Trinxat con butifarra negra

El trinxat es uno de esos platos que consiguen combinar cuatro sencillos ingredientes con un resultado sabrosísimo, contundente y capaz de volarte las papilas gustativas de puro placer. Es un plato de payés y de alta montaña -es típico de la zona de la Cerdanya, en pleno Pirineo– y se elabora con una variedad endémica de col de invierno, así que no hay que ser Aramís Fuster para adivinar que no es el plato más ligero del mundo, pero poniendo más col que patata se equilibra la cosa y tampoco es un drama.
La versión que propongo hoy lleva puerro, un ingrediente que no aparece en la receta original –en teoría se hace solo con ajo– pero que le da un sabor y una melosidad tan interesantes que yo no renunciaría a ponérselo. También lleva butifarra negra, pero podría haber sido blanca o, siendo más ortodoxos, unos trozos de panceta de cerdo fresca previamente salteada.
He optado por servir la butifarra a un lado para preservar el aspecto del trinxat y porque la convivencia veggieomnívora que practicamos en casa tiene estas cosas, pero podéis mezclar parte de la misma con este y dejar unas cuentas rodajas enteras para decorar. Si también tenéis vegetarianos en la familia, ponedle un huevo frito o mollet encima al trinxat y dejaros llevar por la lujuria que os invadirá cuando la yema caiga resbalando despaciiiiito por la mezcla de patata y col. Y paso ya a la receta, que me estoy poniendo.
Dificultad: Para acémilas.
Ingredientes
Para 4 personas
- 3 patatas agrias (unos 500 g)
- 1 col de la Cerdanya o col lisa (unos 750 g sin el tronco)
- 6-8 dientes de ajo
- 1 puerro
- 1 butifarra negra de unos 300 gramos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta