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Por su bien, hágase amigo de un psicopático

Un estudio científico demuestra hasta qué punto los necesitamos

Ahí está, en su rincón. Con su aspecto huraño y sus pelos en las orejas. Vestido con su impertérrito y gastado pantalón de pana y con su chaquetilla de leñador. Chaquetilla que parece heredada de algún antepasado remoto. Ni habla ni pasma. Jamás se le verá en la máquina del café o charlando con otro compañero. Su vida, un misterio. Hace sus horas y, tal como viene, se va. Un tipo peculiar. Muy raro este Ramírez. Como el psicópata de una película de sobremesa. Pero, según la ciencia, también un personaje que, quizá, esté llamado a convertirse en un héroe.

Y como Ramírez, miles. Hay uno en cada empresa, en cada grupo heterogéneo. Ramírez, García, Antúnez. Individuos complejos, antisociales. Pero individuos que, precisamente por su intrincada personalidad, pueden revelarse como salvadores en situaciones extremas. Según un estudio elaborado por la Universidad de Plymouth, en Reino Unido, las personas con psicopatías son fundamentales para la sociedad, puesto que su falta de empatía les dota de un pragmatismo que les ayuda a decantarse por la opción más adecuada en escenarios complicados. Aunque previamente conviene aclarar un par de conceptos.

Psicópata no es lo mismo que psicopático

Entonces, ¿qué es una psicopatía? El doctor Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, las define como "rasgos cognitivos y conductuales que se relacionan con la personalidad y que llevan a cada individuo a comportarse de un modo determinado". Son características que marcan el desenvolvimiento de cada uno y le empujan a ser más o menos antisocial, narcisista, frío o más o menos generoso, por ejemplo.

Algo bien distinto al concepto de psicópata, es decir, "una persona mala por naturaleza a la que le resulta imposible ponerse en la piel del otro y que disfruta con el mal ajeno", según Arango.

Por eso, Ramírez no es un psicópata. Es, más bien, un ser muy individualista, con cierta tendencia antisocial. Una de las cinco millones de personas psicopáticas que conviven entre nosotros, según afirma el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Iñaki Piñuel en su libro Amor Zero. Cómo sobrevivir a los amores psicópatas. Y una persona que tiene más que ver con el ligón de Contabilidad de lo que parece, dado que aquel es un narcisista de libro. Otro individuo con una psicopatía. Y más: Cossío, la insensible de Administración; Asensio, el trepa de Recursos Humanos; Riera, la mente maquiavélica de Secretaría… Cada loco con su tema. Más bien, cada psicopático con su psicopatía.

¿Y alguien así puede ser beneficioso para la sociedad?

Así es. Los científicos de la Universidad de Plymouth compararon las decisiones adoptadas ante un dilema moral por diferentes personas, buscando medir así su grado de psicopatía. En cada uno de esos escenarios, los voluntarios se encontraron con una difícil decisión: tenían que optar por 'neutralizar' a una persona para poder salvar al resto del equipo, infligiéndole —de forma virtual— daño físico. Por ejemplo, ¿sacrificarían a un soldado herido con tal de evitar la emboscada que terminaría con la muerte del resto del pelotón? Cruda decisión que los psicopáticos tomaron sin pestañear. De forma pragmática. Te mato a ti, que ya estás condenado, y así salvo a los demás. Punto.

Por el contrario, las personas más calmadas, sin rasgos conductuales y cognitivos particulares, quedaron bloqueadas o se mostraron mucho más dubitativas. Los científicos medían el grado de determinación en función de la fuerza ejercida al pulsar el botón con la opción escogida, encontrando que los psicopáticos apretaban con mucha más potencia. "En el experimento, encontramos que el poder físico de las respuestas simuladas utilitarias fue predicho por niveles individuales de psicopatía", confirmaba la doctora Kathryn Francis, una de las directoras de la investigación.

En la misma línea, el doctor Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, sostiene que "hay que entender que las personas con psicopatías pueden ser buenas para la raza humana. ¿Qué sucedería en un incendio si todos nos bloqueásemos? Siempre será positivo tener en el equipo a alguien que pueda pensar con frialdad".

Por eso, aunque Ramírez le siga pareciendo un huraño, aunque los yoísmos de Cossío le aburran y aunque las actitudes serviles y pelotas de Asensio le saquen de quicio, piense que igual no está de más tenerlos más o menos cerca. Quizá alguno de ellos termine salvándole de las llamas.

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