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“25 años de vacunación se han borrado en 25 semanas”

La codirectora de la Fundación Gates habla en esta entrevista en exclusiva con cuatro medios europeos sobre el impacto de la covid-19 en la salud global recogido en su informe anual sobre el estado de progreso del mundo, el Goalkeepers, que se presenta hoy

La enfermera Chesca Mbilinyi y Melinda Gates prueban un nuevo sistema digital para clasificar historiales de pacientes en el centro de salud de Magomeni de Dar es Salaam, en Tanzania, en junio de 2016.
La enfermera Chesca Mbilinyi y Melinda Gates prueban un nuevo sistema digital para clasificar historiales de pacientes en el centro de salud de Magomeni de Dar es Salaam, en Tanzania, en junio de 2016.Riccardo Gangale (Bill & Melinda Gates Foundation)
Lola Hierro

Melinda Gates (Estados Unidos, 1964) está preocupada. Las cartas y artículos que ella y su marido Bill publican cada año suelen reflejar optimismo y confianza en el buen hacer de la humanidad para mejorar el planeta. Esta vez, la empresaria y filántropa reconoce que el informe Goalkeepers que publica hoy la Fundación Gates, de la que es codirectora, se sale del tono habitual. "Es importante ser realista sobre dónde está el mundo. La pandemia no solo ha estancado el progreso, sino que nos ha hecho retroceder", lamenta durante una entrevista realizada el pasado jueves mediante vídeollamada con cuatro medios de comunicación europeos, entre ellos EL PAÍS.

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El informe Goalkeepers es un enorme trabajo de recopilación de datos que la Fundación Gates publica anualmente para analizar el grado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se deberían alcanzar como tarde en 2030. El de este año dice que, desde hace dos décadas y hasta ahora, el índice de pobreza extrema se iba reduciendo anualmente poco más de un punto. Esta vez, el dato es que ha aumentado un 7,1%, lo que significa que 37 millones más de personas están viviendo con alrededor de un euro y medio al día. Es un eufemismo para referirse a tantos hombres y mujeres que pelean con uñas y dientes cada jornada para poner un plato de comida en la mesa a su familia. La covid-19 ha hecho retroceder casi todos los indicadores de la Agenda 2030 y está teniendo efectos en la salud y en las oportunidades de empleo de buena parte de la humanidad.

Uno de los asuntos que más preocupa a Melinda Gates es el retroceso en la cobertura de las vacunas. "25 años de vacunación se han borrado en 25 semanas", afirma basándose en los datos recopilados para el informe por el Instituto para la Evaluación y Medición de Salud (IHME por sus siglas en inglés). "Esta semana estuve al teléfono con el ministro de Sanidad de la República Centroafricana, uno de los países más pobres de África, y afirmó que su mayor preocupación no era la covid-19, sino volver a encarrilar la campaña de inmunización contra el sarampión. Es una enfermedad altamente infecciosa, entre 12 y 18 personas se contagian por cada una que lo transmite. 'Voy a perder miles de niños por el sarampión', me dijo".

No solo en vacunación. Se ha visto desde el inicio de los confinamientos que las medidas restrictivas por la pandemia han dificultado el acceso a tratamientos y profilaxis, y los datos sugieren que los progresos en la erradicación de las tres mayores pandemias del mundo, la malaria, la tuberculosis y el VIH, también corren el riesgo de perderse.

— ¿Qué debemos hacer para volver al buen camino que teníamos en el pasado?, le preguntamos.

— "El informe refleja que, tanto en malaria como en tuberculosis, nos encontramos donde estábamos hace cinco años. Lo que estamos hablando con los Gobiernos de todo el mundo es cómo seguir invirtiendo en los sistemas sanitarios de atención primaria, cómo mantenerlos abiertos, cómo hacer ver a la población que son seguros y cómo proseguir con las campañas. Por ejemplo, en tuberculosis, la vacuna BCG es una de las herramientas más eficaces y solo cuesta unos centavos. Pero si no seguimos manteniendo las tasas de vacunación, la tuberculosis estallará en las comunidades. Por lo tanto, lograr que los Gobiernos sigan trabajando en la cobertura universal de salud es, en este momento, el gran mensaje sobre lo que se debe hacer. A medida que hablamos con más y más ministros de Sanidad en África, nos dicen 'la covid-19 es un problema, pero también tenemos otros'. Así que estamos intentando que no todos nuestros recursos vayan a la covid-19, porque es posible que más personas mueran de malaria o tuberculosis. Los ministros de Sanidad lo entienden, y nosotros tenemos que asegurarnos de que el resto del mundo siga invirtiendo recursos en estos lugares", responde.

Melinda Gates viste ropa oscura y contesta a las preguntas de los periodistas desde un despacho de decoración sobria, junto a una ordenada mesa de oficina como cualquier otra: folios subrayados, un bote de lápices y alguna foto familiar. Presenta un semblante grave y sonríe poco. En sus intervenciones insiste en que no se puede dejar de invertir en el sistema de atención primaria, no solo para detener la pandemia, sino para lograr cualquier atisbo de bienestar para la población, pues los centros de salud son el primer lugar al que va a una persona para obtener servicios.

