El locutor que convirtió su afición por los pasatiempos en la inspiración para una obra poética
El madrileño Lalo Vacas ha escrito en las últimas dos décadas más de 1.500 breves composiciones sobre los crucigramas que rellena cada día
“Por mucho que tengan, siempre quieren más”: Avarientos. Esa era la definición y la palabra que proponía José Luis Herencia, Mambrino (1951-2019), en la casilla 12 vertical del primer crucigrama que publicó en la edición impresa de EL PAÍS, el 1 de mayo de 2002. Hoy es Eduardo Delgado, Tarkus, quien firma el pasatiempo diario de este periódico.
Aquel 1 de mayo, como cada día, el compositor, cantante y locutor de radio madrileño Lalo Vacas (nombre artístico de Gonzalo López, 49 años) le hincó el diente al juego de palabras: se había aficionado viendo a su padre hacer los del periódico La Vanguardia —en su opinión, algo más difíciles—, se enganchó y lo que empezó como un entretenimiento hoy es una pasión que le ha llevado a crear y registrar su propio juego de palabras al que ha llamado Rúas. Definición habitual en las casillas de estos pasatiempos. Rúa: calle, vía. El reto consiste en escribir dos micropoemas o rúas. Uno con algunas de las palabras de las definiciones verticales y el otro con algunas de las horizontales.
Vacas todavía rellena, más de 20 años después, a boli y sin apenas tachones, el crucigrama que se publica cada día en papel en este diario. Primero los recorta y, cuando ha completado la cuadrícula, escribe sendos poemas en cada “papelajo”, como los llama. Cuando completa el pasatiempo y ha compuesto los dos poemas, guarda los recortes en una caja de zapatos, la misma desde hace dos décadas. Una caja de cartón marrón a la que cuida como un tesoro.
Hasta hoy ha escrito más de 1.500 de estas breves composiciones poéticas que en muchas ocasiones emulan a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Hace despliegues de humor mediante la ironía y la metáfora en la mayoría de estos ingeniosos escritos, y con ellos, Vacas describe situaciones de lo más variopintas. “Yo estaba / Arte y vermut lloviendo / Y una ninfa empotrando un Adonis”, se lee en uno de ellos.
En 2018, Vacas autoeditó Rúas, un libro con 400 de estos chisposos versos y espera próximamente editar un segundo volumen con otros tantos. En el prólogo explica las reglas que sigue para escribir una rúa: pueden o no llevar título, se pueden añadir preposiciones o artículos y utilizar cualquier tiempo verbal. “Trampantojo / Asimilo la nada como un zoo evolutivo / Estrechamente unido a la utopía”.
Desde que es suscriptor de la versión digital de EL PAÍS, el autor compra de vez en cuando el periódico en papel. En otras ocasiones son los amigos quienes recortan la página y le proporcionan el crucigrama. Y otras, cuenta con un guiño, roba los ejemplares que encuentra en aviones, bares, hoteles y otros establecimientos por los que pasa. Así va acumulando los pasatiempos. Cada día coge alguno de los recortes, nunca más de dos, sin importar la fecha, y los lleva consigo hasta que los resuelve y compone las dos rúas correspondientes. “La inspiración puede llegar en cualquier momento y es entonces cuando escribo”, comenta. Otra rúa: “Por andurriales de tu vida se licúan tus rutinas”.
El crucigrama también está disponible en la edición online de EL PAÍS, pero Vacas insiste en que es fiel a sus “papelajos”. Podría hacer los crucigramas en una pantalla, pero él incide en que “no es lo mismo” y no cree que seguiría haciéndolos si el papel desapareciera en algún momento dado. “Éranse mil roces para ruborizarte / Y una besamel para envolverte y que claudiques”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.