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Muere a los 79 años Tony Sirico, Paulie en ‘Los Soprano’

El actor creció en el mismo barrio neoyorquino que Woody Allen, y como se conocían desde niños participó en siete películas del director, destacando en ‘Desmontando a Harry’ y ‘Wonder Wheel’

Tony Sirico, en Nueva York, en 2007.Foto: PETER FOLEY (EFE)
Gregorio Belinchón

El actor Tony Sirico, conocido por su papel de Peter Paul Gualtieri, más popular como Paulie, en la serie Los Soprano, ha fallecido este viernes a los 79 años, según han informado su hermano y su representante del intérprete en sendas publicaciones en redes sociales. “Con gran tristeza, pero con mucho orgullo, amor y buenos recuerdos, la familia de Genaro Anthony Tony Sirico desea informarles de su muerte en la mañana del 8 de julio de 2022″, ha escrito Robert Sirico en su Facebook. Además, el que fuera representante de Sirico durante 25 años, Bob McGowan, confirmó el fallecimiento y lo definió como “un cliente muy leal” que “siempre ayudó a quien lo necesitó”. No se ha hecho pública la causa de su muerte, que ha tenido lugar en Fort Lauderdale (Florida), donde vivía en una residencia tras serle diagnosticada demencia hace unos años. Será enterrado en la Basílica de Regina Pacis (Brooklyn, Nueva York) el próximo miércoles 13 de julio.

Sirico nació en 1942 y creció en Bensonhurst (Brooklyn), en el seno de una familia de inmigrantes italianos. En sus correrías infantiles coincidió alguna vez con Allan Stewart Konigsberg, un niño al que le gustaban los deportes. Años después, Sirico, tras diversos problemas con la justicia, se haría actor, y Konigsberg lograría la fama bajo el nombre de Woody Allen. Por eso Sirico ha sido uno de los actores que más ha trabajado con el cineasta: hasta en siete de sus películas aparece su inconfundible rostro. La colaboración arrancó en 1994 con Balas sobre Broadway, y siguió con Poderosa Afrodita, Todos dice I Love You, Desmontando a Harry (aquí estaba especialmente hilarante), Celebrity, Cafe Society y acabó en Wonder Wheel.

Sin embargo, sus primeros pasos no prometían nada bueno. Su barrio se encontraba en la zona de influencia de la familia Colombo, bajo el mando de Carmine Junior Persico (en Los Soprano, su personaje se refiere directamente a ello y habla de los Colombo en un episodio). Por eso, a finales de los años sesenta y principios de los setenta fue arrestado en 28 ocasiones. En 1967, fue enviado a prisión por asaltar un club nocturno en Brooklyn, y liberado después de cumplir 13 meses de condena. En 1971, fue hallado culpable de posesión de armas criminales y de droga tras ser detenido en un club que dirigía en Manhattan, y sentenciado a cuatro años de prisión. Sirico acabó cumpliendo 20 meses de reclusión en Sing Sing.

Tony Sirico y James Gandolfini, con el premio del Sindicato de Actores a mejor reparto ganado por 'Los Soprano' en 2008.
Tony Sirico y James Gandolfini, con el premio del Sindicato de Actores a mejor reparto ganado por 'Los Soprano' en 2008. Chris Pizzello (AP)

Sing Sing le cambió la vida. En varias entrevistas y reportajes cuenta que allí conoció a un grupo de teatro integrado por exconvictos, y decidió darse una oportunidad en la interpretación. El físico a la vez le ayudó y le condicionó: “He hecho unas 45 películas. En 40 de ellas he hecho de mafioso y en las otras cinco, de policía corrupto”, bromeaba hace unos años en una entrevista. Su primera oportunidad le llegó en Joe, el loco (1974), con la que logró el carnet del Sindicato de actores y la posibilidad de realizar trabajos profesionales. Y sí, en sus 80 apariciones en cine y televisión hay muchas películas de baja calidad. Sin embargo, también trabajó en series como Corrupción en Miami, Cosby, Lilyhammer (con su compañero de Los Soprano Steve Van Zandt) y en Padre de familia, donde puso voz al perro Vinny. En el cine, además de sus siete trabajos con Allen, encarnó a Tony Stacks en Uno de los nuestros (1990), la obra maestra de Martin Scorsese. Curiosamente, su Tony estaba bajo el mando de un capo llamado Paulie, lo contrario a lo que casi una década después pasaría en Los Soprano.

Sirico siempre será Paulie, el atildado mafioso psicopata de Los Soprano. El actor hizo la prueba para encarnar al tío Junior, y David Chase le llamó más tarde para darle la mala y la buena noticia: no sería el tío Junior, pero sí Paulie Gualtieri. “Desde que leí el guion, supe que sería especial y que era lo que estaba esperando toda la vida”, recordaba en una entrevista. Sirico contaba que los actores se interrelacionaban mucho con los guionistas, y que se escuchaban mutuamente. Un ejemplo: el intérprete cuidó a su madre los últimos 16 años de vida de su progenitora, que incluso vivió con él, y eso se repitió en la pequeña pantalla con Paulie.

A Paulie, que con 17 años se convirtió en el guardaespaldas de Johnny Boy Soprano, el padre de Tony, le apodaban Nueces por un robo a inicios de los noventa de un camión que en teoría transportaba televisores. Al abrirlo descubrieron que llevaba esos frutos secos. Descrito como un psicópata insensible y paranoico. Eso provocó algunas dudas en Sirico, que por ejemplo fue renuente en un episodio a asesinar en pantalla a una mujer. Chase le dijo que era obligatorio, y el actor le pidió que usaran al menos un revolver, a lo que el creador de la serie se negó: tenía que ser con sus propias manos. Al final pactaron hacerlo usando una almohada. Según el actor, “me preocupaba lo que me dirían en mi barrio, y cuando emitieron el capítulo nadie comentó nada. Eran tan fans de la serie que les daba igual lo que hiciéramos”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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