno podría asegurar la mayoría con el voto de Coalición Democrática.