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Final de fiesta en la cárcel

DeShawn Stevenson, escolta de los Mavericks campeón de la NBA, pasa la noche en el calabozo por deambular borracho por la calle

Poco le duró el jolgorio a DeShawn Stevenson, el escolta de los Maverick de Dallas. Ganó el anillo de la NBA tras imponerse su equipo a Miami -"un rival sin clase", le calificó-, lo celebró junto a los suyos y se excedió más de la cuenta. Una borrachera de aúpa que le pasó una factura bien incómoda; pasó la noche en el calabozo de Irving (Texas) después de que los policías le encontraran medio inconsciente.

Stevenson, que fue comparado en sus inicios con Magic Johnson porque en el High School promedió 25 puntos y nueve rebotes, además de llevar al modesto Washington Union al laurel del trofeo estatal de California, siempre ha tenido una vida desordenada, una familia desestructurada. A su hermano Darryl lo hospitalizaron de joven por amenazar a la familia con un cuchillo de carnicero, y después fue encarcelado por asaltar una gasolinera con arma blanca y un secuestro. Los médicos le diagnosticaron esquizofrenia. A su padre Darryl, ya fallecido por un cáncer de pulmón, también lo metieron en prisión por estrangular presuntamente a su madre. Demasiadas desgracias para que el jugador se centrara en los estudios. Por eso, tras despuntar con el balón en la escuela, DeShawn fue directamente a la NBA sin pasar por la universidad.

Con unas temporadas sugerentes pero no explosivas en Utah, Stevenson fue moneda de cambio en la operación con los Orlando Magic por Gordan Giricek. No tuvo muy buen paso por esa entidad, llena de líos hasta el punto de que por esas fechas un hombre murió disparado en su casa. Se fue a Washington Wizzards. Allí se ganó un nombre y se reveló como un buen defensor, hasta el punto de que lo fichó Dallas y en la final de la NBA ante Miami ha sido un recurso usado -aunque perdió la titularidad en manos del puertorriqueño Barea- para defender a LeBron y Wade.

Más centrado en Dallas porque tenía el anillo en mente, el jugador se desató con la celebración. "Dio positivo en el control de alcoholemia y no sabía ni dónde estaba", señalaba en informe policial. Resulta que los vecinos del barrio residencial de Irving alertaron a las autoridades por una persona que armaba jaleo y daba claros signos de embriaguez. Fue detenido, pasó la noche en el calabazo y fue puesto en libertad a la mañana siguiente tras pagar una fianza. Final de la fiesta.

DeShawn Stevenson (a la derecha), celebra el título junto a al dueño de Dallas Mark Cuban y Haywood.
DeShawn Stevenson (a la derecha), celebra el título junto a al dueño de Dallas Mark Cuban y Haywood.DAVID J. PHILLIP (AP)

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