"Chantaje" y "deslealtad"

"Cuesta mucho no ver en el Ministerio de Cultura un acto de deslealtad flagrante" y en los herederos, "una política de chantaje, de inadmisible presión constante sobre la Generalitat con sus bailes de cifras". Ésa fue la respuesta que el consejero de Cultura catalán, Joan Manuel Tresserras, dio ayer ante la noticia de la compra del Archivo Agustí Centelles, el Capa catalán, por parte del ministerio y su intención de depositarlo en Salamanca. Según matizó Tresserras, los herederos no hablaron de dinero tras dos años de negociaciones "hasta el pasado febrero" y que la oferta del Gobierno catalán pasaba por los 500.000 euros y la cesión de los ingresos derivados de la explotación hasta 2015, con lo que "la oferta que hacíamos es superior a la del ministerio". Tresserras insistió: "Cultura sabía de nuestro interés y en cambio nosotros no del suyo".

Según CiU, "perder un activo por 200.000 euros es un fracaso del conseller y de ERC y evidencia que el nuevo sistema de financiación no sirve". ERC apuntó a los hijos: "Han priorizado el beneficio económico al país".