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"La Generalitat ha ignorado siempre a Agustí Centelles"

El hijo del fotógrafo dice que Cataluña tuvo 25 años para comprar el archivo

Natalia Junquera

La Generalitat de Cataluña se les ha echado encima acusándoles de "traidores" y "peseteros" por haber vendido el archivo de su padre, el fotógrafo Agustí Centelles -nacido en Valencia pero criado en Cataluña- al Ministerio de Cultura por 700.000 euros. La operación, que adelantó el sábado este diario, ha levantado ampollas en Cataluña, pero los hijos del fotógrafo, Sergi y Octavi, aseguran tener la conciencia muy tranquila y a sus abogados preparados para un contencioso administrativo en caso de que la Generalitat intente evitar que el archivo vaya al centro documental de la memoria histórica de Salamanca.

Por si acaso, ayer se dirigieron por escrito a la ministra Ángeles González-Sinde para exigirle que no ceda a la presión y lleve el archivo a Salamanca.

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Sergi Centelles explicó ayer a EL PAÍS por qué han decidido vender. Frente a quienes les fustigan, ofrece dos argumentos casi aplastantes: que la Generalitat ha tenido 25 años para adquirir el archivo y no lo ha hecho, y que tenían una oferta de salida de Christie's por 850.000 euros y la han rechazado porque corrían el riesgo de que la obra de su padre fuera encerrada en casa de un coleccionista.

"Con nuestra edad -Sergi tiene 72 y Octavi 62- la lucha por difundir el trabajo de nuestro padre se nos hacía un poco pesada", explica el segundo. Un comité de expertos, entre los que figuran los historiadores José María Abril y Gabriel Cardona, profesor en la Universidad de Barcelona, estudió con ellos las ofertas. La del Gobierno central les pareció la mejor: "Es el que más proyección puede dar al archivo, con exposiciones en EE UU, la creación de un premio internacional de fotografía con su nombre..."

Afirma Sergi Centelles que la Generalitat no se interesó por el archivo hasta que supo que el Gobierno lo quería. "Este pataleo se debe a la ineptitud de la consellería de Cultura, que se ha despertado a última hora y siempre ha minusvalorado el archivo. La Generalitat ha ignorado siempre a Agustí Centelles. Cuando supieron que el ministerio lo quería, ofrecieron 300.000 euros y luego 500.000, pero nunca concretaron el proyecto de difusión. Si nos hubieran garantizado eso, quizá el archivo no habría salido de Cataluña. Nos llaman peseteros y no hemos recibido nunca un euro por las exposiciones. En Barcelona hubo una sobre Capa que costó tres veces la cantidad por la que hemos vendido el arhivo".

Sergi Centelles recuerda que el único reconocimiento que su padre recibió en vida, el Premio Nacional de las Artes Plásticas, se lo dio la misma institución a la que ahora han vendido el archivo: el Ministerio de Cultura. "Mi padre murió muy dolido con la Generalitat. En 1939 le dejaron tirado: le prometieron repatriarlo a México y terminó en el campo de concentración de Bram (Francia). Y en 1977, Pujol le dijo que su material podía levantar ampollas y que mejor no tocarlo", afirma.

El fotógrafo, considerado como el Robert Capa español y autor de algunas de las fotos icónicas de la Guerra Civil, nunca se llevó bien con el ex presidente catalán. "En 1978, Pujol vino a una exposición de mi padre en un local de CiU. Mi padre le dijo: 'se celebra aquí pero el militante es mi hijo, yo soy del PSUC' [Partido Socialista Unificado de Cataluña] y a partir de ahí le puso una cruz".

Centelles murió en 1985 y sus hijos, tras invertir 600.000 pesetas en escanear las fotografías, se dedicaron a custodiar el tesoro. "Ninguna administración mostró interés por este trozo de la historia de España. Sólo UGT ofreció 26 millones de pesetas en 1986".

Sergi asegura que le cuesta desprenderse de las 10.000 fotografías de su padre. Especialmente de una en la que una madre abraza a su hijo muerto tras un bombardeo en Lleida: "La he visto mil veces, pero aún me pone la piel de gallina".

Represión en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona el 18 de febrero de 1936. Guardias de Asalto cargan contra un manifestante
Represión en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona el 18 de febrero de 1936. Guardias de Asalto cargan contra un manifestanteAGUSTÍ CENTELLES

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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