Una pandemia causaría pérdidas por 680.000 millones de euros

Es imposible saber qué coste tendría una pandemia de gripe si el virus H5N1 mutara, pero una mera estimación apunta resultados preocupantes. El Banco Mundial, en un estudio presentado ayer en Ginebra, recuerda que el Sindrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, en sus siglas en inglés) redujo el PIB asiático un 2%. Esa reducción, aplicada al PIB mundial, supondría pérdidas de 800.000 millones de dólares (676.818 millones de euros) en un año. Pero señala que en una pandemia de gripe, las pérdidas serían mayores. Otro informe del Banco Asiático de Desarrollo afirma que una pandemia pararía durante más de un año el crecimiento de Asia con costes de más de 113.000 millones de dólares (95.600 millones de euros) sólo en ese continente y que el comercio mundial se reduciría. "No podemos cuantificar el impacto económico de una pandemia, pero sería enorme", explica el economista jefe del Banco Mundial para Asia, el británico de origen indio Milan Brahmbhatt, que presentó el estudio. "Los principales pérdidas no vendrían por las enfermedades o por las muertes, sino por el miedo, la reducción del comercio y del turismo", detalla. Los sectores más afectados serían la agricultura, el turismo y las exportaciones.

Las dos estimaciones de pérdidas se basan en el SARS, que redujo un 2% el PIB asiático

Brahmbhatt afirma que en una eventual pandemia de gripe, el impacto sería mayor que el SARS y llegaría a todo el mundo. "Se verían reducidos los viajes de placer, pero incluso los de negocios. El comercio se reduciría pero habrá que encontrar formas de transporte seguras, estériles, porque los países dependen demasiado unos de otros", añade. El Banco Mundial anunció ayer que estudia dar 500 millones de dólares (423 millones de euros) en préstamos y ayudas a los países afectados y que busca otros 500 en donaciones.

Los dos estudios se han basado en el SARS, un simulacro a escala minúscula de pandemia de gripe. El SARS causó en 2003 pérdidas de 18.000 millones de dólares en Asia (15.228 millones de euros), un 2% del PIB, durante los tres meses de alarma. El virus afectó a 8.000 personas y mató a 800, pero las mayores pérdidas vinieron por "la reducción de la demanda y el consumo", según el Banco Asiático de Desarrollo, que atribuye las pérdidas más "al impacto psicológico del brote" que a la enfermedad en sí. "Los mercados tienden a reaccionar en exceso. La experiencia muestra que mientras los impactos económicos y sociales pueden ser graves, la gente se adapta rápidamente y la vida continúa", advierte.

El Banco Asiático de Desarrollo imagina dos modelos, ambos "con una gripe relativamente moderada", que afecta a un 20% de la población y mata al 0,5% de los afectados. "La pandemia dura un año, y en ese tiempo se distribuye por todo el mundo y mata a unos tres millones de asiáticos". "Este escenario es mucho más benigno que el la gripe de 1918", plantea el estudio.

En el modelo benigno, la demanda comienza a recuperarse a los seis meses. "En este tiempo, el consumo en Asia se reduce un 3% porque la gente evita el contacto social. Además hay una reducción de las exportaciones y el turismo". Éstas tardan un año y medio más en recuperarse. El informe prevé pérdidas en Asia (sin contar Japón) de 113.400 millones de dólares (95.939 millones de euros).

En el segundo modelo, "el impacto psicológico de la epidemia es mayor y afecta gravemente a la demanda durante un año, que viene seguido de otro año en el que se mantiene aunque en menor medida la reducción de compra venta de bienes y la exportación".

En este modelo, "lo previsible es que el mundo entre en recesión", según el banco. "Las pérdidas estimadas en Asia serían de 296.700 millones de dólares [251.015 millones de euros], un 6,5% de su PIB. El crecimiento en Asia se detendría con un crecimiento anual de un 0,1%. El PIB mundial bajaría un 0,6% porque el intercambio de bienes y servicios se reduciría un 14%, el equivalente a 2,5 billones de dólares [2.1 billones de euros]". Estos cálculos no incluyen el gasto de los sistemas de salud, que se verían sometidos a una gran presión.

Lo importante no son las cifras, que son meras aproximaciones, sino las magnitudes que manejan los economistas.