_
_
_
_
CUMBRE EUROMEDITERRÁNEA

Más de 40 ciudades del Mediterráneo crean un foro permanente

Los alcaldes reclaman que los estados y la UE inviertan más en infraestructuras urbanas

Blanca Cia

Más de 40 ciudades del Mediterráneo acordaron ayer constituir un foro permanente de cooperación euromediterránea que siga la evolución de la política de ayuda al desarrollo de la Unión Europea. Fue una propuesta del alcalde de Barcelona, Joan Clos, en la conferencia de Ciudades Euromediterráneas Barcelona +10 y recibió el apoyo de los representantes de las ciudades europeas y del sur del Mediterráneo. El foro se reunirá cada año y medio o dos años.

En muchas ciudades más del 40% de las viviendas son chabolas de autoconstrucción
Más información
El papel de las televisiones árabes por satélite centra el debate sobre los medios
En demanda de otro Mediterráneo
Sones mediterráneos

Alcaldes y representantes locales presentaron un panorama bastante desolador de la evolución de las ayudas al desarrollo de la Unión Europea y de los resultados de la primera conferencia, celebrada hace 10 años. Lejos de conseguir el crecimiento económico esperado, en muchas ciudades la tasa de paro se incrementa sin cesar. El desempleo se sitúa en torno al 20%, una cifra puramente orientativa, según reconoce el informe presentado en la conferencia, que se celebró en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona.

El estudio explica, por ejemplo, que la economía sumergida en las ciudades del sur del Mediterráneo es la única posibilidad de empleo para amplias capas de la población activa, que oscilan entre el 40% y el 60%. Concretamente, el 45% en el caso de Túnez, el 40% de muchas ciudades de Marruecos y más del 60% en grandes urbes como El Cairo y Alejandría. El informe indica que la necesidad de generar empleo es imperiosa: "Habrá que crear 35 millones de puestos de trabajo en 10 años simplemente para que la situación no se degrade más". En estos países, la tasa de crecimiento se ha mantenido entre el 3,5% y el 4%, igual que hace 10 años, pero para alcanzar los objetivos de empleo debería superar el 6%.

El precario crecimiento económico y las oleadas migratorias, del campo a la ciudad y de países del centro y del sur de África hacia los del norte como escala obligada para llegar a Europa, están saturando las ciudades, que se ven incapaces de afrontar los problemas más acuciantes, como el de la vivienda. Lo que en el informe se denomina "viviendas no reglamentadas" -barracas de autoconstrucción, en realidad- representa en muchas ciudades entre el 40% y el 60% del total, con el problema añadido de que se trata de asentamientos incontrolados que muchas veces crecen en zonas peligrosas. Tarik Kabbaj, alcalde de Agadir (Marruercos), puso un ejemplo: "Los recién llegados a nuestra ciudad están formando barrios en zonas sísmicas". Agadir es una ciudad donde hace apenas 15 años había pleno empleo y ahora el 21% de la población vive en la pobreza.

Al paro y a la falta de vivienda hay que sumar otro grave déficit: el de las infraestructuras y los servicios públicos, empezando por el más importante, el agua. El estudio, elaborado por Jean-Claude Tourret, delegado general del Instituto del Mediterráneo de Marsella, recoge datos de la Organización de las Naciones Unidas que permiten ver la magnitud del problema: 30 millones de personas de la región del sur del Mediterráneo no tienen acceso permanente al agua potable. El problema es más acuciante en Oriente Próximo. Tourret calcula que son necesarios unos 10.000 millones de euros anuales para mejorar las infraestructuras y los servicios de la ciudades del sur del Mediterráneo, una cifra que supone duplicar el esfuerzo que hacen los respectivos estados actualmente.

En las ciudades es donde se sufren más de cerca los problemas. Por eso buena parte de los alcaldes que ayer intervinieron lo hicieron en términos de lamento. Uno de los más explícitos fue el de Zarqa (Jordania): "Todas las cosas malas que se pueden pensar están en Zarqa". Se trata de la capital industrial de una región donde el río ya no lleva agua y se ha convertido en un vertedero, y donde la acumulación de plantas petrolíferas y eléctricas ha hecho estragos.

El panorama es aún más desolador en ciudades que viven un conflicto bélico, a veces desde hace décadas, como Gaza, cuyo alcalde, Maged Abu Ramadan, insistió en que la condición indispensable para recuperar la castigada ciudad palestina es la paz.

La propuesta de crear un foro permanente de cooperación euromediterránea, destinado a integrar tanto a las ciudades de la europa mediterránea como las del norte de África, fue planteada por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien propuso que se reúna periódicamente "cada año y medio o dos años". El objetivo es que en el foro se analice el resultado de las políticas de la Unión Europea y se "presione" más a los estados para que mejoren sus políticas. El alcalde de Turín, Sergio Chiamparino, presidente del grupo de ciudades Euromed, propuso su ciudad para celebrar la primera reunión y reclamó políticas muy pragmáticas para propiciar el desarrollo económico de los países de la ribera del sur del Mediterráneo, como la formación de técnicos en infraestructuras y actividades productivas.

Bernard Fabre, regidor de Montpellier, destacó la necesidad de que el nuevo foro de cooperación no se convierta en una "institución más". En la clausura de la sesión, Clos reclamó una política europea "más contundente de cara al sur" e insistió en que es preciso que Europa lleve a cabo un "cambio radical" en su actitud hacia África para reforzar su compromiso con ese continente y liderar el proceso de desarrollo económico y social.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_