El Gobierno transmite al Nuncio del Vaticano su "extrañeza" por las críticas del Papa

El subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Luis Calvo, ha convocado esta tarde en el Palacio de Santa Cruz (Madrid) al Nuncio (embajador) del Vaticano en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, para expresarle su "extrañeza" por el discurso que pronunció el Papa el pasado 24 de enero, durante la visita del primer grupo de obispos españoles que estos días rinden visita al jefe del Estado vaticano. Juan Pablo II dijo que no se pueden arrancar las raíces cristianas de España ni cercenar la libertad religiosa, y que lo padres tienen derecho a elegir la enseñanza religiosa para sus hijos.

En su reunión, según una nota publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Calvo ha expuesto al representante del Papa en España "la extrañeza del Gobierno español por la referencia explícita que contiene el citado discurso a un supuesto laicismo restrictivo que pudiera limitar la libertad religiosa y que el mismo pudiera ser atribuido a una actitud deliberada del Gobierno".

Asimismo, le ha manifestado "su extrañeza por la mención que hace en el discurso del deber que tienen los poderes públicos de garantizar el derecho a la enseñanza religiosa y de asegurar las condiciones reales de su ejercicio, dado que el régimen docente de la enseñanza religiosa está regulado por el Acuerdo entre España y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales de 1979".

Por ultimo, reproduce la nota de prensa, "el Gobierno español reitera su deseo de mantener un fructífero entendimiento con la Iglesia, mediante un diálogo permanente basado en el respeto profundo del ámbito de competencias que los acuerdos entre España y la Santa Sede reconocen a ambas partes".

"El momento de mayor libertad religiosa"

Horas antes de hacerse público este encuentro, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha expresado desde Buenos Aires su total respeto por las opiniones del Papa, pero ha considerado "exagerado" decir que hay en España un problema de libertad religiosa cuando vive "el momento de mayor libertad religiosa, ideológica y política".

En rueda de prensa en Buenos Aires, tercera etapa de su gira por Iberoamérica, Zapatero ha respondido a las palabras del Papa, que expresó el pasado lunes su preocupación por la difusión en España de "una mentalidad inspirada en el laicismo", durante su mensaje al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco-Varela. Según el Papa, este laicismo se está convirtiendo en una ideología, que en España "lleva gradualmente, de forma más o menos consciente, a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso, relegando la fe a la esfera de lo privado y oponiéndose a su expresión pública".

Antes de nada, el jefe del Ejecutivo ha hecho hincapié en su "profundo respeto" por el Papa y su derecho a expresar las opiniones que considere oportuno "sobre la actuación de los Gobiernos de uno u otro signo". No obstante, ha señalado que "cualquier español puede considerar que es exagerado decir que hay un problema de libertad religiosa cuando España vive el momento de mayor libertad religiosa, ideológica y política de toda su Historia", ha insistido.

Un hecho "constatable"

Para Zapatero, esta afirmación es algo "constatable" no sólo porque lo garantiza la Constitución, sino porque lo demuestra también la práctica diaria de ejercer esa libertad con pleno desarrollo. Zapatero ha recordado que su Gobierno tiene un programa para la legislatura que pretende extender derechos de ciudadanía y ha subrayado que esa pretensión fue avalada en las urnas por los españoles el pasado 14 de marzo.

Este programa, ha precisado el presidente, que incluye determinadas leyes con el objetivo de acabar con la discriminación que han sufrido los homosexuales o modernizar la ley del divorcio. Por tanto, las políticas que plantean problemas a la Iglesia y al Vaticano están en marcha porque "el Gobierno cumple su programa electoral".

"El Gobierno ha cumplido y cumple su programa electoral y respeta escrupulosamente los acuerdos que tiene con la Santa Sede", ha subrayado además Zapatero, quien ha reiterado en todo momento su total respeto por las opiniones de Juan Pablo II.