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Sopa de alcachofas con pasta y menta

Si no te gusta esta combinación de alcachofas, caldo vegetal, menta y pasta es que no tienes corazón (o que eres la reencarnación de Mafalda, en cuyo caso sería perfectamente comprensible).

Caliente, sabrosa y potente
Caliente, sabrosa y potenteCARLOS ROMÁN

Ah, la alcachofa, esa verdura que me negué a comer durante años por caprichos. Es algo común, le pasa a muchísima gente y no solo con esta verdura, sino con infinidad de ingredientes maravillosos que están ahí, al alcance de la mano, esperando a que los cojas, los perviertas y luego te mires al espejo para preguntarte por qué leches te has empeñado en negarte semejante placer durante tanto tiempo. Además, estaba la presión —autoimpuesta, que quede claro— de casa, que para algo en El Comidista lucimos orgullosos en portada esta verdura tan particular.

¿Qué recuerdas de las alcachofas? A mí me traen a la memoria, sin duda, el típico plato con lacón —perdón, con jamón— que me ponía mi madre por delante. De nuevo, antes era una tortura, pero hoy, con años y kilómetros de distancia de por medio, es un sabor que me hace pensar en casa con mucho cariño. De ahí que intente aprovechar estos meses para comerlas de todas las maneras posibles: asadas, salteadas con otras verduras o, en este caso, en una sopa ligera con pasta y menta.

La clave, para mí, está en prepararlo de antemano y darle un día o dos de reposo. La diversión, por otro lado, está en ir mordiendo la parte blanca de las hojas desechadas a medida que vas pelando las alcachofas, uno de esos placeres a coste cero de la vida junto con rascarse una nalga cuando te pica intensamente o comerte a cucharadas la masa del bizcocho, entre otros. Como decían en un monólogo que ahora mismo soy incapaz de enlazarte aquí, «pocas cosas más baratas te dan una satisfacción mayor».

Un consejo: yo he usado una pasta rellena de pera y queso gorgonzola. En general, te recomendaría utilizar alguna con toques dulces que puedan casar bien con la menta y la alcachofa. Si no encuentras nada por el estilo, una pasta mediana normal te hará el apaño a la perfección.

Dificultad: Limpiar alcachofas es, de lejos, lo más difícil a lo que te enfrentarás en esta receta. Ah, y no es para tanto.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 12 alcachofas prietas
  • 4 dientes de ajo
  • Una rama de menta
  • 800 ml de caldo de verduras
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Medio limón
  • 16 ravioli

Instrucciones

1.
Pelar las alcachofas desechando primero las hojas exteriores hasta que la base se vea amarilla. Cortar la punta de la flor y el extremo del tallo. Pelar la base y el tallo, y cortar verticalmente la alcachofa en cuatro trozos.
2.
Eliminar los pelillos internos del corazón e ir echando los trozos limpios de alcachofa en un bol con agua y zumo de limón para que no se oxiden y ennegrezcan.
3.
Calentar a fuego suave un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una olla y echar los ajos enteros. Dejarlos dorarse suavemente, retirarlos y reservarlos. Subir el fuego y agregar las alcachofas bien escurridas. Dorarlas por todas partes.
4.
Agregar el caldo de verduras y esperar a que suba el hervor. Bajar el fuego y dejar hervir suavemente durante 8 minutos. Añadir la menta los dos últimos minutos y retirarla cuando se cumplan los ocho minutos. Retirarla, apagar el fuego y reservar la sopa.
5.
Cuando se vaya a servir la sopa, calentarla, cocer la pasta según las instrucciones del fabricante. Servir inmediatamente.

¿Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com

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