Torrijas de pan con tomate con sardinas

No soy muy amigo de acudir a talleres de cocina para periodistas / blogueros gastronómicos promovidos por marcas del ramo e impartidos por cocineros famosos. Quizá no he tenido suerte con ellos, pero la mayoría de los que he recibido han sido un tostón promocional con poca utilidad práctica, tanto para mi vida privada culinaria como para mi trabajo como recetero en esta web.

Sin embargo, con el que dio hace unos meses Diego Guerrero en su restaurante DSTAgE, organizado por Cosentino, hice una excepción. Por un lado, no recibí ningún tipo de presión por parte de la marca de superficies de cocina para publicar nada sobre el evento –lo que habría sido motivo suficiente para que no me vieran el pelo–, y por otro, me apetecía mucho ver en acción en su propia guarida a Guerrero, un tipo simpático que parece ajeno a las tontunas de los grandes chefs.

El vasco y su equipo preparon unos snacks de camarones y sardinas, un cordero tandoori y un postre denominado Pecera que imitaba una ídem, pero el plato que me pareció más fácil de llevar a la cocina doméstica fueron las torrijas de pan con tomate con sardinas. Su técnica es relativamente sencilla, y consiste en sustituir la leche con azúcar de las torrijas tradicionales por un tomate triturado y aderezado. Es decir, transformar el postre en algo salado. Los dos escollos de la receta pueden ser encontrar un pan adecuado de miga densa (el ex chef del Club Allard usa uno abriochado) y conseguir pasar por la plancha las torrijas sin que se peguen o se quemen (nada que no puedas lograr con un poco de paciencia).

Guerrero pone encima a sus torrijas una sardina en salazón casero, pero se pueden acompañar con lo que te apetezca: anchoas, jamón, embutidos, unas lascas de bonito o, si quieres mantener el plato vegetariano, cualquier verdura. Yo, de hecho, me podría haber comido a pelo cuatro o cinco, sin ningún acompañamiento, pero para eso hay que ser un poco panarra. Si te da perezón el proceso sardinero, compra una buena conserva de lata y sanseacabó.