Excavada más de la mitad del túnel paralelo que permitirá llegar a Julen
Una vez se descienda al punto en el que se cree que está el niño, un equipo de mineros excavará a mano una galería horizontal de unos tres metros de longitud
“No sabemos qué nos vamos a encontrar en el camino”, advertía el sábado Ángel García Vidal, ingeniero que coordina los trabajos de rescate de Julen, el niño que cayó en un pozo el domingo pasado en Totalán (Málaga). Lo hacía sobre la una de la tarde, cuando informaba de que todo estaba listo para comenzar el penúltimo paso para encontrar al pequeño: realizar una galería vertical cuya excavación duraría, en condiciones óptimas, 15 horas.
Los cálculos indicaban que sobre las cinco de la mañana de este domingo estaría acabada, pero no ha sido así. De madrugada, se toparon con una veta de roca dura, como la que ya dificultó los trabajos en días anteriores, que ha ralentizado mucho el avance de la perforación. Era pizarra y se toparon con ella a los 18 metros de excavación. A las siete de la mañana se habían alcanzado 33 metros de profundidad, poco más de la mitad de los necesarios. Pasadas las diez de la mañana, se calcula que han llegado ya hasta unos 40 metros bajo tierra.
De manera paralela, los operarios están realizando todos los pasos necesarios para que los mineros de la Brigada de Salvamento de Hunosa puedan actuar en cuanto la cavidad esté finalizada. Ellos harán a mano un túnel horizontal para llegar hasta el niño y, según las previsiones iniciales, tardarán unas 20 horas. La estructura metálica elaborada expresamente para esa operación ya se encuentra en el lugar de trabajo, una finca familiar a las afueras de la localidad malagueña. Tiene un diámetro de 1,05 metros por 2,5 de altura y está diseñada para dos personas con material para excavar o tres en caso de necesidad de rescate.
Además, también se ha aportado una capa de hormigón a los alrededores del punto de descenso “para evitar desprendimientos”, ha informado esta mañana la Subdelegación del Gobierno. Una vez acabe la perforación —y su entubado— se procederá a hacer descender a los mineros en la plataforma metálica hasta unos 72 metros de profundidad respecto al orificio del pozo por el que se precipitó el menor, al que llegarán gracias a una galería horizontal de unos tres metros de longitud (se habló inicialmente de cuatro, pero finalmente se ha conseguido acercar un poco más).
Usarán martillos neumáticos y piquetas, entre otras herramientas, para realizar un trabajo manual de "gran complejidad", como indicó también ayer García Vidal. El tipo de terreno que se encuentren allí abajo hará que las 20 horas previstas para realizar dicho túnel horizontal sean más o menos. Todo dependerá de los materiales que compongan las profundidades del Cerro de la Corona. Según explicó a EL PAÍS el presidente del Colegio de Geólogos de Andalucía, Antonio Jesús García, pizarra, caliza, esquisto o filita son los materiales del conjunto tectónico que complican la búsqueda.
Hoy se cumple ya una semana de los trabajos de rescate, que han lidiado con numerosos inconvenientes que han ido haciendo variar los plazos para lograr sacar al niño del pozo. Al menos, la lluvia no ha sido uno más, ya que ha hecho su aparición durante la pasada madrugada pero de manera débil y aislada, sin afectar al equipo de trabajo.
La dificultad para acceder al punto exacto donde está el pozo donde cayó Julen fue el primer obstáculo. La pista, de tierra y con mucha pendiente, ha tenido que ser mejorada a marchas forzadas para que la numerosa maquinaria de gran tonelaje utilizada pudiera acceder con seguridad. Un buen ejemplo ocurrió en la mañana del viernes, cuando la perforadora procedente de Guadalajara tuvo serios problemas para circular por la carretera de montaña de Totalán y, después, por el camino de tierra. El convoy pesaba 130 toneladas y su longitud superaba los 30 metros de largo.
Las imágenes aéreas que mostraba ayer sábado la Guardia Civil han permitido conocer el enorme cráter abierto junto al Dolmen del Cerro de la Corona. Una docena de grandes máquinas —retroexcavadoras, buldóceres y camiones— han trabajado día y noche para extraer más de 35.000 metros cúbicos de tierra en apenas en 36 horas, cuando en condiciones normales hubiera llevado semanas. El ingeniero al cargo de la excavación no va a comparecer hoy y, de momento, solo se sabe que se avanza de forma lenta y que el terreno está resultando muy duro de roer.
Mientras tanto, los padres de Julen, Victoria García y José Roselló, siguen descansando desde la noche del jueves en una casa cedida por una vecina de Totalán, muy cerca de donde se realiza su trabajo y custodiada por la Guardia Civil. Allí están recibiendo la visita de algunos familiares y amigos.
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