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Reportaje:DISEÑO

Vuelta a la esencia

Tachy Mora

Corría el año 1973 cuando Roche Bobois se establecía en España con su primera tienda en Barcelona. No fue tarea fácil, pues el régimen y la legislación de entonces no permitían que una empresa de capital extranjero se instalase en nuestro país. Mientras aquí los promotores de aquella primera tienda se devanaban los sesos buscando un resquicio legal que les permitiera ponerla en marcha, Roche Bobois llevaba desde 1960 introduciendo mobiliario contemporáneo escandinavo en las casas de nuestros vecinos del norte. Los panoramas eran bien diferentes.

Aquel año de 1960, la firma surgía del encuentro de dos familias, los Roche y los Chouchon. En lugar de su apellido, estos últimos optaron para dar nombre a la marca por utilizar la contracción de la palabras francesas beau y bois, que significan bello y madera, respectivamente. Tras 50 años, las dos familias continúan hoy formando parte de la empresa a través de sus descendientes.

"Nos gusta el ritmo que marca la moda porque no te permite quedarte dormido, sino que te impulsa hacia delante"
La familia empezó comercializando mobiliario escandinavo, pero enseguida lanzó sus propias colecciones

Empezó comercializando mobiliario de los países escandinavos, pero enseguida se lanzó a la edición de sus propias colecciones, contando para ello con diseñadores que hoy se han convertido en un icono de la modernidad como Pierre Paulin o Hans Hopfer, que casualmente han fallecido con pocas semanas de diferencia este verano. De Hans Hopfer es, de hecho, uno de los best sellers de la marca: el sofá componible Lounge. Un diseño informal, a ras del suelo, que fue lanzado a principios de los setenta y que acaba de ser actualizado, comercializándose ahora bajo el nombre Mah Jong.

Con el rumbo que tomó en los años ochenta y noventa, las generaciones nacidas en aquel 1973 en el que la marca francesa se establecía en España han conocido un Roche Bobois del que probablemente nunca se hubieran imaginado que en sus orígenes había sido una empresa ligada al mundo del diseño contemporáneo. En los últimos tiempos, dos décadas más o menos, la firma ha estado completamente alejada del circuito del diseño, dando prioridad por cuestiones comerciales a otros estilos diametralmente opuestos, nada creativos ni innovadores ni vanguardistas. "En los ochenta, los hermanos Roche se dieron cuenta de que los clientes empezaban a demandar piezas de época, que no teníamos. Decidieron entonces lanzar una línea de diseños clásicos, y así fue como surgió la colección Los Provinciales, de inspiración clásica en el siglo XVIII y XIX francés, pero adaptada a nuestros tiempos. Después, en los noventa, llegó la moda por el mueble étnico y se lanzó la colección Los Viajes, inspirada en culturas extranjeras", explica el actual presidente de la empresa, Gilles Bonan.

Así, el catálogo se ha ido configurando con el transcurso del tiempo en torno a tres colecciones: Los Provinciales, Los Viajes y Los Contemporáneos. Tras muchos años en los que las dos primeras han tenido todo el protagonismo, Los Contemporáneos vive hoy un nuevo impulso de la mano de uno de los descendientes de la familia Roche, Nicolas, que se está volcando con la firma para retomar aquel estilo original de la marca ligado al diseño y el mueble contemporáneo. Su arranque ha sido percibido desde el minuto uno de partido en los circuitos del diseño, pero ¿podrá la marca hacer que convivan armoniosamente bajo el mismo techo tres estilos tan diferentes? Si los encontráramos combinados tal cual en la casa de alguien, ¿no resultaría algo esquizofrénico?

Que sea Nicolas Roche el artífice de este giro, desde luego, no es nada casual en alguien que de pequeño, según recuerda, se acurrucaba en la butaca Ball que había en la tienda de su padre, diseño del gran Eero Aarnio. "A excepción de los abuelos", explica, "todos los miembros de la familia vivían en interiores muy contemporáneos, quizá debido al negocio de mi padre y mi tío. Todos los objetos, los muebles, las vajillas o las cortinas eran de marcas emergentes italianas y escandinavas. Para mí, esta modernidad era lo normal. La vida en medio de objetos bonitos y diseñados era lo natural. Ese espíritu de modernidad, de la calidad de vida en el entorno diario, es lo que queremos transmitir hoy a través de la colección Los Contemporáneos".