— "Si acuden por un tratamiento de VIH, también puede encontrar asesoramiento sobre anticonceptivos. Si una familia viene por culpa de la malaria, también se puede hablar con ella sobre cuándo es el próximo día de vacunación de los hijos...".

Y resalta la importancia de la planificación familiar: "Solo este año habrá 15 millones de nuevos embarazos no planeados a causa de la covid-19. Hemos hecho retroceder los anticonceptivos a donde estábamos hace una década y 49 millones de mujeres ahora no tienen acceso a ellos. Eso es como si en un país como España todos los hombres, mujeres e incluso niños pudieran tener un bebé este año. Pensad en lo que le haría al país" ejemplifica, poniendo énfasis en cuestiones de género, un área de la que ella se ocupa especialmente dentro de la Fundación Gates.

La omnipresente vacuna

La covid-19, en general, y la búsqueda de su vacuna, en particular, ocupan buena parte de la charla. Una de las acciones de la Fundación Gates tras el estallido de la pandemia ha sido impulsar el ACT-Accelerator o acelerador terapéutico covid-19. Liderado por la Organización Mundial de Salud (OMS), se trata de un mecanismo de coordinación de todos los grupos de trabajo que están buscando una cura para el nuevo coronavirus. "Lo que tenemos que hacer entre todos los socios es analizar toda la capacidad de fabricación y ampliarla para que, tan pronto como haya una vacuna, se pueda producir y distribuir equitativamente", opina. Y todo ello, contando con la buena voluntad de las farmacéuticas: "Deben estar dispuestas a mantener bajos sus precios para que las personas de todo el mundo puedan obtener las dosis que necesiten".

Uno de los retos que se presentará cuando exista la vacuna es cómo repartirla equitativamente, y no se ha establecido un criterio global. Algunas voces sugieren que cada país reciba dosis proporcionales a sus poblaciones, y otras creen que habría que centrarse en los países donde se puedan salvar más vidas. El informe Goalkeepers destaca que si la vacuna se distribuye primero a países de ingresos altos, se evitarán un 33% de muertes (en comparación a cuando no había vacuna). Si, por el contrario, se otorga a cada país según su población afectada, las muertes evitadas ascenderán a un 61%. Gates sostiene que no se puede dejar a nadie atrás. "Si la hacemos retroceder en un 90% de los países, pero aún sigue alta en un 10%, la enfermedad, simplemente, volverá".

No tengo mucha fe en la actual Administración de Estados Unidos. Sin embargo, celebramos elecciones en noviembre y creo que el resultado dependerá de cómo juegue el país en el escenario mundial

Para lograr que todos los países tengan un acceso equitativo a la vacuna, la OMS creó también el mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas Covax, al que se han unido 172 Estados y que Gates alaba. "Una de las razones por las que me gustan tanto el Acelerador ACT y la plataforma Covax es que quienes participan en ella ponen dinero no solo para su país, sino que tienen que asegurarse de que la vacuna llegue a otros. Esta es la forma de mostrar la cooperación global. ¿Todos los países van a participar en el Covax? Probablemente no, pero creo que si mantenemos este ejemplo e insistimos en que es el correcto, comenzaremos a obtener una mayor cooperación global".

Sin embargo, entre los países de la plataforma no se encuentra Estados Unidos, algo que Gates considera "terrible" y que, en su opinión, podría tener consecuencias. "No tengo mucha fe en la actual Administración de Estados Unidos. Sin embargo, celebramos elecciones en noviembre y creo que el resultado dependerá de cómo juegue el país en el escenario mundial. Así que, desde mi perspectiva, estoy impaciente por que esas elecciones tengan lugar".

Las teorías conspirativas

Otro de los efectos de esta pandemia es que ha expuesto lo importante que es la confianza en las autoridades y las instituciones durante una crisis sanitaria. Al mismo tiempo, se han escuchado muchas teorías conspirativas y es imposible dejar pasar que algunas de ellas se han centrado en la Fundación Gates. Para esta filántropa, es un fenómeno "decepcionante", pero comprensible en los tiempos que corren: "Todo el mundo está sintiendo mucho estrés, así que no sorprende que esas ansiedades afloren".

Antes de poner una vacuna en tu cuerpo o en el de tus hijos, habla con tu profesional médico para saber si es buena para ti y tu familia

Para combatir la desinformación, aconseja a la población que pregunte exclusivamente a su médico. "Esas conversaciones son las correctas, son a las que hay que hacer caso, y no los mensajes que puedas leer en cualquier sitio y que te dicen cómo actuar con tu salud. Antes de poner una vacuna en tu cuerpo o en el de tus hijos, habla con tu profesional médico para saber si es buena para ti y tu familia", recomienda. "No obstante, creo que a medida que la vacuna esté disponible y la gente vea que es segura, que otros se la ponen y pueden volver a vivir sus vidas y regresar a sus trabajos, parte de todo esto se empezará a disipar. Y la gente dirá: 'sí, me voy a poner la vacuna porque quiero volver a tener una vida normal y quiero que mis hijos regresen al colegio", elucubra.

