Carbonara bastarda con anchoas, judías y espárragos
Nunca le echaríamos nata, nunca. Pero nos permitimos un 'crossover' con el aliño de la ensalada César para mejorar la receta clásica sin renunciar a la esencia.
Nunca le echaríamos nata, nunca. Pero nos permitimos un 'crossover' con el aliño de la ensalada César para mejorar la receta clásica sin renunciar a la esencia.
El aguacate se usa como fruta en medio mundo y como hortaliza en el otro medio. En El Comidista debemos estar justo en el meridiano entre una mitad y otra, porque le damos a las dos cosas. Hoy le toca ser dulce.
Si no te gusta esta combinación de alcachofas, caldo vegetal, menta y pasta es que no tienes corazón (o que eres la reencarnación de Mafalda, en cuyo caso sería perfectamente comprensible).
¿Nunca te has atrevido con las masas porque te da miedo que se te peguen a las manos? Te aseguramos que esta no lo hace, y que además te va a hacer muy feliz con ingredientes sencillos, baratos y sabrosos.
Suaves, especiadas, mantecosas, dulces y peligrosas, porque te puedes comer 20 sin darte cuenta. Así son estas galletas, perfectas para acompañar un té o un chocolate una tarde fría de invierno.
Un desayuno o cena de lo más apañado, listo para reconfortar el cuerpo y el corazón en esos días fríos y agotadores en los que se dan de tortas tus ganas de comer caliente y tu energía para cocinar.
Volvemos a apostar por el horno como herramienta para conseguir unas verduras sabrosas, caramelizadas y sin calorías añadidas. Una salsa de yogur y curry en polvo remata una jugada ganadora desde el minuto cero.
Si se puede mezclar la gastronomía de Texas y México o la de Japón y Perú, ¿por qué Francia y España no podemos cruzar dos de nuestras sopas más emblemáticas, baratas y deliciosas? El ajo y la cebolla están a favor.
Suma algas, gambones y una mayonesa de su coral: el resultado será la ensaladilla con más sabor a mar que hayas probado nunca. Un éxito asegurado en tus comidas –y cenas, y hasta meriendas– navideñas.
Una manera diferente de llevar a la mesa una de las carnes más socorridas durante las fiestas: el cordero. Nuestra versión se sirve con pasta y –pedazo de ventaja– está mejor de un día para otro.
Un plato italiano tradicional que tiende un puente hacia Oriente gracias a uno de sus ingredientes más refrescantes: el jengibre.
Una base fina estilo coca, castañas asadas, un par de peras y una crema de vainilla. La tarta otoñal definitiva existe, y si eres listo la acompañarás de una bola de helado de nata y chocolate fundido.
Una receta a medio camino entre la morcilla y la croqueta, pero muchísimo más simple de hacer que cualquiera de las dos. Vegetariana, barata y llena de sabor.
Una versión gustosa y de invierno del tradicional 'Sunday roast' británico. Con pollo de corral, verduras a cholón, 'gravy' hecho en casa y un par de truquitos para conseguir un asado como manda la Reina Madre.
Uno es catalán. El otro, de Oriente Próximo. Pero ambos productos lácteos son igual de deliciosos, y se pueden hacer en casa en lo que canta un gallo con barretina en Beirut.
Con pasta, con arroz, salteadas, en revuelto o en tortilla y ahora también en paté: en otoño cualquier excusa vale para ponerse fino a setas.
¿El mejor truco para preparar sardinas en casa sin que todo se quede impregnado de 'eau de chiringuito'? Utilizar una receta en la que no pasen por el fuego.
Encender el horno durante un rato siempre tiene recompensa, esta vez en forma de untable apto hasta para los que no comen animalitos. También te proponemos integrarlo en un tremendo plato de pasta.
Cambiar el relleno natural de la burrata –llamado 'stracciatella', como el helado– por otro dulce o salado permite conseguir un plato sorprendente en sabor y presentación.
Una receta perfecta para despedir el verano, cuando todavía quedan buenas hortalizas pero el cuerpo ya tolera comida caliente (y contundente).
Aunque estemos acostumbrados a comerlos asados, los picantones también están muy ricos rebozados, sobre todo si se acompañan con salsa para mojar.
Si le pones vegetales y cítricos para darle un punto de frescor, la polenta puede ser perfectamente un plato de verano. Lo del parmesano es menos de temporada, pero es imposible negarse a sus encantos.
Un plato de mar y montaña que desmonta el mito de que no se pueden hacer sardinas en casa sin tener que darle a todo un baño previo de teflón.
Lo mejor de la huerta y lo mejor del mar se unen para ofrecer un aperitivo, primer plato o cena ligeros y con todo el sabor del verano.
Aunque tengas la cabeza intoxicada por una sobredosis de Georgie Dann podrás preparar sin esfuerzo estas fastuosas chuletas de cerdo (o cualquier corte apto para esa cocción).
Muchas de las sobras que acaban orbitando por la nevera pueden convertirse en deliciosas tortillas. Dales una segunda oportunidad y menea los carrillos en menos de 20 minutos
Fruta fresca, queso cremoso y el punto salado y potente del jamón: nada puede ir mal con esta combinación.
Iniciarse en el universo de la cocina mexicana con estas quesadillas es tan sencillo como efectivo. Además son baratas, están muy ricas y no llevan animalitos entre sus ingredientes (aunque puedes añadírselos).
Una versión más ligera y refrescante de la clásica vichyssoise, lista para incluir en el repertorio de sopas frías dispuestas a dar su vida para salvar la nuestra cuando aprieta el calor.
Un aperitivo, comida, merienda o cena vegetariano –o no, tú decides– que te hará triunfar con muy poco esfuerzo y todavía menos presupuesto.
La manera chiquicientosmil de sacarle brillo al cuscús en una receta simple, sana y de temporada.