19 secuestradores tomaron el control de cuatro vuelos comerciales como parte de un ataque terrorista coordinado contra varios lugares emblemáticos de Estados Unidos. Como resultado, 2.977 víctimas perdieron la vida.
En el vigésimo aniversario de la matanza, conviene recordar que los autores no fueron solo delincuentes locales y que no actuaron de manera independiente, sino en conexión con una estrategia más amplia de Al Qaeda para vengarse por la guerra de Irak
Mourad Benchellali y Nizar Sassi, más de 20 años después de viajar a Afganistán y ser encarcelados por EE UU tras el 11-S, cuentan su experiencia a EL PAÍS y protagonizan el cómic ‘El día que conocí a Bin Laden’
Una de las armas más novedosas en la guerra de drones contra el terrorismo habría sido clave en el ataque contra el líder de Al Qaeda e ideólogo del 11-S
La muerte del líder de Al Qaeda en Kabul llega cuando Afganistán necesita urgentemente desbloquear 7.000 millones de dólares hibernados en bancos estadounidenses
Desde los bombardeos de Afganistán en 1998 y su invasión en 2001, Estados Unidos lleva más de dos décadas de lucha continua contra la organización yihadista
Al Zawahiri, muerto tras un ataque de EE UU, promovía procesos de radicalización violenta desde Kabul y defendió los atentados del 11-M en Madrid por “llevar la batalla al terreno del enemigo”
El lugarteniente de Bin Laden, sin el carisma de su antecesor pero dotado de gran predicamento ideológico, fue nombrado líder de la organización en junio de 2011
Biden asegura que el ataque, sin “víctimas civiles”, se preparó durante meses: “Se ha hecho justicia. Quienes amenacen EE UU deben saber que los encontraremos y los liquidaremos”
George Bush anunció una “una larga campaña, como nunca la habrán visto” tras el 11-S. La debacle de Afganistán ha puesto fin a esa estrategia. Diez años después de su muerte, Bin Laden ha conseguido dos de sus objetivos: demostrar la vulnerabilidad de EE UU y forzar su salida Oriente Próximo
Biden visita Nueva York, Pensilvania y el Pentágono, los tres lugares atacados, en medio de llamamientos a la unidad del país a los que se sumó el expresidente Bush
Estados Unidos ha despilfarrado ingentes recursos humanos y económicos sin eliminar la amenaza terrorista y, mucho menos, sin democratizar el mundo islámico
Dos décadas después del 11-S, la ‘guerra contra el terror’ ha fracasado, la organización de Bin Laden persiste como estructura global y compite por la hegemonía yihadista con el ISIS, lo que anticipa más terrorismo en Occidente
Con la salida del último soldado estadounidense de Kabul se cierra un episodio de una historia que ha marcado la diplomacia, los viajes, la forma de hacer la guerra y la seguridad
Nadie en la Casa Blanca de Bush podía imaginar que, 20 años después, el odioso generalísimo terrorista Osama Bin Laden sería el vencedor póstumo de la guerra
El regreso de los talibanes a Kabul se perfila como un nuevo y poderoso acicate para el islamismo radical en Oriente Próximo, el norte de África y el Sahel
De la derrota de la URSS en 1989 a los atentados del 11-S y la retirada de tropas de EE UU, estos son algunos de los hitos que explican la escalada de violencia en el país centroasiático
Afganistán: veinte años, cuatro presidentes, tres estrategias al menos, un gasto en vidas humanas indecible y un dispendio presupuestario insoportable; y ahora estamos todavía en la casilla de salida