Los científicos logran secuenciar ADN nuclear de los fósiles de Atapuerca
Con 430.000 años de antigüedad, es el material genético de este tipo más primitivo que se ha logrado recuperar de una especie humana
Unas minúsculas muestras de ADN tomadas de un fémur y de un diente, apenas unos pocos gramos, de la colección de fósiles rescatados de la Sima de los Huesos (en Atapuerca, Burgos), han permitido dar un gran salto adelante en las investigaciones del material genético de organismos remotos. El pasado viernes se ha anunciado en Londres que se ha logrado secuenciar el ADN (es decir, deletrear las unidades química) del núcleo de la célula de esas muestras. Y se ha empezado a leer la información genética. El estudio completo está todavía en una fase preliminar y es difícil sacar conclusiones, pero de momento el ADN nuclear de la Sima ya es el más antiguo que se ha logrado recuperar de una especie humana, señala Ann Gibbons en una información de la revista Science. Estos fósiles -más de 6.500 se han extraído del yacimiento hasta ahora- tiene unos 430.000 años.
Ha sido el experto en técnicas genéticas avanzadas aplicadas a ADN antiguo Matthias Meyer, del prestigioso Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), quien ha avanzado ahora los resultados de esta investigación sobre el ADN nuclear de los fósiles de la Sima en el congreso de la Sociedad Europea para el Estudio de la Evolución Humana, que se celebra en Londres.
Un logro de la técnica genética
Los científicos ya habían logrado secuenciar el ADN de la mitocondria (un orgánulo de la célula que está fuera del núcleo y que se hereda exclusivamente por vía materna) de los fósiles de la Sima. Fue hace un par de años y los resultados fueron desconcertantes, ya que emparentaba esta población de la península ibérica con los denisovanos, una especie de hace unos 40.000 años, de la que se han descubierto muy pocos fósiles en un yacimiento de Siberia. Los paleontólogos, atendiendo a la morfología de los huesos de la Sima, siempre los han considerado claramente preneandertales, a la vista de determinados rasgos característicos como dientes, cavidad nasal y mandíbula. Las incógnitas y las interpretaciones quedaron abiertas con aquel estudio de 2013, pendientes del siguiente objetivo de la vía de la genética: lograr secuenciar el ADN del núcleo celular, mucho más rico en información.
Poco antes, para no dar pasos arriesgados con los valiosos fósiles de la Sima, los científicos intentaron y lograron obtener ADN de los huesos de oso que aparecen mezclados con los restos humanos en ese yacimiento de Atapuerca y cuyo estudios genético conlleva menos riesgo de contaminación con ADN humano actual. Para estas investigaciones hay que hacer minúsculas punciones en los fósiles y extraer unos gramos de material.
Relación con los neandertales
“Para completar la investigación del ADN nuclear, interpretar los resultados y sacar conclusiones queda todavía mucho trabajo por hacer”, ha comentado por teléfono desde Londres Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca, a EL PAÍS. “Pero los datos avanzados por Meyer ahora confirman lo que los huesos nos decían: que son preneandertales”, añade el paleoantropólogo español. En el proyecto científico colaboran los investigadores del Instituto de Evolución y Comportamiento Humano (ISIII-UCM) con los del Instituto Max Planck.
Cuando el ADN mitocondrial de la Sima apuntó a la población de Denisova, los expertos consideraron varias hipótesis para explicar esa confluencia genética entre ambas especies. Una posibilidad es que hubiera habido algún cruce entre ellas; otra apuntaría hacia un ancestro común remoto de Neandertales, denisovanos y humanos de la Sima de los Huesos, pero entonces habría que explicar la mayor afinidad genética de los dos últimos. Ahora el ADN nuclear indica que los de Atapuerca son “primitivos neandertales o están relacionados con primitivos neandertales”, ha explicado Meyer en Londres, según informa Gibbons, explicando, además, que el anuncio de los resultados ha causado sensación en el congreso. Y la idea del cruce esporádico entre los humanos de la Sima y los de Denisova gana peso.
"La información no será tan completa como la obtenida del ADN de los neandertales", advierte Arsuaga
Habrá que esperar para conocer el estudio profundo y detallado de estos nuevos datos genéticos y sus implicaciones en el conocimiento de la evolución humana en los últimos centenares de miles de años. “Pero la información que nos va a dar este ADN nuclear no será como el que proporciona el muy completo genoma de los neandertales [que logró el equipo del instituto Max Planck liderado por el experto Svante Pääbo]…. nada de información sobre el color del pelo, la piel, etcétera”, advierte Arsuaga.
El problema es que el ADN tan antiguo recuperado de los fósiles de la Sima de los huesos, está muy degradado, muy fraccionado, y ya es todo un reto tecnológico el que ha logrado Meyer extrayendo alguna información de esas muestras. De momento, eso si, es el récord absoluto de antigüedad de secuenciación de material genético humano del núcleo de la célula.
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