Bodipo no da una
El delantero del Elche, protagonista de una temporada anónima, se despide de la final de los playoffs sin jugar, expulsado mientras calentaba por lanzar una pelota al rectángulo de juego
La decepcionante temporada del delantero ilicitano Bodipo -2 goles en 24 partidos, 12 como titular- se cerró ayer con una frustración añadida: la expulsión a 10 minutos de la conclusión de la ida de la final de los playoffs en el campo del Granada. El punta sevillano de origen ecuatoguineano ni siquiera tuvo que salir a la cancha para merecerse una tarjeta roja directa que le impedirá disputar la vuelta en el Martínez Valero. Le bastó con lanzar un balón al campo mientras calentaba. "El Elche juega al límite, son especialistas en triquiñuelas", había advertido Fabri, el técnico del conjunto andaluz, antes del choque. No se sabe muy bien si el entrenador se refería a episodios como ese, pero cuando el Granada apretaba para desbloquear el marcador, Bodipo, que se estaba preparando para entrar, empujó una pelota más allá de la línea de juego mientras un adversario iba a efectuar un saque de banda. El árbitro no se lo pensó dos veces y le indicó el camino para los vestuarios.
Se cierra de esta manera el telón sobre el curso de Bodipo, 34 años en octubre, que había empezado con una extemporánea aventura en Rumania. En julio, el Deportivo, club al que pertenece, firmó su cesión por una temporada al Vaslui, después de una campaña en la que Bodipo no consiguió ver portería en los 16 encuentros de Liga que disputó. Sin embargo, después de mes y medio en tierras rumanas, el jugador, que no supo adaptarse a su destino, obtuvo la carta de libertad para volver a España. El Deportivo lo cedió entonces al Elche, que le recibió como un fichaje estrella. Era, en cualquier caso, un experimentado delantero de Primera que, antes de unos cursos grises en Galicia, se había expresado en el Racing (2001-2004, 27 tantos) y en el Alavés (2004-2006, 23 goles), clubes con los que consiguió dos ascensos a la élite del fútbol español (2002 y 2005, respectivamente).
Pese a las expectativas, Bodipo ha terminado jugando poco, marcado aún menos y languideciendo en el banquillo la mayoría de las veces. Por un lado, por las numerosas lesiones, -la primera en octubre, nada más llegar; la última a mediados de mayo-, y por otro, por la explosión de Ángel (16 tantos), que sustituyó a Linares (ocho dianas hasta su lesión en febrero). Hace unos días, sin embargo, declaró que le gustaría entrar en la historia del Elche marcando el gol del ascenso. Será imposible.
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