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La desaparición de un dictador

La derecha vuelve al redil pinochetista

La vieja guardia de los partidos conservadores chilenos asistió al funeral por el dictador

La derecha ha demostrado en estos días la fragilidad que tuvo su ruptura con el general Augusto Pinochet anunciada durante la campaña electoral de 2005. Las directivas de los dos partidos en que está dividida y la mayor parte de sus parlamentarios y figuras asistieron en pleno a las exequias del ex dictador. Muchos derramaron lágrimas y criticaron al Gobierno por no conceder un funeral de Estado a Pinochet y a quienes manifestaron su alegría por la muerte de éste.

Tanto la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido político mayoritario y el más cercano a Pinochet, donde militan muchas figuras que participaron en altos cargos en la dictadura, como Renovación Nacional (RN), cuya directiva aparece menos próxima al régimen militar, participaron en las primeras filas de la ceremonia de ayer en la Escuela Militar. Muchos de los que esperaron hasta siete horas bajo un sol implacable para despedirse del general eran simpatizantes de ambos partidos, así como la llamada familia militar, parientes y uniformados en retiro.

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"La derecha ha vuelto a pinochetizarse", sostuvo ayer el presidente del Partido Socialista (PS) y senador, Camilo Escalona. Lo atribuyó al estrecho compromiso personal con Pinochet que tuvieron muchos de los principales actores de la derecha, que "fueron llamados por el dictador a cuotas de poder que los transformaron en reconocidos y principales figuras". Esto explica, según Escalona, "que ellos hayan retrocedido velozmente y nuevamente se cobijen bajo el paraguas de Pinochet".

Parafraseando al ministro del Interior, Belisario Velasco, quien afirmó que Pinochet fue un dictador de derecha, Escalona afirmó que, más aún, "es el padre de la derecha actual". Una fuente del Gobierno afirmó a EL PAÍS que "la derecha desperdició una oportunidad histórica en estos días para desmarcarse del periodo de atropellos a los derechos humanos".

La derecha, que durante décadas representó un tercio del electorado y en el último medio siglo sólo llegó al poder a través de las urnas en una ocasión (en 1958, con Jorge Alessandri), creció en la dictadura, aunque persistieron sus divisiones históricas entre conservadores y liberales. Desde 1990, en las elecciones en democracia, sus partidos han estado la mayor parte de las veces sobre el 40% del electorado, y nunca han logrado ganar al oficialismo.

La principal ausencia entre los asistentes fue el millonario Sebastián Piñera (RN), que en la pasada elección presidencial forzó una segunda vuelta con Michelle Bachelet. En las encuestas, Piñera aparece como la alternativa de la derecha con más posibilidades en las elecciones presidenciales de 2009. Con una fortuna estimada en más de mil millones de dólares, el propietario de la línea aérea LAN Chile, fue opositor a la dictadura y votó por el no en el plebiscito de 1988, mediante el cual Pinochet quiso perpetuarse ocho años más en el poder. Su estrategia de capturar votos del centro no habría resistido a una foto suya en el funeral.

Asistió la otra carta que se lanzó a la competencia electoral en la derecha, el senador Pablo Longueira (UDI), conocido como un duro aunque capaz de negociar, que se ganó una ovación de los asistentes a la misa y el público. Longueira, que no había acudido a las ceremonias previas, ni fue a visitar a Pinochet en el Hospital Militar, eligió este momento para reaparecer.

En ambos partidos debatieron internamente qué actitud tomar frente a la muerte del ex dictador. La UDI y RN se habían alejado de Pinochet cuando éste fue acusado de corrupción por sus cuentas millonarias secretas en el banco Riggs y otras instituciones en el exterior. Aunque ambos justificaron durante décadas la represión, por el contexto político de la guerra fría, y muchos de sus dirigentes fueron cuadros del gobierno dictatorial en niveles altos o medios, la corrupción fue la gota que rebalsó el vaso en un periodo electoral, donde la solidaridad con Pinochet implicaba perder votos.

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