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Lo único que puede hacer en 15 días para estar estupenda con el bikini

Un breve repaso por los métodos de última hora para ponerse en forma. Solo uno de ellos funciona

Los milagros no existen. A ningún precio. Con la llegada de la época estival, la publicidad machacona de decenas de tratamientos estéticos que prometen resultados casi inmediatos se regodea en nuestras inseguridades prometiendo deshacerse de ellas: "Acabe con la celulitis en 15 días", "reduzca varios centímetros con una sola sesión" o, directamente, "remodele su cuerpo en tiempo récord, sin esfuerzo y sin pasar por el quirófano". Todo por solucionar el disgusto de mostrar su cuerpo en bañador. Y entonces se consagra a la búsqueda de algo rápido y que funcione, pero ¿realmente existe algo así?

La respuesta rápida es no. Por muy tentador que resulte esa oferta que promete que, tras 15 días, la única piel de naranja que verá en todo el verano estará en su frutero, los procedimientos estéticos también requieren tiempo y esfuerzo. “Con algunos tratamientos se notan mejoras en las primeras sesiones aunque para que funcionen bien, deben de acompañarse de ejercicio, dieta adecuada y unos buenos hábitos de vida”, explica Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Hablamos de mesoterapia (inyección de fármacos dentro del tejido celulítico), radiofrecuencia (calentamiento profundo de la piel y el tejido graso subcutáneo), carboxiterapia (infiltración de CO2) o cavitación (aplicación de radiofrecuencia sobre la piel); técnicas que aseguran reducir la grasa localizada o, en ocasiones, la celulitis. Pero no, no se trata de varitas mágicas. Son, como recuerda Vega, "ayudas que pueden facilitar el camino pero que no lo andan por nosotros".

Además, ese camino es mucho más largo de lo que nos pretenden hacer creer esas publicidades. Ningún tratamiento elimina permanentemente la grasa o la celulitis si no va acompañado de un cambio en el estilo de vida del paciente. “No se trata solo de poner una inyección, sino de implicar a esa persona en mejorar su calidad de vida y que se sienta mejor”, afirma Vega que recuerda que todos estos procesos, tanto estéticos como quirúrgicos, “conllevan una responsabilidad por parte del paciente de cambiar una serie de hábitos”. De no ser así, la grasa que quitamos hoy volverá mañana y la celulitis que hoy ya no puede verse, pronto reaparecerá. Es el efecto rebote de las dietas.

“La lucha contra la celulitis es como la lucha por intentar acabar con el envejecimiento”, Elia Roó

Además, las sesiones de mantenimiento son necesarias en todos estos tratamientos. Según los expertos, los efectos de la mayoría de los tratamientos duran entre ocho meses y un año. Normalmente, se realiza una primera tanda de sesiones más intensas y posteriormente se continúa con visitas más esporádicas para conservar los resultados. Durante ese tiempo, se mantienen las recomendaciones de vida sana, dieta saludable y ejercicio físico, si se quieren mantener los resultados.

La celulitis en el punto de mira

El caso concreto de la celulitis es aún más significativo, los especialistas coinciden en que eliminarla es prácticamente imposible. “Algunos tratamientos como la mesoterapia buscan mejorar la apariencia pero es una batalla conjunta”, afirma Elia Roó, coordinadora de la Unidad de Dermatología Estética del Hospital Sur de Madrid, que incide en que los pilares son la dieta equilibrada y el ejercicio físico que deben adoptarse de manera continua. Y pone un ejemplo revelador, “la lucha contra la celulitis es como la lucha por intentar acabar con el envejecimiento”.

En esa lucha hay quienes optan por alternativas más drásticas que conllevan el paso por el quirófano y realizarse una liposucción (eliminación quirúrgica de grasa localizada). Sin embargo, aquí la premisa es la misma; si queremos que los resultados duren también hay que echarle fuerza de voluntad y tiempo. “El periodo medio de cicatrización de una cirugía es de tres semanas y para que los resultados de una liposucción puedan valorarse correctamente deben pasar unos cuatro meses”, explica Cristino Suárez, cirujano plástico y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora Española (SECPRE). Suárez no es precisamente un defensor de este tipo de tratamientos estéticos que considera que pueden tener un "efecto más placebo que verdaderamente medible".

Para el cirujano, el verdadero problema está en que “la publicidad sanitaria no está regulada”. Algo que también señala Vega para ir un poco más allá. “Los anuncios engañan porque lo ponen muy fácil”, sentencia. Vende mucho más un tratamiento que asegura acabar con la grasa localizada en un par de sesiones, sin que el paciente tenga que hacer absolutamente nada, que uno que garantice ayudar en la eliminación de la grasa si se siguen unas pautas de dieta saludable. El problema está en que el primero de ellos es un embuste. “Hay que vender ayuda al paciente, no tratamientos. Primero hay que saber qué necesita, estudiar el caso y luego recomendarle el tratamiento adecuado”, explica Vega.

La solución existe

Entonces, ¿no existe algo rápido y que funcione? En realidad, sí. Póngase el traje de baño, mírese al espejo y no deje que la celulitis, la grasa localizada o la flacidez protagonicen la imagen que se refleja. Recuerde que son solo una parte más, no la más importante. Así que prepárese para la playa y concéntrese en disfrutar. Está estupenda con ese bikini. Créaselo.

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