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La investigación europea con células madre se libra del veto de los conservadores

La UE mantendrá los fondos, aunque excluye la creación de embriones para su destrucción

La Unión Europea podrá seguir investigando durante los próximos años sobre células madre como ha venido haciendo hasta ahora, según acordaron ayer por mayoría los responsables de competitividad de los Veinticinco. La Comisión Europea no financiará ni la creación de embriones humanos para ser destruidos ni la destrucción de esos embriones, pero mantendrá el apoyo económico a las investigaciones con células madre. Según los ministros, la medida permitirá a Europa avanzar en líneas de trabajo que han suscitado grandes expectativas y serán cruciales en la lucha contra distintas enfermedades.

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En juego estaban ayer los 54.600 millones que la Comisión tiene previsto desembolsar hasta 2013 en diversos campos de investigación, el llamado Séptimo Programa Marco. La sanidad es uno de ellos y cubre el renglón que tiene que ver con la investigación de células madre. Los últimos datos disponibles, correspondientes a 2005, indican que la Comisión sólo invirtió en investigación con células madre ocho millones de euros, el 0,4% de los 1.800 millones dedicados a sanidad.

La cifra porcentual es ínfima, pero suscita un debate ético de gran calado, que ayer estuvo a punto de echar a pique todo el plan inversor del próximo septenio. Encabezados por Alemania, un grupo de países (Italia, Luxemburgo, Lituania, Austria, Malta Eslovaquia y Polonia) se coaligó contra la idea de usar embriones humanos en la investigación. Un muy debatido artículo 6 establece qué queda fuera de la futura financiación: investigación dirigida a la clonación humana; investigación que busque modificar la herencia genética para todas las futuras generaciones, e investigación para crear embriones humanos con el único objetivo de investigar o para procurarse células madre.

Objeciones

En el texto no figura explícitamente la referencia a actividades de investigación que destruyan embriones humanos y que incluyan el aprovisionamiento de células madre. A partir de esta objeción de países con capacidad de imponer el veto se elaboró una declaración adicional: "La Comisión Europea continuará con su actual política y no someterá al Comité Regulador propuestas de proyectos que incluyan actividades que destruyan embriones humanos, incluidas las que buscan células madre. La exclusión de financiación para esta fase no impedirá a la Comunidad financiar fases posteriores que impliquen células madre procedentes de embriones humanos". A Alemania, Italia y Luxemburgo les bastó esta aclaración para levantar sus objeciones, pero los restantes países siguieron abrazando el principio ético y dudaban del valor jurídico del anexo. Mantuvieron su oposición hasta el final, pero ya no tenían la masa crítica para bloquear todo el plan para investigación comunitaria hasta 2013.

Fue una discusión bizantina que no dejó al final claro por qué Alemania o Italia habían levantado sus objeciones. Preguntado Janez Potocnik, comisario de Ciencia e Investigación, si la solución aprobada no era cambalache, puesto que para tener células madre embrionarias sobre las que investigar habrá que destruir embriones respondió: "No sé qué quiere que le diga". La propuesta supone que será legítimo y financiable con cargo al presupuesto comunitario el uso de embriones ya existentes o que vayan a ser destruidos.

Potocnik insistió en que el párrafo adicional no hacía más que aclarar expresamente la situación que ya existe en la UE y que, por lo tanto, todo va a seguir como hasta ahora. "No será financiada ninguna actividad que esté prohibida en todos los Estados miembros", dijo. "No será financiado en ningún Estado ninguna actividad que esté prohibida en él".

"No hay respuestas fáciles", explicó el representante de Irlanda, un país de profundas raíces católicas. "Pero hay que responder a los desafíos de la ciencia. La investigación nos va a proporcionar nuevos conocimientos. En Irlanda no va a haber investigación con embriones, pero respetamos el derecho de otros a investigar. La propuesta respeta plenamente las posiciones nacionales y asegura que no se financiarán proyectos que no respeten la ética. Apoyamos este texto".

En el rigor que se refuerza de los controles éticos y científicos abundó el comisario. "Cada proyecto que proponga el uso de células madre procedentes de embriones humanos deberá superar una evaluación científica en la que se valorará la necesidad de usar tales células", dijo Potocnik, quien también subrayó que en determinados casos se podrán hacer evaluaciones éticas durante el proceso de investigación.

Mauri Pekkarinen, ministro finlandés de Industria y presidente de turno de la UE, se felicitó por haber conseguido ahormar un acuerdo mayoritario sobre asunto tan conflictivo. "Es una investigación vital, en la que hay grandes expectativas para investigar sobre importantes enfermedades", comentó. "La UE podrá seguir siendo muy competitiva".

El proyecto de Programa Marco será sometido a la aprobación del Parlamento Europeo a la vuelta del verano con vista a su definitiva aprobación por el Consejo (los Gobiernos de la Unión) a finales de año. Salvo contratiempos entrará en vigor, como estaba previsto, con la llegada de 2007.

Manipulación de una placa con células madre en el Instituto Salk de San Diego (EE UU).
Manipulación de una placa con células madre en el Instituto Salk de San Diego (EE UU).ULY MARTÍN

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