Del ‘chanelazo’ en Eurovisión a la publicidad en Netflix: los grandes hitos televisivos de 2022
Repaso a un año que ha dejado hitos como el Benidorm Fest, la polémica en ‘MasterChef’ o el fin de la era Vasile
Cada persona en España ha pasado en 2022 más de tres horas al día de media ante el televisor. Serán más de 1.100 horas cuando acabe el año. Por eso, repasar un año de televisión es repasar una parte muy importante de nuestra vida.
Solo hubo que esperar hasta finales de enero para encontrar el primer gran evento televisivo de 2022 que logró saltar más allá de la pequeña pantalla. Con el Benidorm Fest, TVE demostró que todavía era capaz de crear una cita que congregara a las masas y que dominara la conversación social. Se elegía al representante eurovisivo en un festival dividido en dos semifinales y una final, que siguieron casi tres millones de espectadores en directo y generó un revuelo que llegó hasta el Congreso. El resultado ya es historia: Chanel ganó gracias, sobre todo, al voto del jurado profesional, superando a Rigoberta Bandini y Tanxugueiras, favoritas del público. El clamor de un supuesto tongo se extendió por las redes y hasta el consejo de administración de la corporación pública evaluó si la letra de la canción, SloMo, cumplía los principios de igualdad. En cualquier caso, el chanelazo era una realidad y Chanel Terrero parecía poco menos que la villana de España. Pero, como las historias que enganchan en la ficción, esta también incluye un giro, aunque para ello habrá que esperar a mayo.
En febrero se estrenó Entrevías y, a pesar de jugar en terreno complicado (las series españolas sufren mucho en la televisión en abierto y Telecinco, el canal que la emite, no pasa por su mejor momento), logró en su primera temporada una media superior a los 1,7 millones de espectadores con un thriller de barrio con Jose Coronado y Luis Zahera al frente del reparto. La ficción española en abierto ha tenido otros éxitos este año como Mentiras y Alba, en Antena 3, pero cada vez queda más claro que el lugar de las series españolas está en las plataformas y canales de pago, donde títulos como La ruta, Intimidad, No me gusta conducir, Rapa o La Unidad dieron mucho que hablar. Otro pequeño milagro es el que tiene como protagonista a Saber y ganar, que en febrero cumplió 25 años en antena. El concurso, ya historia de la televisión española, mantiene unas cuotas cercanas al 8% en un canal que no llega al 3% de media.
Antes de que se cerrara el primer trimestre, dos terremotos televisivos sacudieron uno de los baluartes de Telecinco: Sálvame. Mediaset despedía a Paz Padilla argumentando que el 20 de enero abandonó el programa antes de tiempo. En junio, el grupo de comunicación y la presentadora acordaron retomar el contrato “exactamente en los mismos términos”. Padilla sigue sin programa en el canal. En marzo, Sálvame volvió a estar en el foco por un aluvión de cambios que incluía nuevos directores y secciones y la salida de Carlota Corredera. Incluso una operación policial salpicó a varios nombres del programa. Además, los datos de audiencia ya no eran los de antes, con algunas propuestas de Antena 3 imponiéndose. Acaba 2022 y Sálvame sigue ahí. Con un tramo final emitido en la plataforma de pago Mitele Plus, pero sobrevive.
Movimientos en las plataformas
Las aguas también andan revueltas en las plataformas. En los dos primeros trimestres del año, Netflix perdió suscriptores, un hecho histórico que llevó a la compañía a poner en marcha medidas de urgencia. Para noviembre, la plataforma, que había hecho de su ausencia de publicidad una seña de identidad, ya había estrenado en 12 países un nuevo plan, más barato, que incluye anuncios durante el visionado. La misma estrategia utilizará Disney+ en 2023 para intentar captar nuevos clientes y tener mayores ingresos, demostrando que la guerra del streaming había entrado en una nueva etapa. Este año, además, Warner anunció que Discovery+ y HBO Max se fusionarán en un solo servicio, la plataforma de noticias CNN+ desapareció tras un solo mes de vida y se han sucedido los despidos en diversas empresas del streaming mientras que series y películas desaparecían de servicios como HBO Max para facilitar su posible venta a terceros. Todo con tal de intentar, por fin, ser rentables.
Mayo tiene una cita televisiva imprescindible cada año con Eurovisión. Al festival llegaba Chanel tras haber recorrido el viaje del héroe: con mucho trabajo a sus espaldas, se había ganado poco a poco a los más escépticos y España, por fin, iba con todo al certamen. Una espectacular puesta en escena, una impresionante coreografía y una ejecución sobresaliente llevaron a la representante española a un gran tercer puesto que supo a victoria moral. La real fue para Ucrania, aupada por un apoyo del público sin precedentes. El eurodrama esta vez lo sirvieron seis países cuyos sospechosos votos del jurado profesional fueron recalculados en la final.
