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16 de junio de 2011

Bodipo no da una

Madrid|

El delantero del Elche, protagonista de una temporada anónima, se despide de la final de los <i>playoffs</i> sin jugar, expulsado mientras calentaba por lanzar una pelota al rectángulo de juego

Salir de la mina es una tarea ardua. "Los gases venenosos hacen de esa caminata una auténtica tortura para los mineros. Sin máscaras de gas, sin guantes, sin la protección adecuada, caminando por senderos imposibles cargados con hasta 100 kilos de azufre solidificado a sus espaldas, se juegan la vida cada vez que bajan al volcán", describe Sistiaga.

Regreso del averno

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Salir de la mina es una tarea ardua. "Los gases venenosos hacen de esa caminata una auténtica tortura para los mineros. Sin máscaras de gas, sin guantes, sin la protección adecuada, caminando por senderos imposibles cargados con hasta 100 kilos de azufre solidificado a sus espaldas, se juegan la vida cada vez que bajan al volcán", describe Sistiaga.

El reportero entra en una mina del volcán Kawah Ijen, en la isla indonesia de Java. "Un olor acre, como a huevos podridos, lo envuelve todo. El ambiente es irrespirable sin una máscara de gas. Siempre me he preguntado a qué huele el infierno y si se puede sobrevivir en él. Estos hombres lo hacen. Estos hombres trabajan en el infierno".

En el corazón de la mina

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El reportero entra en una mina del volcán Kawah Ijen, en la isla indonesia de Java. "Un olor acre, como a huevos podridos, lo envuelve todo. El ambiente es irrespirable sin una máscara de gas. Siempre me he preguntado a qué huele el infierno y si se puede sobrevivir en él. Estos hombres lo hacen. Estos hombres trabajan en el infierno".

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