Chuletas de cerdo marinadas para barbacoa
Aunque tengas la cabeza intoxicada por una sobredosis de Georgie Dann podrás preparar sin esfuerzo estas fastuosas chuletas de cerdo (o cualquier corte apto para esa cocción).
Saben a cinco, seis, siete, ocho y nueve años de edad. Saben a domingos ociosos con la familia, en un parque con barbacoas en las que poníamos a hacer cebollas dulces y trozos de carne hasta que las primeras estaban dulces –claro– y los segundos tiernos. Saben a refrescos de tamarindo, a tortillas de maíz y a boca enchilada. Saben, en definitiva, a México.
La clave de esta receta está en dejar las chuletas —o los filetes, las costillas, la panceta o aquello que nos venga en gana— macerando un buen rato. Luego, basta con esperar a que el calor obre su milagro y hacer la carne en el punto deseado. En mi caso es muy sonrosada por dentro, pero eso es como rascarse la espalda: va al gusto de cada uno. Además, es muy interesante usar una cerveza potentorra para realzar el sabor, pero no te preocupes por rascarte el bolsillo, cualquier lata de supermercado hará perfectamente el trabajo. ¿Tienes ya lista la nevera para llevártela por ahí?
Dificultad: ¿Abrir una lata de cerveza se considera difícil?
Ingredientes
Para 4 personas
- 700 g de chuletas de cerdo (unos 4 filetes generosos)
- 330 ml de cerveza
- 60 ml de jugo Maggi
- 1 limón
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
¿Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com