El ejemplo de África

Melinda Gates admite que hay "puntos brillantes" de los que se puede hablar entre los resultados del informe Goalkeepers, pero prefiere abordar lo que se está descuidando y requiere atención urgente. Por ejemplo, los niños y adolescentes y, especialmente, los africanos.

— En numerosas ocasiones, su marido y usted han hecho hincapié en el valor de la juventud para levantar el mundo y, ahora, el cierre de los centros educativos les ha situado en una posición delicada. ¿Cómo ven sus perspectivas de futuro?

— "Estamos muy preocupados. No hay forma ahora de que los niños puedan ir a la escuela y no es como en Europa o los Estados Unidos, donde los estudiantes tienen conexión a la banda ancha; muy pocos de estos [los niños de países en desarrollo] tienen. El cómo les alcanzamos va a ser el asunto clave durante esta época", advierte. 

Es a África, precisamente, donde dirige la atención de los periodistas. Porque los africanos, con todos sus consabidos problemas, están siendo ejemplares a la hora de gestionar la pandemia. Menciona cómo el Gobierno de Kenia empezó a usar la radio para enviar a la población mensajes sobre la covid-19 y lograron que todo el mundo supiera de los riesgos y de cómo protegerse ante ellos. "Ahora están impulsando canales de televisión educativos. Los niños, al menos, pueden tratar de aprender algo", ejemplifica. Menciona también cómo abordó el problema de la violencia de género durante el confinamiento Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica: "Trabajó con la sociedad para que las mujeres encontraran lugares seguros en los que poder denunciar y quedarse". 

Retrato de Melinda Gates durante su conversación por videollamada con un grupo de periodistas europeos el pasado jueves 10 de septiembre de 2020.
Retrato de Melinda Gates durante su conversación por videollamada con un grupo de periodistas europeos el pasado jueves 10 de septiembre de 2020.Fundación Gates

Melinda Gates subraya que el valor de lo que están haciendo muchos líderes del continente es reconocer que hay "pandemias en la sombra", y recuerda que la no tan lejana epidemia de ébola ofreció muchas lecciones. Por ejemplo, acerca de cómo evitar el aumento de la mortalidad materna en un momento en el que las embarazadas no querían acudir al hospital por miedo a la enfermedad. "¿Qué hizo Etiopía durante la covid-19? Se aseguraron de que todas las matronas tradicionales recibieran equipos de asistencia al parto para que las mujeres que se quedaran en casa pudieran tener un alumbramiento seguro", relata.

— "Cuando veo eso, o cuando veo que las empresas nigerianas se unen y recaudan 80 millones de dólares para dárselo a los sastres y costureras locales y asegurarse de que las mascarillas se fabriquen muy rápido y se distribuyan en una comunidad, me doy cuenta de que eso es exactamente lo que deberíamos estar haciendo. Estas soluciones locales son las adecuadas y podemos aprender de ellas".

El papel de la filantropía

Gates sostiene que el papel de su fundación filantrópica (la mayor del mundo en salud global) es el de catalizador y que así debe seguir siendo. "No podemos solucionar ni uno solo de los problemas del mundo, pero sí podemos proponer innovaciones, mostrar maneras de hacer las cosas y convencer a los Gobiernos de que, cuando algo funciona, se puede difundir a gran escala".

En el escenario actual, la codirectora de la Fundación Gates piensa que la pandemia ha cambiado la manera de hacer las cosas y la forma en la que vamos a reconstruir el mundo. Y vaticina un papel protagónico de la familia y de la mujer. "Todas las economías del mundo se construyen sobre las espaldas de las mujeres que desempeñan trabajos no remunerados. No importa si eres un país europeo, eres Estados Unidos, eres India, eres uno de África...". Para ella, hay que pensar en cómo asegurarse que equilibramos las economías con las necesidades de las familias para tener días de permiso por enfermedad pagados, para poder cuidar a los niños, a los ancianos... "Esta pandemia ha dejado al descubierto cosas en nuestros propios hogares que la mayoría de la gente no ha querido afrontar. Y creo que dependerá de nosotros, como comunidad global, aprender la lección".

Melinda Gates no olvida algo que siempre han tratado de destacar en sus informes y mensajes públicos: que el progreso es posible. Pero, esta vez, añade una advertencia: es posible, sí, pero no es inevitable. "Tenemos mucho trabajo por delante como comunidad global, tanto durante la pandemia como después. Todos estamos enfrentándonos a ella".

Esta entrevista vía digital se realizó conjuntamente con Sascha Karberg, del diario Der Tagesspiegel (Alemania), Christina Pletten, de Aftenposten (Noruega) y Beatrice Mathieu, de L'Express (Francia). Puede consultar el informe Goalkeepers Data Report completo y todos los gráficos con los nuevos datos de desarrollo humano pinchando aquí.

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Sobre la firma

Lola Hierro
Periodista de la sección de Internacional, está especializada en migraciones, derechos humanos y desarrollo. Trabaja en EL PAÍS desde 2013 y ha desempeñado la mayor parte de su trabajo en África subsahariana. Sus reportajes han recibido diversos galardones y es autora del libro ‘El tiempo detenido y otras historias de África’.

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