_
_
_
_
CRÍTICA | PALMERAS EN LA NIEVE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Exotismo para mayorías

Llega a las salas 'Palmeras en la nieve', uno de los filmes españoles más ambiciosos del año

Javier Ocaña
Mario Casas y Berta Vázquez, en un fotograma de 'Palmeras en la nieve'.
Mario Casas y Berta Vázquez, en un fotograma de 'Palmeras en la nieve'.

Como en las míticas primeras líneas de Memorias de África, el protagonista de Palmeras en la nieve, novela éxito de ventas de Luz Gabás que ha llevado a la pantalla Fernando González Molina, también podría haber susurrado “yo tenía una granja en África...”, y encajar a la perfección en el espíritu de la historia. Exotismo, nostalgia, Historia (con mayúscula), romanticismo, tragedia. La comparación no es baladí porque da una idea de la que han montado: una de esas películas con ambiciones más grandes que la vida, una superproducción ambientada en una época y un lugar extraños (isla de Fernando Poo, Guinea Ecuatorial), de casi tres horas de duración, sobre un tema apenas tratado en la literatura y el cine nacionales, el colonialismo durante la dictadura.

Más información
Así se ha preparado 'Palmeras en la nieve'
Mario Casas: "Sé que puedo liarla, aunque me pongan a parir"
El cine español estalla en géneros

Cuando casi ni Hollywood fabrica ya este tipo de productos, el cine español se atreve. Bien por ahí. Si no fuera porque las pretensiones se quedan (y cumplen con creces) en lo comercial, en la fachada, en la factura técnica y, digamos, empresarial, pero no en los anhelos de calidad, en la trascendencia, en la complejidad. Así que olviden la comparación con Memorias de África. Palmeras en la nieve, película adaptada por Sergio G. Sánchez (El orfanato, Lo imposible), es un best seller en imágenes, con todo lo que ello conlleva.

“Política en la mesa, no, por favor”, dice una mujer española de Fernando Poo en una comida con familia y amigos. Sólo le falta decir: “Política en una película con aspiraciones comerciales, no, por favor”. Aquí lo que importa son los sentimientos más básicos, deseo, envidia, poder, expuestos como un torrente de pasión pero sin relevancia. Puntualmente, cayendo en un lacrimoso sentimentalismo; y otras, en un gratuito y sonrojante erotismo blando para mayorías (el polvo en la playa tras la cascada). Sin embargo, pese a su elefantiásica duración, la narración y el ritmo son muy dignos, y González Molina demuestra, sobre todo teniendo en cuenta su juventud, un superlativo manejo de un artefacto con múltiples resortes: puesta en escena, control de los figurantes, de la acción y de los intérpretes, en un entorno peliagudo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_