Dos series documentales dirigieron la mirada a la Casa Real española este año, Los Borbones (Atresplayer Premium) y Salvar al rey (HBO Max), mientras que la ficción sigue sin atreverse a meterse en harina. Sí que se metió en algunos charcos Imanol Arias cuando en una entrevista en una televisión local cargó contra TVE por el trato dado a Cuéntame cómo pasó. La productora de la serie se desmarcó y el actor tuvo que pedir perdón. Meses después, el destino de la ficción que cuenta la historia de los Alcántara, y de la España reciente, sigue en el aire entre rumores de un final inminente.
Fichajes sorpresa
El verano fue el momento de la ficción, con el regreso de Stranger Things, el final de Better Call Saul y la exitosa emisión completa de El comisario Montalbano en La 2. Pero otra bomba llegó justo antes de que la televisión se pusiera en modo verano: Sonsoles Ónega, una de las caras más representativas de Mediaset, fichaba por Atresmedia, la competencia. No ha sido la única presentadora que este año ha cambiado de casa: Ion Aramendi y Diego Losada dejaron La 1 para marcharse a Mediaset. Pero el movimiento de Ónega fue mucho más sonado y causó un pequeño terremoto televisivo en los pasillos del grupo de Telecinco.
El anuncio de que Ana Blanco no volvería a presentar los informativos de La 1 sabía a final de una era. La noticia llegaba cuando terminaba un agosto en el que el principal canal de TVE repetía mínimo histórico de audiencia y Telecinco caía a su menor registro histórico mensual. Esa ha sido la cruz de los resultados de audiencia en la televisión en abierto española. La cara se la ha llevado Antena 3, que por primera vez completará un año como líder tras haber logrado dar la vuelta a la tortilla.
Los últimos meses del año no han sido menos convulsos. A la dimisión de José Manuel Pérez Tornero tras perder el apoyo de PSOE y Unidas Podemos en el Consejo de Administración y el posterior nombramiento de Elena Sánchez Caballero como nueva presidenta interina de la corporación, le siguió la noticia de que Paolo Vasile dejaría su puesto como consejero delegado de Mediaset España a finales de año, una salida que sabe a final de una era en la televisión española. El otoño empezaba agitado en la realidad, mientras que la ficción presentó la gran batalla de la fantasía épica con la emisión en paralelo de La casa del dragón, precuela de Juego de tronos, y El señor de los anillos: los anillos de poder, dos superproducciones que se enfrentaron en términos amigables.
Polémicas en máxima audiencia
En los últimos meses del año, el horario de máxima audiencia español aún guardaba algunos grandes momentos, desde el culebrón Tamara Falcó-Íñigo Onieva comentado por la propia protagonista en El hormiguero hasta el debut de Joaquín Sánchez, jugador del Betis, como presentador de éxito, el enorme revuelo que generaron unas declaraciones de Patricia Conde contra MasterChef o la diatriba de Pablo Motos contra una campaña del Ministerio de Igualdad en la que se sintió aludido. Mientras, en las mañanas, Ana Rosa Quintana había regresado a su programa, del que llevaba ausente casi un año por un cáncer de mama.
Pero si algo sigue atrayendo a los espectadores españoles a la televisión de toda la vida es el fútbol. El 74,7% de la población española conectó al menos un minuto con algún partido del Mundial de Qatar. Los encuentros emitidos por La 1 lograron una media de 5.082.000 espectadores (37,7% de cuota de pantalla), según un informe de la consultora Barlovento Comunicación a partir de datos de la auditora Kantar. Los partidos de la selección española reunieron a una media de 10.237.000 espectadores (62,8% de cuota). Más de 13 millones de espectadores vieron, sumando La 1 y Gol Mundial, cómo España caía derrotada ante Marruecos en los penaltis de los octavos de final de la competición.
En el capítulo de despedidas, la muerte de Jesús Quintero invitó a recordar su labor como renovador del género de las entrevistas, la de José Luis Balbín hizo rememorar las icónicas tertulias de La clave y la generación EGB se quedó huérfana con la muerte de Claudio Biern Boyd, creador de dibujos como David el gnomo, Willy Fog y D’Artacán. El periodista Àngel Casas, los actores Tony Sirico y Robert Morse y las actrices Rosa Mariscal, Silvia Gambino e Isabel Torres también nos dejaron este año.
Cuando parecía que 2022 no podría tener más giros de guion en la televisión, aún quedaba la sorpresa final: Anne Igartiburu no presentará las campanadas de La 1 tras 17 años. Lo harán Ana Obregón y Los Morancos. Quien sí repetirá, ya convertida en una tradición más de estas fechas, será Cristina Pedroche y su vestido, el gran enigma de la Nochevieja española. Porque, en una televisión tan cambiante, aún quedan cosas que nos mantienen pegados a la pantalla.
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