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“Alguna vez necesitamos a un médico, pero a los agricultores todos los días”

El Plan de Acción Mundial para la agricultura familiar de la ONU prioriza el refuerzo de las políticas públicas y las inversiones para beneficiar al sector que genera un 80% de los alimentos del planeta

Participantes en el lanzamiento del Decenio de la ONU para la Agricultura Familiar, en la sede de la FAO, en Roma.
Participantes en el lanzamiento del Decenio de la ONU para la Agricultura Familiar, en la sede de la FAO, en Roma. Alessia Pierdomenico (FAO)
Ángeles Lucas
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Voluntad política. Gobernantes que hagan cumplir planes nacionales, leyes, normativas, directrices, programas, regulaciones, ayudas, penalizaciones, inversiones y otras figuras que beneficien la protección de los agricultores familiares y del medioambiente en el que trabajan. Este es el principal objetivo que refleja el Plan de Acción Mundial que este miércoles se ha aprobado en el arranque del Decenio de la ONU para la Agricultura Familiar, una iniciativa que pretende finalizar el año 2028 con el bienestar de los campesinos, pueblos indígenas, comunidades tradicionales, pescadores, agricultores de montaña o pastores que trabajan en familia y generan el 80% de los alimentos que se consumen en el mundo. Personas que a su vez, ahora, "a menudo, son vulnerables al hambre", según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que lidera la aplicación del decenio junto al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Una "paradoja", una "ironía", se ha calificado en varias ocasiones durante los tres días que ha durado el encuentro, a lo que se une la consideración de que estos trabajadores propician la biodiversidad y la sostenibilidad por sus métodos de trabajo y estilo de vida. El cambio climático, la deforestación, las reglas del comercio, los precios de los alimentos, la competencia con las grandes multinacionales, la dificultad de acceso a los mercados, a la tierra, al agua, a la financiación, a la formación o a la tecnología son algunas de las causas que arrinconan a esta población que ahora se une para trabajar. “Satisface muchísimo conseguir un plan de acción. Uno de los principales logros es tener este programa de trabajo para los próximos 10 años, que es el resultado de más de 60 simposios y 670 propuestas en siete idiomas”, ha declarado en el lanzamiento oficial en Roma el director general de la FAO, Graziano da Silva. Ha anunciado que la organización ya trabaja en un fondo fiduciario y en una alianza para luchar contra el hambre.

“Los trabajadores de pequeña escala son la columna vertebral de economías rurales, estimulan la economía y generan empleo. Cuando a ellos les va bien, todos salen beneficiados. Los Gobiernos registran menos desempleo, hay más seguridad alimentaria y menor dependencia de las importaciones. El sector privado cuenta con cadena de suministro diversificada y las familias pueden educar a sus hijos y no verse obligadas a abandonar sus casas o, eventualmente, migrar”, ha señalado Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA, quien ha indicado que este plan, dirigido fundamentalmente a países en desarrollo, explica cómo se puede aprovechar la cooperación sur-sur y triangular. “Este texto aporta asesoramiento detallado a la comunidad internacional sobre las medidas colectivas y coherentes que pueden adoptarse. Destaca la necesidad de aumentar, entre otros factores, el acceso de los agricultores familiares a los sistemas de protección social, la financiación, los mercados, la formación y a las oportunidades de generación de ingresos”, informa la FAO sobre el documento, que vincula las medidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Un texto compuesto por siete pilares y que como ejes transversales incluye el liderazgo de las mujeres y el apoyo a la juventud mediante su acceso a la tierra, a recursos naturales, a información, educación, infraestructuras, servicios financieros, mercados y procesos de gestión de políticas vinculadas a la agricultura. “Hay que transmitir que es un momento histórico para la humanidad, ya hemos debatido mucho sobre lo mal que están las cosas, y el cambio climático lo empeora. Cada segundo cuenta, hay deudas, suicidios, asesinatos en aras del interés de las grandes industrias. Hoy es un día de acción”, ha mencionado Elizabeth Mpofu, coordinadora general de la organización La Via Campesina. La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, ha resaltado durante el evento que el colectivo necesita más apoyo y que está “en primera línea de los esfuerzos mundiales para acabar con el hambre y la malnutrición y promover una alimentación más saludable”.

Los trabajadores de pequeña escala son la columna vertebral de economías rurales, estimulan la economía y generan empleo

Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA

"No es posible continuar así. Esperamos volver dentro de 10 años a la FAO y terminar con esta triste estadística. Necesitamos acceso a recursos, que haya cambios en los marcos regulatorios, que se cumplan los grandes pilares construidos con procesos democráticos y participativos. Y hay que fortalecer a las organizaciones, para que sean capaces de influir", ha pronunciado como una declaración de intenciones Alberto Ercilio Broch, vicepresidente del Foro Rural Mundial. "Alguna vez necesitamos a un médico para vivir, pero necesitamos todos los días a los agricultores", señaló Broch ante un aforo que aplaudió sus propuestas, que también incluían la necesidad de monitorizar las medidas que se vayan aplicando estos años, y aprender de las buenas prácticas y los errores de compañeros en otras latitudes del mundo. 

En el encuentro, que ha contado con 209 representantes de la sociedad civil, la academia, el sector privado, las cooperativas y 230 delegados de 82 países, han participado también parlamentarios y dirigentes gubernamentales de los cinco continentes que han detallado las medidas implantadas o previstas en sus Estados. Renato Alvarado, ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, país impulsor de esta iniciativa, ha enumerado políticas dirigidas a proporcionar valor añadido a los productos, abrirse al mercado internacional, adaptar el conocimiento tradicional a las tecnologías o acortar las cadenas de intermediación para que las ganancias queden más cerca del productor. “Hay que romper cadenas de supermercado y grandes almacenes que arruinan a nuestros agricultores, los beneficios no llegan al productor”, ha señalado.

"De lo más interesante del encuentro ha sido escuchar a los protagonistas, sus experiencias, y entender la diversidad de necesidades que hay entre las personas que conforman el concepto de agricultura familiar. Es importante avanzar en su determinación para que se puedan enfocar políticas públicas dirigidas a los que más puedan requerirlo", declara Guilherme Brady, jefe de la unidad de agricultura familiar y de asociaciones con la sociedad civil de la FAO, quien insta a consumir productos de venta directa para evitar intermediarios y garantizar la diversidad nutricional y de alimentos. "Se utilizan menos químicos, se producen menos emisiones porque está más próximo, todos nos beneficiamos", concluye.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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