La UE pide a los Estados que hagan acopio de antivirales para la gripe aviar
Confirmados en Turquía los primeros casos de aves infectadas con el virus procedente de Asia
La Comisión Europea pidió ayer a los Estados miembros que se hagan con reservas de antivirales contra la gripe aviar. También, a través de Markos Kyprianu, comisario de Salud y Protección a los Consumidores, recomendó la vacunación contra la gripe común de las personas de alto riesgo. Horas antes se había confirmado que las aves que murieron la pasada semana en Turquía estaban infectadas por el virus H5N1, la letal cepa de gripe aviar que ya ha acabado con más de sesenta vidas humanas.
Kyprianu compareció ayer para comunicar el hallazgo de la cepa H5N1 en Turquía y anunciar que las aves que sucumbieron en Rumania tenían el virus con la raíz H5, pero que hasta hoy no se sabrá si también es de la variante N1. Como primera medida, se aplicó a Rumania la prohibición de exportar aves vivas y plumas a la Unión Europea, con lo que ya son doce los vetados por la misma razón. Al final de la tarde, los expertos de la UE aconsejaron el aislamiento de las aves domesticas en las áreas con mayor posibilidad de contagio de la gripe aviar.
Preguntado el comisario sobre si recomendaba la vacunación masiva de la población o sólo de las personas de alto riesgo, en particular trabajadores en contacto con los animales, respondió: "La mayor parte de esos grupos deben ser vacunados. Cuanto más vacunación haya, mayor prevención habrá contra una pandemia. Así se evitará que una misma persona tenga los dos virus a la vez". Contra ese virus potencial no hay vacuna porque tal virus todavía no existe. Si la hay contra la gripe regular, sobre la que también se teme que en cualquier momento pueda producir un virus virulento, "Estamos preocupados por que se produzca una pandemia, no necesariamente relacionada con la gripe aviar", señaló Kyprianu. "Los científicos nos alertan de que si hay una pandemia habrá muchas muertes. Dependerá del acceso de los ciudadanos a las vacunas y de la preparación de los países".
Kyprianu recomendó que "como primera línea de defensa se almacenen las cantidades necesarias de antivirales en los Estados Miembros" de la UE. Bruselas está en contacto con la industria para que incremente la disponibilidad de antivirales, compuestos caros cuya patente guardan los laboratorios. Kyprianu recordó que la Comisión dispone de un Fondo de Solidaridad de 1.000 millones de euros para catástrofes naturales a los que se podría recurrir "pero sólo en caso de que hubiera una pandemia", no para financiar las reservas que ahora deben crear los Gobiernos de la Unión.
En España, el Ministerio de Agricultura informó ayer de que en lo que va de año no se han producido importaciones de aves y sus productos desde Turquía y Rumania. Sanidad recordó la conveniencia de que se vacunen contra la gripe común los grupos de riesgo: mayores de 65 años, enfermos crónicos y también los profesionales sanitarios.
Por su parte, Turquía ha pedido a Roche que le suministre 500.000 cajas del antirretroviral oseltamivir (Tamiflu), según una fuente del Ministerio de Salud. Además, las autoridades han puesto en cuarentena una zona de tres kilómetros alrededor del foco infeccioso.
La Organización Internacional de Epizootias (OIE) señaló ayer que existe una "alta probabilidad" de que el virus detectado en Rumania sea del mismo tipo que el encontrado en Turquía. La OIE indicó que el virus identificado en Turquía parece "muy próximo" a uno de los aislados en Siberia.
En Ceamurlia de Jos (Rumania), donde se descubrieron los primeros casos, serán sacrificadas todas las aves en un radio de tres kilómetros (unos 15.000 animales), informa Efe. Se extenderá el control y la cuarentena a otras ocho localidades en un radio de 10 kilómetros. Fuerzas especiales se han desplazado al foco de infección para asistir a los 15 equipos sanitarios y en la localidad sólo se permite la entrada de las autoridades. Se ha vacunado a toda la población de la zona. La mortalidad de las aves se extiende a departamentos contiguos como Constanza, en la costa del Mar Negro, donde en Silistea murieron ayer cientos de aves de corral.
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