Nuestro protagonista es hijo de François, uno de los dos hermanos Roche que fundaron la empresa junto con los Chouchon. Nicolas se unió definitivamente a la casa hace aproximadamente cuatro años. Justo ahora está a punto de cumplir los 50, es de la misma quinta que la marca. Estudió arquitectura y fundó su propio estudio en París, por lo que ha desarrollado una trayectoria profesional propia a una distancia prudencial de la empresa familiar, con la que colaboraba en el diseño de las tiendas. Pero cuando su padre y su tío decidieron que ya era hora de empezar a pensar en la jubilación, a Nicolas le entró una mezcla de melancolía y temor por el futuro de la empresa.

"Observé que después de casi cinco décadas, la empresa se había hecho fuerte y se había dotado de los órganos de gestión necesarios para el tamaño que había adquirido", explica. Hoy, Roche Bobois cuenta con 240 tiendas en todo el mundo, 31 de las cuales están en España, incluida la recientemente abierta en el barrio de Salamanca de Madrid. "En 2005 percibí una inquietud difusa con respecto a la continuidad de la línea de la marca. Los fundadores aspiraban a una jubilación merecida, pero ¿quién iba a garantizar la permanencia del espíritu? En ese momento, animado por contribuir a garantizar el futuro de esta bonita historia familiar, propuse que si era necesario se podía contar con mi ayuda… ¡Y la propuesta fue tomada al vuelo!".

Nicolas Roche dirige hoy la colección Los Contemporáneos tratando no sólo de garantizar ese espíritu, sino de recuperarlo, pues se había perdido. Otros descendientes Roche y Chouchon ocupan diversos puestos dentro de la empresa. La labor de Nicolas es la de un director de arte, marcando las pautas de los diseñadores con los que se trabaja y el estilo de las nuevas piezas. Ha introducido ambientes rompedores como el geométrico Furtif diseñado por Daniel Rode, nada que ver con lo que Roche Bobois nos tenía acostumbrados. También ha iniciado una revolución ecológica dentro de la empresa con la biblioteca Legend de Christophe Delcourt, una pieza totalmente ecoconcebida. Los nuevos productos se conciben desde ahora bajo un criterio ecológico y además se está revisando progresivamente la producción de todas las colecciones anteriores.

La creatividad es tanto la herencia como el factor clave al que Nicolas y el presidente actual de la firma, Gilles Bonan, aluden cuando hablan del futuro de la empresa. Bonan, que fue elegido por un consejo y no pertenece de manera directa a ninguna de las dos familias, absorbió la filosofía de la empresa trabajando codo con codo con los Roche. "De ellos aprendí la necesidad de ser muy creativo", cuenta. Para evitar quedarse atrás, desde sus inicios presenta novedades dos veces al año, un calendario más propio de la moda. "Nos gusta el ritmo que marca la moda porque no te permite quedarte dormido", añade.

Además de esta afinidad de calendarios, ha realizado también en los últimos años colaboraciones con diseñadores de moda como Kenzo, Ungaro y Missoni para la creación de los tejidos que revisten algunas de sus piezas. De hecho, fue el sofá Mah Jong revestido con telas de Kenzo el que dio el pistoletazo de salida en 2005 a esta nueva etapa en Roche Bobois. El punto de partida de lo que ha surgido después. Basta con echar un vistazo a la colección Furtif o al sofá Avant-Propos, diseño de Sacha Lakic, para hacerse una idea del nuevo estilo que este heredero de los Roche pretende introducir en la firma. La colección Los Contemporáneos avanza tímidamente y ha de compartir protagonismo con Los Provinciales y Los Viajes, en las que los Chouchon están más involucrados. Sin embargo, con la sensibilidad y exigencia que muestra el consumidor actual por el mobiliario contemporáneo, es muy posible que esta línea sea la que marque el futuro de la firma.

Sofá Drommaire, de los años setenta.
Sofá Drommaire, de los años setenta.

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Sobre la firma

Tachy Mora
Escribe desde 2006 en EL PAÍS Semanal sobre diseño, interiorismo y arquitectura. Periodista y comisaria de exposiciones, interesada especialmente en las nuevas tendencias, estilos de vida e hibridación entre disciplinas. Autora de libros y exposiciones como ‘Artesanía Española de Vanguardia’ y ‘Escenarios de un Futuro Cercano’.

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