De madrugada y sin órdenes judiciales: cómo una redada masiva desató el terror en Colorado
Las autoridades federales consideran fallido el operativo, que se fijó como meta la detención de un centenar de pandilleros del Tren de Aragua. Los activistas advierten del abuso de la fuerza mostrado por los agentes en la detención de inocentes
![Agentes federales de inmigración detienen a un hombre tras realizar una redada en Denver, Colorado, el 5 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ADEKOXMWQUWSHKYMOPA3JY36FA.jpg?auth=f616555d44f18822bd2aed21c82aa508a36e10de04adca8823206b455a284d64&width=414)
![Luis Pablo Beauregard](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F273f5673-f634-43a9-8523-6296c05837ed.png?auth=6318f21bfa8ff2799e63ca7eca10c5515743f0f2f9839c0c05ec1395abf87826&width=100&height=100&smart=true)
Los agentes comenzaron a golpear las puertas minutos antes de las seis de la mañana. El llamado fue el primer sonido que decenas de personas escucharon el miércoles en una torre de apartamentos de Denver, Colorado. Los uniformados, fuertemente armados, iban supuestamente en busca de miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua. Los medios locales afirman que la pesquisa no se limitó a quienes eran sospechosos de haber cometido un delito. Apartamento tras apartamento, los funcionarios de la policía de inmigración exigían a los residentes mostrar una identificación. La revisión, con apenas un puñado de órdenes judiciales, produjo varios arrestos, lo que ha hecho saltar las alarmas entre las organizaciones de defensores de derechos humanos.
Crystal Villa, una vecina del edificio Cedar Run, grabó con una cámara en el timbre cómo un agente llegó a su puerta y le preguntó si tenía drogas en casa o si había alguien más allí. El agente quiso saber si hablaba inglés e intentó entrar al apartamento, pero no tenía orden judicial. Ella le negó el paso a la residencia. “Estoy impactada. Es una locura”, dijo Villa, una ciudadana estadounidense originaria de Colorado, al diario The Denver Post.
La policía de inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) reveló la mañana del miércoles que había llevado a cabo una redada. “Más de 100 integrantes de la violenta pandilla venezolana Tren de Aragua son buscados para ser detenidos en Aurora”, señaló el organismo en las redes sociales a las ocho de la mañana, cuando el operativo llevaba dos horas. Las autoridades federales no han dado a conocer el número de detenidos.
100+ members of the violent Venezuelan gang Tren de Aragua were targeted for arrest and detention in Aurora, Colo., today by ICE and its partners @FBI @DEAHQ @CBP @ATFHQ & @USMarshalsHQ in an ongoing investigation. pic.twitter.com/LzIVDjsee6
— U.S. Immigration and Customs Enforcement (@ICEgov) February 5, 2025
Este jueves, no obstante, el Gobierno de Donald Trump ha dejado ver entre líneas que la operación fue un fiasco. Tom Homan, el zar de la frontera del presidente republicano, ha asegurado que hubo filtraciones que evitaron que los agentes pudieran hacer su trabajo. “Esto no es un juego. Este es un trabajo muy peligroso para estos agentes. Estas interferencias ponen a nuestros elementos bajo mucho riesgo”, dijo Homan a la Fox News.
Esta misma cadena, quien recibió el visto bueno de ICE para acompañar el operativo, aseguró que fueron detenidas 30 personas. Solo una era sospechosa de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua. Caleb Vitello, el encargado de ICE, admitió que la misión no salió como esperaban. “Creo que hubo algunas filtraciones y sabían que veníamos, pero eso no nos va a detener”, señaló.
![Agentes del FBI interactúan después de llevar a cabo una redada en coordinación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Denver, Colorado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JTPUWQ2JMS2BEJST3KYCKGWA7E.jpg?auth=ba6b1dc71f8125d24ec5fe04f1d6ab239bc7316827de215a1c5b804dbcb412d3&width=414)
Las autoridades han mostrado su molestia con un grupo de activistas que aparecieron en la zona minutos después que el centenar de agentes federales. A la distancia, los defensores recordaban a los residentes sus derechos. “¡No hablen, pueden guardar silencio!”, decían. Otros les hacían saber que no tenían por qué abrir las puertas sin una orden judicial firmada por un juez.
