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Una cena de Navidad marcada por la inflación

Las subidas estacionales, sumadas a un encarecimiento coyuntural, disparan el coste de los productos navideños

Un empleado corta jamón en una charcutería de Valencia.
Un empleado corta jamón en una charcutería de Valencia.Mònica Torres

En Navidad, una serie de productos tradicionales, como el marisco o el pescado, ven incrementado su precio por su alta demanda. A esta subida estacional se suma este año la fuerte inflación que están sufriendo los alimentos (15,3% en noviembre, según el INE). La tormenta perfecta que supone la combinación de estos dos fenómenos está marcando el comportamiento de los consumidores en las próximas fiestas navideñas, coinciden las consultoras de los mercados. Una mayoría se plantea comprar categorías más baratas, con un aumento de las marcas blancas o de la distribución. Frente a ese segmento de consumidores, hay otro más reducido que se plantea darse una fiesta para celebrar la vuelta a la normalidad tras el covid y piensa gastar más en productos premium. Aunque la demanda baje, los precios más elevados significarán, en conjunto, un incremento global del gasto de las familias.

En la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc se considera que el ahorro va a marcar la compra de los productos frescos esta Navidad. Los consumidores adquirirán menos volumen para ahorrar, pero sin renunciar a la compra de algunos productos más caros. En esta línea, estiman que un 40% comprará menos carne, un 25% menos fruta y un 21% menos hortalizas por el aumento de los precios. Por el otro lado, un 25% quiere pagar por frutas de más calidad. Para la consultora Deloitte, los consumidores tienen ganas de celebrar las fiestas tras el periodo de covid, y un 40% quiere aumentar ligeramente los gastos en comidas y bebidas. Nielsen sostiene, con base en una encuesta entre un millar de personas, que hay una voluntad general de mantener los gastos.

Jesús Alonso, responsable de la consultora Across the Shopper, no cree que los consumidores estén para muchas alegrías. Estima que con los precios elevados van a tener un mayor protagonismo las marcas de la distribución o marcas blancas, que los consumidores están esperando la posibilidad de ofertas de última hora y que, en consecuencia, caerá la demanda de los productos premium y de innovación. Para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estos encarecimientos van a suponer un aumento del gasto del consumidor del 15%. Aunque haya ganas de celebraciones, un 42% de compradores apostará por productos más baratos, así como por reducir el volumen en productos básicos como carnes o pescados.

Almejas y jamón ibérico, los que más suben en Navidad

La OCU ha analizado la evolución del precio de 16 productos básicos en la cesta de la compra navideña en una decena de capitales de provincia un mes antes de las Navidades. El informe pone de manifiesto que estos eran un 5,2% más caros que el año pasado por las mismas fechas, y que ese incremento se habría aligerado al 2,4% en la primera semana de diciembre.

De cara a las fiestas, los datos históricos de la OCU apuntan a que, mientras la pesca de capturas y mariscos suelen aumentar los precios a medida que se acercan las fechas señaladas, las carnes se mantienen estables. Comparando entre los precios del 25 de noviembre y del 10 de diciembre de este año, las almejas (+19%), el jamón ibérico (+10%) y el besugo (+7%) conforman el podio de encarecimientos. Les siguen los percebes (+6%). Otros productos como el cordero, la lubina o el redondo de vacuno apenas han variado conforme se acercaba la Navidad y, de hecho, se han abaratado ligeramente.

Una mujer compra langostinos en el mercado de La Encarnación de Sevilla.
Una mujer compra langostinos en el mercado de La Encarnación de Sevilla.PACO PUENTES

Hay cuatro productos que marcan sus precios más altos en los últimos cinco años: la almeja —que ha pasado de 22,32 euros por kilo en 2018 a 27,75 euros en 2022, según la estadística de la OCU, que puede diferir de otras fuentes—; el cordero lechal, de 14,58 a 18,60 euros por kilo; el pavo, que ha pasado de costar 5,25 a 6,47 euros por kilo; y la lombarda, de 1,33 euros por kilo a 1,77. En este escenario inflacionista, los consumidores buscan productos más accesibles y los vendedores dar las mejores ofertas. Con ello, aumentan también los riesgos de que den gato por liebre. Desde las organizaciones de consumidores y desde los propios sectores se aboga por la necesidad de un control de los etiquetados y que los mismos respondan a las condiciones de calidad del producto. Estas competencias se hallan en manos de las comunidades autónomas.

