AhorraMas retira sus hamburguesas tras detectarse ADN de caballo

La cadena de supermercados AhorraMas ha decidido suspender la venta de su marca de hamburguesas de vacuno Alipende después de la difusión hoy de un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que revela la presencia de carne de caballo sin que la etiqueta del producto lo especifique. La dirección de la empresa ha ordenado la retirada del producto en todos los puntos de venta y se ha puesto en contacto "de forma urgente" con el proveedor "para ver qué es lo que ha sucedido y asegurar que no vuelva a ocurrir". La empresa, que apunta como posible justificación del hallazgo "alguna contaminación cruzada de algunas de las materias primas", insiste en que la seguridad y la calidad "son factores imprescindibles” de sus alimentos y advierte de que "no tolera ninguna desviación al respecto de estos parámetros".

En cambio, la cadena Eroski, en cuya marca Eroski Basic también ha sido detectado un rastro de caballo en el análisis de la OCU, mantiene la venta de su producto al garantizar que es totalmente seguro. Según la dirección de la compañía, el hecho de que el estudio haya encontrado ADN de equino no significa que la hamburguesa contenga carne de esta especie, ya que puede ser consecuencia de que la materia prima de vacuno pudo estar en contacto con piezas de caballo durante el proceso de fabricación. La empresa aporta un certificado de su proveedor, la filial de Campofrío Carnes Selectas, que confirma que la única materia prima que tiene en sus instalaciones es vacuno.

Tanto AhorraMas como Eroski subrayan, en todo caso, que la detección de carne de caballo no supone de ninguna manera un problema de seguridad alimentaria, algo que de hecho subraya el informe de la OCU, que únicamente advierte de un engaño al consumidor que compra esas hamburguesas pensando que solo contienen vacuno.

El informe de la OCU, que también asegura que la mayoría de las marcas de hamburguesas frescas envasadas que se comercializan en España tienen carne de baja calidad, ha provocado además un airado rechazo en la industria cárnica. La patronal del sector, agrupada en la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), ha emitido un comunicado para manifestar su indignación ante la publicación de un estudio que consideran “falto de rigor, parcial y con intención de generar confusión y sensación de inseguridad en los consumidores”.

La patronal alega que la información publicada se basa en afirmaciones subjetivas como “calidad pobre”, “mala”, “aceptable”, producto “poco apetecible”, junto a inexactitudes graves y mala fe a la hora de establecer la valoración. Asegura además que “no tiene ningún sentido hablar de fraude comercial por la detección de determinadas proteínas o ADN perfectamente aptos para el consumo”.

La OCU, no obstante, exige a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), al Ministerio de Agricultura y a las Comunidades Autónomas una investigación urgente para aclarar cómo ha llegado la carne de caballo a unas hamburguesas que no lo mencionan en su etiquetado. La organización denuncia que los controles son insuficientes o incluso, en algunos casos, inexistentes y reclama que se depuren responsabilidades, además de que se impongan las sanciones correspondientes a los infractores.

Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, para que pueda abrirse una investigación es necesario que la OCU detalle el porcentaje de ADN caballo que ha detectado en sus análisis, pues si se tratara únicamente de trazas no podría considerarse fraude comercial. Si fuera elevado, en cambio, la investigación deberían realizarla las comunidades autónomas donde estén registradas las compañías implicadas. La AESAN, por su parte, descarta abrir ningún tipo de expediente al no tratarse de un problema de seguridad alimentaria.