_
_
_
_

Sudáfrica se siente castigada por contribuir a combatir la covid

La OMS aplaude la gestión realizada por el Gobierno sudafricano con la nueva variante y critica el veto que están implantando varios países a los vuelos procedentes del sur de África

Un sanitario vacuna contra la covid a un ciudadano en una hospital a las afueras de Johannesburgo.
Un sanitario vacuna contra la covid a un ciudadano en una hospital a las afueras de Johannesburgo.Jerome Delay (AP)

El 24 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió una investigación del área de genómica y bioinformática de la universidad sudafricana de KwaZulu-Natal. La firmaba el grupo dedicado a estudiar la evolución de la pandemia de la covid-19 que ya detectó la variante beta y alertaba sobre una nueva variante —B.1.1.529— en la provincia de Gauteng (que incluye las ciudades de Pretoria y Johannesburgo). Es la que días después ha sido bautizada como ómicron y sobre la que los expertos han adelantado que su transmisión ha sido más rápida y que tiene más de 50 mutaciones en su genoma respecto a la secuencia original de Wuhan. La OMS la calificó como una variante “preocupante” y pidió tiempo a la comunidad internacional para que los científicos sigan investigando y ofreciendo más detalles sobre la nueva mutación del virus. Este domingo esta organización ha criticado el veto a los vuelos procedentes del sur de África que están implantando algunos países, como los que forman parte de la Unión Europea.

En las siguientes horas ocurrió todo lo contrario de lo que la comunidad científica y las autoridades sudafricanas esperaban. “Detectar no significa generar, detectar es una etapa importante del método científico que debe conducir al avance del conocimiento para una mejora de la calidad de la vida de la ciudadanía”, explica entre enfadado e indignado Fernando Albericio, doctor en Química Orgánica, profesor a caballo entre las universidades de Barcelona y KwaZulu-Natal. Con una sensación de amargura similar, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de este país afirmaban que Sudáfrica “debería ser aplaudida y premiada por detectar la nueva variante de la covid-19, en lugar de ser castigada”. Y la presidenta de la Asamblea Nacional, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, aseguraba sentirse “molesta e irritada” por la prohibición de viajar a Sudáfrica y a los países del sur del continente africano, por condenarles a “una situación de aislamiento”.

Las precipitadas medidas tomadas por algunos países europeos y por la Unión Europea en su conjunto, provocaron la cancelación de decenas de vuelos y que el jueves y viernes de la semana pasada fuera un caos el aeropuerto de Johannesburgo, uno de los principales nudos de enlace de África con otros continentes. En los Países Bajos, la compañía holandesa KLM mantuvo el tránsito habitual de sus vuelos extremando las medidas de precaución, realizando pruebas antígenos en la llegada para los vuelos que salieron el jueves —en los que se detectó 61 positivos entre 600 pasajeros, al menos 13 de ellos con la nueva variante—. Otras compañías, como la suiza Swiss o la británica British Airways, anunciaron que aseguraban el enlace aéreo exclusivamente para sus nacionales. Este domingo, Air France confirmó que retomará la normalidad de sus vuelos con Sudáfrica a partir del martes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado este domingo su rechazo a las restricciones de vuelos impuestas en todo el mundo a vuelos procedentes del sur de África y ha instado a los gobiernos a reabrir sus fronteras y a “seguir la ciencia y el Reglamento Sanitario Internacional”. “Las restricciones de viaje pueden desempeñar un papel en la reducción leve de la propagación de la covid-19, pero suponen una gran carga para las vidas y los medios de subsistencia”, ha asegurado este organismo a través de un comunicado.

La OMS plantea que Sudáfrica ha cumplido con lo establecido por dicho reglamento e informó de la variante ómicron en cuanto tuvo conocimiento de la misma el pasado 24 de noviembre. “Es de elogiar la rapidez y transparencia de los gobiernos de Sudáfrica y Botsuana al informar al mundo de la nueva variante. La OMS apoya a los países africanos que tuvieron el coraje de compartir audazmente información de salud pública que salvó vidas, ayudando a proteger al mundo contra la propagación de la covid″, dijo la doctora Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África.

Moeti recalcó que las medidas se adopten con base científica, recordando que se han impuesto restricciones a toda la región africana austral cuando la nueva variante solo se ha detectado en dos de países y que naciones de otras regiones del mundo también cuentan con casos y no ha habido prohibiciones. “Con la variante ómicron ahora detectada en varias regiones del mundo, la implementación de prohibiciones de viaje dirigidas a África ataca la solidaridad global. La covid-19 explota constantemente nuestras divisiones. Solo sacaremos lo mejor del virus si trabajamos juntos para encontrar soluciones “, añadió Moeti.

El anuncio del hallazgo científico sudafricano ha significado un nuevo golpe para el ya maltrecho sector turístico de este país, que supone el 8,9% del PIB y emplea a 1.7 millones de personas (el 74% son mujeres). Los preparativos para el verano austral y las fiestas navideñas, para las que habían aumentado las reservas desde fuera del continente, han quedado frustradas por la incertidumbre y la dificultad para desplazarse. Desde el sector se ha pedido al Gobierno de Cyril Ramaphosa que evite elevar el nivel de alarma, que permite la movilidad entre provincias y mantiene medidas laxas respeto al número de personas que pueden reunirse. El actual nivel uno es el más bajo en el que ha estado Sudáfrica desde que comenzó la pandemia y fue decretado por el Ejecutivo pocas semanas antes de las elecciones del 1 de noviembre para permitir los encuentros preelectorales. “No hemos tomado ninguna decisión sobre nuevas restricciones. No deben tomarse a la ligera porque conocemos su impacto en nuestra economía”, declaró Joe Phaahla, ministro de Sanidad, ante la presión que la comunidad internacional puedan llegar a ejercer sobre el país africano.

Con 3.862 casos nuevos al día de media y un 35,6% de la población vacunada con la pauta completa, según los datos del Ejecutivo sudafricano, los expertos apuntan a la necesidad de aprovechar la aparición de la variante ómicron para lanzar una amplia campaña de concienciación que haga que la población acuda en masa a vacunarse. En las entrevistas en las radios y televisiones del país, los analistas se esmeran para explicar que las personas vacunadas que se están enfrentando a la nueva variante están sufriendo dolor muscular y cansancio extremo, pero no están necesitando ser hospitalizadas, con lo que logran superar el virus en casa. También se ha hecho una advertencia especial a los jóvenes, que en este final de curso académico se han reunido en fiestas sin guardar la distancia de seguridad o haciendo un uso incorrecto de la mascarilla.

“Nos tratan como si fuéramos el propio virus, parece que Sudáfrica se haya convertido en la covid, con el cierre de fronteras y el cese de vuelos”, afirmaba sin disimular su enfado una presentadora de la televisión privada Enca, manifestando lo que muchos sudafricanos experimentan estos días. La comunicadores se preguntaba también si no han pecado de transparentes y colaboradores con el resto de la comunidad internacional.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_