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Científicos de EE UU logran células madre sin destruir los embriones

La técnica sortea problemas éticos y permitiría crear bancos celulares para recién nacidos

La necesidad aguza el ingenio y los científicos de Estados Unidos llevan años buscando cómo disponer de células madre embrionarias para experimentación, sin tener que destruir los embriones para obtenerlas. La razón es que el presidente Bush se niega a que se utilicen fondos públicos para estos experimentos. Ahora, una empresa de biotecnología ha conseguido derivar líneas estables de células madre a partir de células extraídas una a una de embriones de fecundación in vitro. Es la misma técnica que permite asegurarse de que un embrión no tenga taras genéticas antes de implantarlo.

En el diagnóstico preimplantatorio, que forma parte de las técnicas de reproducción asistida, el óvulo fecundado en laboratorio se deja desarrollar hasta que tiene entre ocho y 10 células. Entonces se extrae una célula a la que se le hacen los análisis pertinentes para evitar que el niño nazca con determinadas enfermedades. El resto del embrión se implanta en el útero de la madre para una gestación normal. Lo que han hecho los científicos de la empresa Advanced Cell Technology es extraer la célula y conseguir, sólo en algunos casos, que se multiplique para dar lugar a una línea estable de células madre.

En 10 experimentos diferentes con embriones desechados de procesos de fertilización in vitro sólo se obtuvieron dos líneas celulares, pero éstas llevan ocho meses multiplicándose y muestran todas las características de las células madre embrionarias, señala Robert Lanza, el director científico de la empresa, en la edición electrónica de la revista Nature. "La posibilidad de crear nuevas líneas y terapias con células madre sin destruir los embriones impediría los reparos éticos de muchos y permitirá generar tejido compatible para los niños y sus hermanos nacidos de los embriones a los que se ha realizado diagnóstico genético preimplantatorio".

Otra posibilidad, no mencionada por Lanza, es que a todos los embriones de fertilización in vitro se les extraiga una célula para que cuenten con su banco celular personal cuando nazcan, en la esperanza de que surjan pronto terapias basadas en las células madre, por ahora inexistentes.

Robert Lanza y su empresa son bien conocidos en el mundo de la biotecnología humana. En 1998 anunciaron un experimento aberrante, en el cual un núcleo humano se desarrolló sólo hasta fases muy tempranas en el óvulo de una vaca. En 2001 realizaron, un domingo y con gran publicidad, el anuncio de la primera clonación humana, que resultó prematuro y les desprestigió. Sin embargo, también tienen sólidos logros. El año pasado consiguieron líneas de células madre embrionarias en ratones por la misma técnica que ahora han aplicado a humanos.

Cotizadas

Las células madre embrionaria humanas, cotizadas por su capacidad potencial para convertirse en células de cualquier tejido del cuerpo, se extraen habitualmente de un embrión que se ha desarrollado hasta la etapa de blastocisto, lo que implica la destrucción del embrión, recuerda Helen Pearson en la misma revista. El trabajo actual muestra que se pueden extraer células de embriones menos desarrollados, de entre ocho y 10 células y que el proceso permitiría en teoría, y como se ha demostrado en los casos de diagnóstico preimplantatorio, que el embrión se desarrollara sin problemas en caso de implantarse.

Lanza afirma que los investigadores podrían conseguir una tasa mayor de éxitos en la producción de líneas celulares si se ajustan mejor las condiciones de cultivo.

La posibilidad de extracción de células madre sin dañar los embriones tiene interés sobre todo para los países que ponen pegas a la forma actual de obtenerlas. Es el caso de Estados Unidos -aunque hay Estados, como California, que han aprobado el uso de fondos públicos para estas investigaciones-, pero no es el único. En el resto del mundo, permiten la creación de embriones para experimentación (la clonación terapéutica) Reino Unido, Bélgica, Suecia, Singapur, Japón, Australia, Israel y Corea del Sur.

En España se permite trabajar únicamente con embriones desechados de la fertilización in vitro. Un grupo de investigación de Valencia pidió el año pasado fondos públicos para experimentar la misma técnica que ha utilizado Lanza, pero el proyecto no fue aprobado. Lanza trabaja con fondos privados.

Atasco moral

"Esto demuestra que es posible conseguir líneas celulares en cantidad sin dañar los embriones o evitar su desarrollo", ha comentado el especialista en bioética Ronald Green, que asesora a la empresa de Lanza. "Creo que se trata de una salida al atasco moral que existe en Estados Unidos".

Sin embargo, otros especialistas creen que se seguirán planteando reparos éticos a los métodos que pretendan evitar la destrucción del embrión. Por un lado, se puede plantear el peligro que supone para el futuro del embrión que se le extraiga una célula. Por otro, se puede insistir en que una sola célula embrionaria, la que se destruiría para dar lugar a una línea de células madre, también tiene la capacidad potencial de desarrollarse hasta convertirse en un ser humano.

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