El subidón del cordero

El cordero es uno de los productos estrella de las Navidades, una época que acumula más del 30% de las ventas sobre los sacrificios anuales. La mayor demanda corresponde a los corderos lechales, aquellos que han crecido solo con la leche de la madre, con peso en canal de entre los cinco y siete kilos y con menos de 45 días. En los últimos cinco años, este producto se ha encarecido un 48%, según la OCU. De acuerdo con su último estudio, el kilo se encuentra a una media de 18,60 euros.

El cordero cuenta hoy con seis denominaciones de calidad como Indicaciones Geográficas Protegidas en Castilla y León, Extremadura, Aragón, Navarra, Castilla La Mancha y el segureño (una variedad del sureste peninsular). En España se producen unas 120.000 toneladas anuales, para una demanda a la baja, de solo 1,2 kilos por persona. Esta tendencia ha obligado a los ganaderos a reducir la oferta. Con una demanda que se dispara en estas fechas, las importaciones aumentan.

Jorge Izquierdo es ganadero en Colmenar Viejo, en Madrid. Se congratula de la subida de los precios: “Los ganaderos no podemos producir más a pérdidas”, cuenta, lo que deriva en que la producción nacional sea insuficiente para estas fechas. Las importaciones proceden fundamentalmente de otros países comunitarios como Francia, Grecia o Italia, con unos pesos similares a los de origen español. Estas entradas se hacen tanto en vivo como en carne. En animales vivos, se importan unos 200.000 corderos solo desde Francia. En carne, las Navidades suponen el 40% de unas importaciones anuales de 6.000 toneladas.

Puesto de turrones y dulces en un mercado de Valencia.
Puesto de turrones y dulces en un mercado de Valencia.Mònica Torres

Al margen de la etiqueta, se puede diferenciar una carne de origen nacional de otra de importación por su precio. Mientras el de la carne nacional por cuartos se halla en unos 20 euros kilo, la de importación es sensiblemente inferior, entre los 15 y los 16 euros. El producto nacional refleja los costes de producción en su precio. Para los ganaderos franceses, el negocio se halla en la venta de leche, y el animal es como un segundo producto que es posible vender más barato sin afectar a la rentabilidad de la explotación.

Productos de la pesca

España mantiene una gran dependencia exterior en productos de pesca. Esta se cubre con importaciones masivas y con las capturas de las flotas en aguas comunitarias de terceros países, vía acuerdos de acceso, o en aguas internacionales. Todo ello para una demanda de más de un millón de toneladas, que, al margen de la producción del mejillón, no cubre la acuicultura. Esta produce unas 80.000 toneladas, sobre todo de trucha, rodaballo, lubina y dorada.

Estos productos son, en comparación con la carne, los que más se encarecen en esta época. Además, de acuerdo con la OCU, los productos de la pesca son los alimentos navideños que más se han encarecido en los últimos años. El besugo (+142%), las almejas (+83%), la merluza (+75%) y las angulas (+66%) lideran la tabla. Estas últimas, por su excepcionalidad, son las más caras: cuestan de media 1.070,50 euros el kilo. Les siguen el besugo, que en 2018 costaba una media de 35,90 euros y este año sale a 51,92 euros por kilo.

Un empleado muestra productos en una pescadería de un mercado de Valencia.
Un empleado muestra productos en una pescadería de un mercado de Valencia.Mònica Torres

En mariscos, domina la venta de gamba y langostino, con un volumen de casi 100.000 toneladas, de las que una cuarta parte se venden en estas fechas. La casi totalidad de las mismas procede de aguas exteriores, desde la importación pura y dura a las capturas de empresas españolas en otros caladeros. La gamba viene básicamente de países mediterráneos como Túnez, Marruecos, Grecia o Italia, mientras que el grueso de los langostinos procede de cultivos en países centroamericanos. Según la OCU, su precio se ha disparado un 18% desde 2018. La ventaja que tiene frente a otros productos como percebes, almejas y ostras es que su precio no varía mucho en Navidad.

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