Lo que tus cartas revelan sobre tu país
Por primera vez se usa la red de envíos postales para analizar el estado socioeconómico de las naciones
Big data de papel y cartón, con sello y dirección escrita a mano. Aunque ya se han explorado innumerables fuentes de datos masivos digitales para estudiar comportamientos humanos o relaciones socioeconómicas, los investigadores siguen buscando nuevas formas de extraer información más útil y completa para leer distintos aspectos de la sociedad. En el caso de Global Pulse, la unidad de datos de Naciones Unidas, la información está orientada a mejorar el desarrollo a escala planetaria. Y de allí ha partido la inesperada idea de hacer big data de cartón, con algo tan tangible y analógico como los envíos postales globales.
Los países que pertenecen a la misma red de envíos están en similares condiciones de salud, esperanza de vida, PIB, coeficiente de Gini, y otros índices para medir el desarrollo y el bienestar
Las redes que formas las cartas y paquetes que se envían de un país a otro muestran muy claramente unas conexiones sociales y económicas entre las naciones, según este estudio realizado por esta oficina de ONU y la Universidad de Cambridge. Por sí sola, esta información es útil para identificar la riqueza de un país solo viendo con qué otras regiones del planeta se relaciona por vía postal. Cuando los investigadores cruzaron esta información con otros datos, como vuelos, migraciones, comercio y comunicaciones digitales, confirmaron la robustez de esta propuesta. Los países que pertenecen a la misma red de envíos están en similares condiciones de salud, esperanza de vida, PIB, coeficiente de Gini, y otros índices para medir el desarrollo y el bienestar.
"Hay seis mil oficinas postales en lugares del planeta a los que no llega el móvil, es una auténtica red global", explica Miguel Luengo-Oroz, jefe científico de Global Pulse. Este especialista en uso de datos para el desarrollo explica que por primera vez se ha usado la gigantesca base de datos de la Unión Postal Universal para un proyecto así, unos datos que se recogían únicamente con propósitos logísticos pero que han abierto una formidable veta para la exploración de datos. El siguiente paso es analizar a escala regional estas redes de envíos postales, que están creciendo notablemente gracias al comercio digital.
Estas señales, cuando se sepan identificar a escalas más locales, pueden servir de alerta para las autoridades en regiones vulnerables o en desarrollo
¿De qué sirve saber que las conexiones entre países por medio de cartas dan pistas sobre su circunstancia socioeconómica? Las decisiones sobre políticas públicas se toman usando información estadística que en muchos países en desarrollo es escasa, incompleta y con lagunas temporales. Investigadores como Luengo-Oroz buscan otras fuentes de información en tiempo real —big data donde no tienen ni para el data— que ofrezcan datos que ayuden en esa toma de decisiones. Por ejemplo, visualizaron un periodo en que los envíos de paquetes hacia China se dispararon y descubrieron que se debía a un problema de escasez de leche en polvo. Otro ejemplo, el apagón de correspondencia que provocó la epidemia de ébola. Estas señales, cuando se sepan identificar a escalas más locales, pueden servir de alerta para las autoridades en regiones vulnerables o en desarrollo.
"Es la primera vez que se exploran estos datos de manera exhaustiva", asegura Luengo-Oroz en referencia a los 14 millones de registros anónimos estudiados, de 201 países y áreas autónomas, generados entre 2010 y 2014. "Abrimos un camino que puede ser muy útil, el mensaje es que estamos generando información que puede valer para algo más", señala el especialista, que también se sirve del manejo de datos para combatir la malaria con videojuegos. "Se trata de tener información de lo que ocurre mientras está pasando, para que nadie se quede atrás", zanja.
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