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El retorno de la momia guanche

El Senado aprueba que un cuerpo embalsamado que se exhibe en Madrid sea devuelto a Tenerife

Pablo Ximénez de Sandoval

El Gobierno debe "adoptar las medidas necesarias" para la devolución a Tenerife de la momia de un guanche que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Antropología, en Madrid. Así lo aprobó ayer la Comisión de Cultura del Senado a través de una moción presentada por Coalición Canaria y respaldada por todos los grupos menos el PSOE, que está en minoría en la Cámara alta. El Ministerio de Cultura argumenta que esta devolución, una antigua reivindicación cultural del nacionalismo canario, rompe la unidad de la colección del museo. El propósito del cabildo de Tenerife, cuyo presidente, Ricardo Melchior, es también el senador autor de la moción, es que la pieza se añada a la colección de momias guanches del Museo Arqueológico de Tenerife.

La momia, datada alrededor del siglo XII, se encuentra en Madrid al menos desde 1776
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La momia guanche del museo estatal está datada entre los siglos XI y XIII en Tenerife. Se trata de un varón de entre 35 y 40 años de 1,60 metros de altura. Según la documentación que acompaña a la momia, ésta estaba en poder de la Real Biblioteca en 1776. En ese año fue trasladada al Real Gabinete de Historia Natural por orden de Carlos III. Allí permaneció custodiada hasta que recaló en el antiguo Museo Velasco en 1895. La documentación afirma que, "probablemente, procede de una cueva sepulcral del Barranco de Herques, Tenerife".

La momia se encuentra dentro de una urna en una pequeña sala de la planta baja del Museo Nacional de Antropología, bajo el epígrafe de Antropología física. Al visitante lo reciben, a la izquierda, dos esculturas que representan aborígenes del África subsahariana, y a la derecha, una vitrina con cráneos deformes. En el centro se encuentra el esqueleto del gigante extremeño: un tipo de 2,35 de altura que vivió en Badajoz a mediados del siglo XIX y que fue una atracción de circo. En otra vitrina se expone una "cabeza de pirata chino decapitado en Hai-Phong". Al fondo de la sala se encuentra la momia guanche, tal como aparece en la fotografía de esta página. Sobre ella, en la pared, hay una colección de máscaras mortuorias.

Los guanches fueron los pobladores aborígenes de Tenerife, antes de la incorporación de las islas a la Corona de Castilla en el siglo XV. Los restos de su cultura, y especialmente su técnica de momificación, son uno de los principales atractivos del Museo Arqueológico de Tenerife.

La devolución de la momia fue planteada en 1976 por un acuerdo unánime del pleno del Cabildo de Tenerife. En esta legislatura, Coalición Canaria ha presentado cinco preguntas en el Senado sobre la posibilidad de esta devolución antes de la moción. Este partido considera la momia "patrimonio arqueológico imprescindible en la historia de los canarios", según dijo ayer en la comisión el senador Ricardo Melchior.

La última contestación del ministerio, por escrito, decía el pasado 24 de mayo: "La momia guanche es un bien de dominio público de titularidad estatal, adscrito a la colección estable del Museo Nacional de Antropología; es esencial en el discurso expositivo del museo y forma parte inseparable de su historia y de sus colecciones desde el siglo XIX".

Las mociones parlamentarias como la aprobada ayer son de obligado cumplimiento para el Gobierno. Ayer, una portavoz del Ministerio de Cultura admitía esta realidad, aunque aún no podía concretar si se hará ni de qué manera. En el Senado, donde el PP ostenta la mayoría, es frecuente la aprobación de todo tipo de textos que van en contra de la agenda del Gobierno socialista. "Zapatero ha dicho en varias ocasiones en esta Cámara que aquí reside la soberanía popular y lo que aquí se acuerda son órdenes para el Gobierno", aseguraba ayer el senador Ricardo Melchior.

El senador socialista Pedro Villagrán defendió los argumentos del ministerio en la comisión. Explicó que se trata de "la pieza más antigua del museo" y se encuentra en "un estado de conservación excepcional". Según el PSOE, la momia está situada en un entorno "excelente" y el museo es "un centro nacional de estudio científico", por lo que sus piezas no se pueden separar en función de su procedencia. Villagrán añadió que el traslado "no aportaría ningún conocimiento" al museo de Tenerife más allá de "aumentar sus posesiones", por lo que se trata de una reclamación "chovinista, simbólica y totalmente subjetiva".

La moción se aprobó con el voto en contra del PSOE frente a todos los demás grupos del Senado. La senadora del PP Belén Fernández-Delgado anunció también que su grupo apoyará "cualquier petición de las comunidades autónomas para la devolución de su patrimonio histórico". Para sustentar esta decisión acusó al PSOE de haber roto el patrimonio del Estado con la devolución a la Generalitat de Cataluña de documentos del Archivo de Salamanca. El senador Javier Maqueda, del PNV, tomó buena nota de este anuncio, ya que hace tiempo que reclama, contra el criterio del Ministerio de Cultura, la devolución de documentos de ese archivo supuestamente pertenecientes al Gobierno vasco.

Ricardo Melchior recordaba ayer tras la comisión que el PP tampoco estuvo dispuesto cuando gobernaba a devolver la momia. Melchior explicó también que un pueblo de Argentina, Necoechea, devolvió a Canarias en 2003 dos momias guanches que habían sido vendidas a un coleccionista a finales del siglo XIX y se exhibían en el museo de ciencias naturales de aquella localidad. "El alcalde que lo hizo perdió las elecciones", decía ayer Melchior, poniéndolo como ejemplo de valentía política.

La momia guanche que reclama el Cabildo de Tenerife, en la urna que la protege, en el Museo Nacional de Antropología, en Madrid.
La momia guanche que reclama el Cabildo de Tenerife, en la urna que la protege, en el Museo Nacional de Antropología, en Madrid.ULY MARTÍN
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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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