Cómo freír berenjenas sin que queden blandas y grasientas
¿Cuál es el secreto para conseguir que salgan crujientes y ligeras? Dos tabernas de Córdoba tienen la respuesta a esta pregunta clave para el futuro de la humanidad
Un abismo que ni el de Helm separa una buena berenjena frita de una chunga. La primera es crujiente por fuera y cremosa por dentro, y lleva consigo una cantidad relativamente pequeña de aceite. La segunda es una plasta blandurria y cargada de grasa, que da más vueltas en tu estómago que el ciclo de algodón-prendas resistentes de tu lavadora.
Para que en nuestras cocinas reine la opción lujo berenjenero y nos mantengamos alejados del modelo esponja churretosa, viajamos hasta uno de los lugares donde mejor fríen esta hortaliza del mundo: Córdoba. Dos tabernas con maestría garantizada en este menester, La Montillana y Salinas, nos enseñaron sus trucos para una fritura perfecta, y como no somos lerdos aunque lo parezca, lo grabamos para enseñároslo. Así que, ale, a mirar el vídeo de arriba, que más cocinar la berenjena y menos usarla para decir guarreridas en el whatsapp.
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