De acuerdo a la Coalición de derechos de los inmigrantes de Colorado, los agentes se negaron a mostrar las órdenes de registro o informar del carácter del operativo. “En su lugar, interrogaron indiscriminadamente a los residentes sobre su situación migratoria, tocando puerta a puerta, haciendo del uso de la fuerza de varias agencias federales para detener individuos”, señala un comunicado. Varios de los aprehendidos tenían procesos vigentes para obtener el asilo. De acuerdo con otra activista, Kayla Frawley, las autoridades destrozaron una puerta arrancando la cerradura e incluso dispararon balas de goma a un vecino que salió corriendo. Las organizaciones han convocado a una marcha el sábado en repudio al operativo.
Los apartamentos de Cedar Run, con 384 unidades, son en su mayoría habitados por familias latinas con hijos pequeños. La empresa propietaria del condominio señaló en un comunicado que recibe a inmigrantes desde hace algo más de año y medio. El gobierno local se hizo cargo de varios meses de rentas para las personas que se acogían a un programa que pretendía ayudar a los recién llegados. Denver es una de las ciudades que se dispusieron a acoger personas expulsadas por los Estados republicanos. El arribo de los extranjeros elevó varias quejas en el barrio, incluida una que afirmó que la violencia se había disparado en los alrededores.
Las versiones fueron recogidas por Donald Trump en la campaña presidencial. El entonces candidato se atrincheró en la versión de que Venezuela estaba vaciando sus cárceles y mandado criminales y locos a Estados Unidos. Según el republicano, muchos de estos habrían llegado a la zona metropolitana de Denver. Los bulos fueron alimentados por los medios de la derecha radical.
Operativo paralelo
En otro operativo realizado la misma madrugada del miércoles, agentes de ICE revisaron otro complejo habitacional de Aurora, una ciudad al este de Denver. Estos contaron con el apoyo de uniformados de la DEA, la agencia antidrogas; el FBI y el grupo de investigación del Departamento de Seguridad Interior.
La búsqueda se hizo en Edge of Lowry, un edificio donde la DEA detuvo a un presunto integrante del Tren de Aragua el 29 de enero. El edificio ha estado en la mira del trumpismo desde que 14 personas, presuntamente integrantes de la pandilla, fueron detenidas en diciembre y acusadas de torturar a otros dos ciudadanos venezolanos. El arresto sirvió al presidente y a sus seguidores para alertar de la “invasión” de criminales extranjeros en el país.
![Jóvenes armados con pistolas y rifles de asalto ingresan a un edificio de departamentos en Aurora, Colorado, en un video viralizado en redes sociales.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MRZKED7PHZG4DBWWKFYRBPDR74.jpg?auth=ac8b85c356e923e744ece02b1d7e43e355c42703dd40bd25b45745ccee69c71c&width=414)
La mañana del miércoles, uno de los intercambios de las autoridades con los vecinos durante el operativo fue transmitido en directo. A través de FaceTime, una familia mostró el intento de registro a una periodista de la televisión local que estaba afuera del Edge of Lowry. “Mi hija tiene 12 años y está llorando porque ella no entiende, ella nunca nos ha visto en estos dilemas de policía”, aseguró Jennifer Moreno, a quien le fue otorgado el asilo el 14 de enero. Los agentes se fueron después de ver los documentos del padre de la menor, quien dijo ser residente legal.
Las redadas han provocado varias reacciones. “Las versiones de que ICE estaba bloqueando buses escolares que recogían a los niños e impidiendo a padres de familia abandonar sus casas son muy preocupantes. No queremos criminales en nuestras calles, pero el hacer más seguras nuestras fronteras no requiere perseguir a los menores y sus familias, quienes no han cometido ningún delito”, aseguró el senador por Colorado John Hickenlooper.
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